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- 17/02/2018 01:00
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El 17 de noviembre de 1838 nace Gregorio Miró Quesada en territorio panameño, hijo deTomás Miró y Josefa Quesada, y hermano de José Antonio Miró Quesada, recordado en el Perú por su labor como periodista, director y posteriormente propietario del diario El Comercio .
La historia Gregorio, quizás desconocida en el istmo, es rescatada en un ensayo inédito por la pluma del director del Museo Naval del Perú, Francisco Yábar Acuña.
Yábar Acuña, quien estuvo de visita el año pasado para ofrecer una charla sobre las largas y duraderas relaciones marítimas entre el istmo y Perú, relata en este trabajo la vida y labor de este ilustre panameño, quien es recordado en la nación sudamericana como un héroe naval.
LOS PRIMEROS AÑOS
Gregorio llega al Perú a los nueve años, para siete años después ingresar en la Escuela Naval un 9 de marzo de 1854, año en el que daba inicio una guerra civil que buscaba sacar del poder al general José Rufino Echenique.
Antes de su ingreso a la Escuela Naval, el Perú al que llegaron Gregorio y su familia atravesaba por un período de prosperidad económica, gracias a la explotación de los yacimientos de guano, minería y la actividad agrícola.
Sin embargo la mala administración de las riquezas del país y la corrupción, señala Yábar Acuña, dañaron la imagen de Echenique, lo que motivó una revolución de corte liberal encabezada por el mariscal Castilla en 1854.
Al año siguiente, en el mes de enero, Echenique era derrotado por Castilla, quien ocupó la capital. Ese mismo año, en febrero, Gregorio era dado de baja por un bando dictatorial.
Bajo el gobierno de Castilla se suprimió la esclavitud ‘y en 1856 se promulgó por el Congreso Constituyente una nueva Constitución de corte liberal', relata Yábar Acuña en el ensayo.
Una nueva revolución estaba en camino, esta vez conservadora y liderada por el general Manuel I. Vivanco. Su origen fue la implementación de una serie de medidas políticas y económicas impopulares por parte del Gobierno de Castilla.
Ante estos hechos Gregorio decidió sumarse al bando gubernamental, una actitud que se repetiría en otras ocasiones, brindando su apoyo a los regímenes legalmente constituidos.
‘En tiempos de paz y guerra ha servido siempre al Gobierno constituido sin haber nunca tomado parte en ninguna revolución', dice una anotación de Gregorio del 28 de julio de 1873 y conservada en el Archivo Histórico de la Marina de Guerra del Perú.
ASCENSOS
Tras la derrota de Vicanco, Gregorio continúo su tránsito en la armada naval peruana retornando como Guardiamarina y luego ascendió a Alférez de Fragata el 8 de junio de 1857.
Desde entonces participó en diversos conflictos armados, como la guerra con Ecuador (1858-1860). En dicho conflicto Yábar Acuña destaca su colaboración en el bloqueo de Guayaquil ( 1859) a bordo del bergantín Guise.
En un período de seis años Gregorio alcanzará el rango de Cápitan de Corbeta, ‘¿por qué tan meteórico ascenso?', pregunta Yábar Acuña.
HISTORIA
Gregorio Miró Quesada nació el 17 de noviembre de 1838
Cuando ingresó a la Escuela Naval, un 9 de marzo de 1854, daba inicio una guerra civil que buscaba sacar del poder al general José Rufino Echenique.
Durante la primera etapa del conflicto conocido como la Guerra del Pacífico (1879-1883), en el que partició Miró Quesada, este permaneció en el Callao a cargo del buque Atahualpa.
Esto tiene su respuesta en el conflicto desatado en 1864 cuando una flota española de tres buques de guerra ocupó las islas de Chincha (fuente principal de la extracción del guano que producía el Perú) y bloqueó el puerto peruano del Callao.
Ante la inferioridad de medios bélicos, el Perú optó por un acuerdo de paz, lo que provocó una nueva revuelta dirigida por el coronel Mariano Ignacio Prado, a la cual, como en otras, Gregorio Miró Quesada no se plegó.
Debido a que importantes miembros de la armada se pasaron al bando rebelde, Gregorio pasó a ser uno de los que ocupó las vacantes.
Con el bando rebelde triunfante, se declara la guerra a España. Perú no estaría solo; Chile, Bolivia y Ecuador se sumaron bajo la llamada Alianza Americana para combatir a los españoles.
Cuando tuvo noticia de que el puerto de Callao sería bombardeado, Gregorio se presentó para defenderlo y se le destinó a la recientemente formada batería de defensa de costa Santa Rosa.
Con la salida de Prado del poder, el nuevo régimen permitió a Gregorio ingresar a la armada, que había abandonado momentáneamente tras el triunfo del bando rebelde.
En 1870 se le encomendó el vapor de guerra Mayro. Dos años después, durante otra revuelta civil, asumió el mando de uno de los dos monitores recientemente adquiridos en los Estados Unidos, el monitor Manco Cápac.
Gregorio fue Comandante del monitor Manco Cápac varios años,7 años y 8 meses, indica Yábar Acuña.
LA GUERRA DEL PACÍFICO
Durante la primera etapa del conflicto conocido como la Guerra del Pacífico (1879-1883), que enfrentó a Bolivia y Perú contra Chile, Miró Quesada permaneció en el Callao a cargo del buque Atahualpa.
La suerte de las armas no fue favorable para el Perú, y en 1879 el comandante peruano Miguel Grau, no pudo con la superioridad tecnológica y númerica de los buques chilenos, perdiendo la vida en el combate de Angamos.
Con la derrota de Grau, el dominio marítimo se trasladó a manos de Chile. Para el 10 de abril de 1880 la armada chilena dio inicio al bloqueo del Callao.
El año anterior Nicolás de Piérola se convertía en el Jefe Supremo del Perú.
Piérola se había hecho con el poder mediante una revuelta, y aunque la mayoría de los oficiales eran contrarios al nuevo régimen, incluido Gregorio, depusieron sus diferencias para poder enfocar sus esfuerzos contra la armada chilena.
En 1880 Gregorio es asignado comandante de la fragata Apurímac, una medida que según Yábar Acuña no era comprensible, pues ‘se perdía la experiencia de un marino que había maniobrado el buque (Atahualpa) de manera excelente'.
Para el director del Museo Naval del Perú las razones de esta movida fueron políticas y no estratégicas.
A pesar de ello, combatió durante el bloqueo chileno a Callao. Más adelante, a inicios de 1881, Chile ocupó la capital peruana.
El Perú quedó con toda la costa controlada por Chile y poco después dividido políticamente entre Piérola y el gobernante designado por el Congreso, Francisco García Calderón.
Eventualmente el gobierno quedaría a cargo del contralmirante Lizardo Montero y vicepresidente de Calderón, el cual mudó la sede del gobierno a la ciudad de Arequipa.
Desde allí se mantuvo la resistencia, en la cual partició Gregorio. No obstante, conforme pasaron los años el acuerdo de paz se convertió en la opción más viable para muchos peruanos.
Fue entonces cuando el general Miguel Iglesias tomó la bandera de la paz, quien recibió el apoyo de los chilenos.
Las operaciones se centraron en adelante en derrotar al gobierno de Montero.
Ocupada Arequipa el 29 de octubre de 1883, el gobierno de Montero se veía doblegado frente a las fuerzas chilenas. Para ese año Gregorio se encontraba en Lima en donde redactó el 30 de noviembre de 1883 su foja de servicios.
Tras el Tratado de Ancón, que dio fin a la Guerra del Pacífico, la lucha se desató entre el gobierno de Iglesias y el del general Andrés Avelino Cáceres, vicepresidente del Gobierno de Moreno.
LA ÚLTIMA BATALLA
Gregorio, que se mantuvo contrario al gobierno de Iglesias, el cual no consideraba como legalmente constituido, fue designado por Cáceres como Prefecto y Comandante General de la ciudad de Trujillo.
Por dos días, superado numéricamente, Gregorio y sus hombres lucharon contra el ejército del general Lorenzo Iglesias y el Ministro de Guerra Juan Martín Echenique.
Como resultado de los combates, fue gravemente herido y luego trasladado al hospital de San Bartolomé en Lima, donde falleció el 14 de noviembre de 1884.
Su esposa anotó en sus memorias que su muerte fue producto‘de las graves heridas y posteriores maltratos que sufrió en la defensa de la plaza de Trujillo'.
Mas tarde, por su ‘valor y buen comportamiento…en la heroica defensa de la ciudad de Trujillo', palabras del decreto Supremo del 4 de noviembre de ese mismo año, Cáceres otorgó el grado de Capitán de Navío Graduado en mérito a Gregorio.
Tras dos años de combates con el gobierno de Iglesias, Cáceres se haría con la victoria en 1885.
‘Entonces se pudo honrar a quienes habían luchado por el régimen constitucional y se reconoció el sacrificio de Gregorio Miró Quesada, otorgándose la pensión de Capitán de Navío efectivo a su viuda, pensión que le correspondía por justicia. Pero sobre todo, su nombre se guarda aún en la relación de marinos heroicos que, como este valiente panameño, dieron su vida por el Perú', finaliza el ensayo de Yábar Acuña.