Un plan piloto para insertar a los ninis

Actualizado
  • 24/04/2014 02:00
Creado
  • 24/04/2014 02:00
La industria crece a una velocidad que la educación no consigue alcanzar.

En la próxima década, el sector logístico generará más de cien mil nuevos empleos. De estos, el 65% será para personal técnico y operativo.

La buena noticia viene acompañada de una pregunta clave: ¿qué tan bien estamos preparados para recibir este reto?, ¿es nuestra gente capaz de absorber estos empleos o tendremos que continuar con la actual política gubernamental que abrió las puertas al mundo para llenar las vacantes y recibir el crecimiento económico?

Un aderezo más a esta realidad: tres de cada cinco personas que buscan trabajo tienen entre 15 y 29 años de edad, pero uno de cada cuatro de ellos ni estudia ni trabaja. Es un típico nini.

Es decir, las proyecciones para el desarrollo del sector terciario son agridulces; por una parte su crecimiento requerirá de mano de obra en su mayoría técnica, pero por otra, como no contamos con ese personal, un tajo de esa bonanza está destinada para la mano de obra extranjera.

Según el consultor empresarial René Quevedo, del 28 al 45% de los nuevos empleos que engendrará la economía panameña entre el 2013 y 2025 requerirá mano de obra importada. Un importante efecto secundario de este pronóstico es que trabajadores locales sean despedidos, o no puedan encontrar trabajo, debido a que sus salarios esperados son más altos que el de los trabajadores extranjeros, afirma Quevedo.

La industria logística sabe lo que necesita. Hay estudios consensuados que lo sustentan y definen la oferta académica disponible a nivel técnico. Se ha evaluado también la demanda con las empresas y gremios, así como el comportamiento histórico del empleo y vacantes en el sector con la finalidad de establecer las brechas que deberán solventarse a corto y mediano plazo. Pero aun así, no hacemos lo principal; sostenibilidad en la inserción laboral.

Si bien existe una importante oferta en las universidades en el área logística, según Quevedo, el 70% de las vacantes técnicas disponibles en el sector carecen de oferta académica. Y esta brecha se agudizará a menos que hagamos algo, y rápido.

DELINCUENCIA VS. EMPLEO

La arraigada relación entre el delito y la generación de empleo sostenible son sustentables con nuestra propia experiencia ( ver gráfica ).

El escenario refleja que en los últimos diez años (2004-13), a pesar del bajo desempleo y el crecimiento económico, se triplicó la cantidad de delitos; se duplicaron los hurtos y robos a mano armada y homicidios, y se sextuplicaron los casos de violencia doméstica. Estas cifras provienen del Sistema de Integración de Estadísticas Criminales (SIEC) que contrastan con las declaraciones del ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, quien ha reiterado que el aumento de la delincuencia es una ‘percepción’, mas no una realidad.

El asunto es que las cifras oficiales revelan un incremento del 26% en el número de delitos en los últimos tres años, de 43,920 casos en el 2010 a 55,238 en el 2013.

Existe una inversa correlación estadística ‘casi perfecta’, entre la disminución de los empleos estables para jóvenes y el aumento de la criminalidad, máxime si se tiene en consideración que en ese período el tamaño de la economía panameña se duplicó, el empleo aumentó 38% y el desempleo bajó más de 6 puntos (de 9.2 a 3.1%).

La única excepción en esta regla se registró en un lapso de 2006-08, momento en que el país experimentó una escalada en la incautaciones y tráfico de cocaína, en los homicidios, robos y hurtos.

No hace falta ser vidente para trazar una línea premonitoria de lo que puede ser la criminalidad a futuro si tomamos en cuenta la deserción escolar, el empleo formal e informal, y la sostenibilidad laboral. Todos estos síntomas sociales están directamente relacionados con la inclusión de estos jóvenes a los nuevos empleos.

LAS DIVERGENCIAS

En el mismo período en que el Producto Interno Bruto creció 58% y el empleo 23%, el pandillerismo aumentó 23 veces más que el empleo. Pero irónicamente como sociedad nos preocupamos más por ‘prevenir violencia’ como los homicidios, que por crear oportunidades de empleo sostenible e inclusivo para esos jóvenes que en forma creciente ven la delincuencia como una ‘alternativa’. La clave aquí es que el gobierno no es el responsable de generar empleos sostenibles para la población joven. Pero convencer al pueblo de que una política de seguridad va a prevenir el delito, es una frase inconclusa. Los amigos de la delincuencia son el hambre y la exclusión social; por tanto, la violencia y la delincuencia son efectos, no causas. Debemos ir a la génesis. ‘Prevenir violencia’ no es lo mismo que ‘generar ingresos dignos’.

Las soluciones no son asistencialistas, policiales, mano dura, y mucho menos ‘mediáticas’; deben ser inclusivas.

LA LLAVE EN PUERTA

Dice Juan Carlos Salas, un veracruzano experto en puertos, que la juventud de hoy corresponde a la generación ‘y’. Es una muy distinta a los ‘baby boomers’ leales a la camiseta de la empresa ante todo obstáculo. Pero ahora los jóvenes están impregnados de la oleada técnico-científica, son más propensos al cambio que a la lealtad empresarial. Además, si en seis meses no escalan posiciones se desmotivan y cambian de trabajo cuando han recibido capacitacion de la compañía.

A esto, hay que agregar el canibalismo empresarial que se ‘roba’ de la competencia a los formados sin importar cuánto tiempo haya tomado su capacitación.

Surse Pierpoint, miembro de la Asociación de Usuarios de la Zona Libre, hizo una comparación entre Alemania, el país europeo con mejor puntaje en logística, y Panamá. Y evidenció que la clave es reducir los costos en los procesos, en inglés logistics competence .

A pesar de que en Latinoamérica somos los primeros, Panamá está casi a la mitad del puntaje europeo. Uno de los principales problemas en competencia logística es que generamos estudiantes del siglo XIX para el siglo XXI. Falta comunicación entre las empresas y los formadores de profesionales.

Lo anterior motivó la necesidad de un programa dual basado en un Proyecto Piloto de Capacitación Técnica en el sector logístico, definido como un ‘Programa sistemático de captación, orientación, capacitación, formación dual, inserción, seguimiento y acompañamiento laboral, complementado con un marco de orientación, seguimiento y acompañamiento que permita lograr la sostenibilidad de la inserción laboral a largo plazo’.

Un plan que pretende enfocarse, principalmente, en los ninis urbanos.

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