Facilitadores judiciales, un modelo para resolver conflictos

Actualizado
  • 04/10/2016 02:00
Creado
  • 04/10/2016 02:00
El programa, impulsado por la OEA y el Órgano Judicial, intenta descongestionar los tribunales a través de la canalización de los conflictos civiles y de familia hacia estos ‘mediadores externos'

Los facilitadores judiciales se han convertido en un desahogo para el sistema de justicia panameño. Actúan como mediadores externos que dirimen los conflictos del ámbito familiar y civil antes de que las partes acudan a un juzgado para presentar el caso.

Se trata de un programa impulsado por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Órgano Judicial de Panamá, introducido al país en 2008.

Actualmente, en Panamá hay 1,247 facilitadores judiciales, de los cuales el 56% son mujeres.

El modelo ha sido implementado en casi todos los distritos del país, excepto en los más apartados de la provincia de Darién y la comarca Guna Yala.

CONFLICTO Y SOLUCIÓN

La OEA financia la capacitación de los facilitadores

Las personas que son elegidas como facilitadores judiciales solo reciben viáticos para movilizarse.

Entre los facilitadores hay docentes, estudiantes de derecho y otras profesiones, así como personas sin estudios universitarios.

Estas personas son elegidas por las propias comunidades y la OEA. El Órgano Judicial se encarga de capacitarlos en el tema de solución de conflictos. Las personas elegidas deben cumplir con un programa de 40 horas de capacitación para recibir la idoneidad.

Marvin Lezcano y Marcela Carrión forman parte del programa en el corregimiento Arnulfo Arias, distrito de San Miguelito.

Aunque todavía no han completado las 40 horas de capacitación, ya han intervenido en la solución de algunos conflictos.

Al completar el programa de capacitación, ambos podrán firmar los arreglos entre las partes, explicó Karen Quintero, asesora técnica del programa de la OEA.

Lezcano contó que antes de ingresar al programa mantenía una vida activa en su comunidad, en la que llegó a convertirse en presidente del club de la barriada La Paz, donde reside.

Como facilitador judicial, le ha tocado mediar en conflictos de pensión alimenticia, linderos de propiedad entre vecinos, de propiedades abandonadas y otros problemas comunitarios.

Las personas prefieren ir a donde un facilitador que a una corregiduría o juzgado a resolver sus problemas porque de esta manera se resuelven más rápido y evitan ser sancionados.

Tanto Lezcano como Carrión mantienen una comunicación continua con la jueza municipal de San Miguelito, Yesika Jaramillo, para solventar dudas sobre los casos que se les presentan.

‘Si se trata de un problema que no puede ser resuelto a través de la mediación, orientamos a las personas para que acudan a la instancia judicial a la que le corresponde atender el tema', explica Lezcano.

Cada caso atendido por los facilitadores judiciales es uno menos en la corte, lo que implica agilización de los procesos que no han podido ser resueltos antes.

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