“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
Primera eucaristía en la renovada Catedral de Panamá
- 30/01/2019 01:00
- 30/01/2019 01:00
La restaurada Catedral Santa María La Antigua escribió una nueva página en su historia. Ante la mirada de fe de cientos de peregrinos de distintas regiones del mundo y de feligreses panameños, se celebró la primera eucaristía en el renovado templo católico, después una histórica ceremonia en la que el papa Francisco ungió con óleo cinco esquinas del altar de la iglesia.
José Domingo Ulloa, arzobispo metropolitano, ofició la ceremonia religiosa en compañía del cardenal y obispo de David, José Luis Lacunza; el monseñor y obispo de Colón, Manuel Ochogavía; y el monseñor y obispo de Apartadó, Colombia, Hugo Alberto Torres Marín.
La presencia del representante de la iglesia colombiana era simbólica: la primera diócesis del continente se fundó en ese municipio colombiano. Esa misma diócesis se trasladó a Panamá La Vieja y posteriormente, a la Catedral Santa María La Antigua, en el Casco Antiguo, explicó Ulloa.
‘Es una iglesia de sucesión', continuó el arzobispo panameño. En el municipio colombiano estaba ubicada la choza del cacique Cémaco, donde funcionó la primera diócesis de Santa María La Antigua, en septiembre de 1513.
‘Queríamos tener una deferencia para ese sitio donde se inició el caminar católico, en la casa del cacique Cémaco', dijo Ulloa, uno de los máximos representantes de la Iglesia católica panameña.
Ulloa es el obispo número 47 de la primera diócesis que se fundó en tierra firme con el nombre de Santa María La Antigua. ‘Esta será mi catedral. Desde aquí estaré celebrando la eucarística a partir del próximo Miércoles de Ceniza (17 de abril de 2019)', anunció el arzobispo.
El arzobispo no podrá celebrar la eucaristía antes de esta fecha porque debe viajar a Roma para participar de una cumbre sobre la protección de los menores, la cual fue convocada por el máximo jerarca de la Iglesia.
Sin embargo, la catedral permanecerá abierta todos los días de la semana, desde las seis de mañana hasta las seis de la tarde.
Desde que se abrió al público, el sábado 26 de enero de 2019, después de dos años de estar sometida a una profunda restauración, la catedral está recibiendo un número importante de visitantes. Cientos de peregrinos que participaron en la jornada juvenil católica forman largas filas para ingresar al histórico templo.
Para el próximo sábado, a las cuatro de la tarde, se oficiará una misa de acción de gracias por la jornada juvenil católica, por los voluntarios y por las familias de acogida.
El arzobispo prevé que el templo estará a su máxima capacidad. Pero ‘lo importante es dar gracias a Dios', recalcó. ‘Estamos cansados, pero muy contentos, se nos nota en el rostro, pero al mismo tiempo contentos porque la gente más pobre y sencilla ha tenido la oportunidad de vivir este evento', concluyó.
Las cifras que maneja la Iglesia católica indican que entre 30 mil y 40 mil peregrinos aún permanecen en el Istmo haciendo turismo y compras. Se espera que la próxima semana regresen a sus países.
‘ELECCIONES SIN POLITIQUERÍA', PIDE ULLOA
Pasada la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), se espera que el tema político se encienda. De cara a las elecciones de mayo de 2019, el arzobispo de la Iglesia católica panameña, José Domingo Ulloa, envió un mensaje a los políticos.
Él espera que esta contienda electoral no esté impregnada de ‘politiquería'. Es decir, que no piensen en sus propios beneficios o en el de sus allegados, exclamó.
Para el líder de la Iglesia, en esta contienda electoral debe primar el bien común de los ciudadanos panameños. ‘Un consejo, con todo respeto: no prometan tantas cosas, digan lo que van a hacer', agregó.
Según Ulloa, el pueblo no se deja engañar con grandes discursos. ‘Se tiene la responsabilidad de ir cambiando', concluyó.
Durante la celebración de la misa de la primera eucarística en la Catedral Santa María La Antigua, Ulloa recordó a los migrantes e insistió en que en la Iglesia no existen ni forasteros ni extranjeros.