Población rechaza ir a hoteles

Actualizado
  • 24/06/2020 08:54
Creado
  • 24/06/2020 08:54
Aproximadamente el 10% de los pacientes que han sido diagnosticados con la covid-19 cumple su cuarentena en hoteles. Hasta el 21 de junio pasado, de 9,708 pacientes que cumplen aislamiento domiciliario, solo 738 estaban en hoteles.

Aproximadamente el 10% de los pacientes que han sido diagnosticados con la covid-19 cumple su cuarentena en hoteles. Hasta el 21 de junio pasado, de 9,708 pacientes que cumplen aislamiento domiciliario, solo 738 estaban en hoteles.

Hay hacinamiento en una porción de la población San Miguelito.

A pesar de ser una herramienta útil, arraigada en varios países del mundo que luchan contra el virus, en Panamá hay una parte de la población que se resiste a hospedarse en uno de los cinco hoteles habilitados para las cuarentenas.

Por lo general esto ocurre en zonas vulnerables, que presentan hacinamiento, en viviendas con uno o dos cuartos en los que habitan, a veces, más de 15 integrantes.

Un cálculo rápido sugiere que en un hogar en condiciones de hacinamiento –habitado al menos por cuatro personas –, si hay un positivo podría contagiar al resto, así sería posible contar hasta, o más de 2,500 casos en la sombra, sin detectar.

“Nadie puede obligarlos. Yo consulté al departamento legal para saber si se puede obligar y no es posible. Hay que convencerlos”, indica la doctora Yaritzel Ríos, directora de la Región de Salud de San Miguelito.

Es un tema muy complejo por los factores socioeconómicos y de seguridad que intervienen en zonas rojas, por ejemplo, o en hogares de escaso ingreso económico y baja escolaridad. El rechazo de ir a un hotel también ocurre por miedo a la soledad, a la incertidumbre de si superará o no la enfermedad; esto a pesar del riesgo de exponer a la familia.

“Aproximadamente el 50% lo rechaza. Lo que estamos haciendo es que sigan las medidas, pero hacinados es poco lo que se puede hacer. En una familia de nueve personas, todos se contagiaron”, añade Ríos.

Ante la negativa de los pacientes, Ríos ha buscado incorporar a líderes comunitarios para persuadir a los familiares, involucró a otras instituciones para suplirlos de enseres y evitar que salgan de casa. Es imposible poner un policía en cada casa, “no son bien recibidos”, describe la galena.

El personal que rastrea las llamadas de los positivos se encuentra con muchas adolescentes embarazadas contagiadas asintomáticas que no quieren ir al hotel, 'les da miedo irse solas'. “No quieren abandonar a los suyos y tampoco ven la necesidad de apartarse. Con respecto a los adultos mayores –hasta los 75 años–, piensan que no van a volver, es la incertidumbre lo que los contiene”, manifiesta la doctora Jessica Carrizo, del equipo de Salud Pública de la región de San Miguelito.

Como ejemplo, Ingrid González, jefa de planificación de la Región de San Miguelito, mostró los registros hasta el 15 de junio. De los cinco corregimientos que presentan más casos, 634 personas se hallaban en aislamiento domiciliario, de ellas 63 estaban en hoteles y 84 hospitalizadas.

La gran mayoría de los positivos en estas zonas no puede guardar cuarentena porque carece de sustento económico. Además, rechazan incluso las visitas del personal médico ante el estigma, el bulling de los vecinos, cuando se enteran de que hay un positivo en casa, según describe la doctora Anabel Navarro, jefa de Salud Pública de Panamá Norte.

Otro factor que se entremezcla es el de seguridad. Hay áreas rojas en las que la doctora Ríos no puede entrar, ni acompañada de policías, para evitar “malos entendidos” con la población. Igual ocurre en zonas vulnerables de otras partes del país.

Panamá Norte es variada. “Hay casas donde viven 19 personas; en otras, 2. A veces aceptan ir al hotel, pero cuando va la ambulancia por ellos, no se suben”, dice la doctora Navarro.

Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones