¿Es necesario el cuarto puente sobre el Canal?

Actualizado
  • 07/03/2020 00:00
Creado
  • 07/03/2020 00:00
Actualmente, de lunes a sábado, unos 40,000 vehículos privados entran y salen de la ciudad de Panamá por el oeste, desde Arraiján, La Chorrera, etc.

Actualmente, de lunes a sábado, unos 40,000 vehículos privados entran y salen de la ciudad de Panamá por el oeste, desde Arraiján, La Chorrera, etc., y por el este, desde Tocumen, Chepo, etc. Lo hacen principalmente para ir al trabajo y a la escuela. Esto es sin mencionar los vehículos que vienen del norte de la ciudad de Panamá.

Las imágenes corresponden a un grupo de Andalucía, España, a favor de la movilidad sostenible y la accesibilidad.

Los problemas que causa este peregrinaje, seis días a la semana, son los siguientes: Los peregrinos toman de tres a cuatro horas diarias solo para transitar entre sus residencias y sus respectivos destinos; la ciudad de Panamá tiene tres picos de “tranque vehicular” en un periodo de diez horas durante los días laborables. El sábado es más corto. La duración de los tranques crece paulatinamente, caóticamente. La capital se queda chica para atender la “invasión” vehicular; la contaminación del aire y el ruido causan un gran daño ambiental y afectan la salud y bienestar de los residentes.

Construir un cuarto puente sobre el Canal de Panamá entre Arraiján y Panamá es equivalente a adicionar seis carriles más a la vialidad existente. Tres carriles para entrar a la ciudad de Panamá y tres carriles para salir. No está claro dónde se conectaría el puente al sistema vial de la ciudad, pero sabemos que la Avenida de los Mártires, el corredor norte y la cinta costera permanecen atiborrados durante las horas pico de entrada y salida.

No es cierto que el cuarto puente solucionará el peregrinaje de los residentes de las urbanizaciones dormitorios fuera de la ciudad capital. Un puente hacia la urbe sería una curita, y no resolvería esta situación. Además, es posible que el cuarto puente simplemente cause que las vías de la ciudad de Panamá se atiborren a una hora más temprana del día. Esto lo sentirían los peregrinos que acceden a la ciudad por el este.

La solución del problema no es crear más vías de acceso para vehículos, sino reducir el número de vehículos que las usan. Para lograr ese objetivo es necesario crear un sistema integrado de transporte público.

Las ciudades deben contar con transporte público eficiente y cómodo a un costo razonable. Las comunidades deberán contar con un sistema efectivo de circulación peatonal. Se debe promover que los ciudadanos vivan cerca de su lugar de empleo, escuela, recreación y sitio de culto. Es decir, diseñar científicamente un plan de desarrollo urbano.

Como primer paso, en vez del puente, proponemos un sistema de buses públicos con capacidad de 70-100 pasajeros que, durante las horas pico, tengan un itinerario de salida de cada cinco minutos hasta satisfacer la demanda. Se estima que este servicio intenso sería por dos o tres horas al principio y al final del día laborable normal.

Comparando el tiempo de construcción y costo del puente con la compra de buses públicos, opinamos que en menos de cinco años, el tiempo requerido para construir el puente, y por menos de la mitad del costo de dicha obra habremos mejorado la calidad de vida de nuestros conciudadanos en los municipios vecinos y en la ciudad capital.

Esto incluye respeto a las leyes de protección a las áreas revertidas como la Ley 21 de 1997 y mejoras al medioambiente.

Finalmente, este sistema será mucho más flexible para atender los cambios ambientales que nos traerá el anunciado calentamiento global. Un tema especialmente importante a evaluar sería el aumento del nivel de los océanos y su efecto sobre las costas, playas e infraestructuras creadas y ocupadas por humanos.

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