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Minsa paga más por compras menores de medicamentos
- 30/09/2024 10:51
- 30/09/2024 08:55
Tras la cancelación de la compra conjunta de medicamentos por 146 millones de dólares entre el Ministerio de Salud (Minsa) y la Caja de Seguro Social (CSS), el Minsa ha adquirido varios de los medicamentos faltantes a precios exponencialmente más altos que los montos de referencia fijados en la compra inicial.
Utilizando los precios de referencia de los medicamentos publicados en el pliego de condiciones de la licitación cancelada en agosto, ‘La Estrella de Panamá’ efectuó una búsqueda en el portal de Panamá Compra sobre el precio de los fármacos adquiridos, mayormente en compras de menos de 100 mil dólares.
La compra que se canceló en agosto contemplaba 221 medicamentos distintos, la mayoría de los cuales se han comprado en pequeñas cantidades a precios más elevados que aquellos que se habían fijado de referencia en la compra conjunta.
Los hallazgos muestran, por ejemplo, que la loratadina, un medicamento comúnmente recetado para las alergias, tenía un precio de referencia en la licitación conjunta de 1 centavo por unidad, pero luego de la cancelación, el Minsa pagó en menor escala a 34 centavos por pastilla. El fentanilo, un potente analgésico usado para el dolor, se iba a comprar con base en una referencia de $3.88 y se terminó comprando en $9.28. Así vemos que la insulina glargina, usada por muchos pacientes diabéticos, pasó de $40.39 a $43, de acuerdo con los actos registrados en Panamá Compra.
Otros ejemplos son la amoxicilina, que pasó de $2.55 a $5.54, la azitromicina, de $2.94 a $10.86, y el octreotide 20 mg, que tenía un precio unitario de $490 en la compra conjunta y se terminó comprando por $1.662,30 la unidad.
Que los precios sean más altos al ser comprados en escala menor es algo que todo consumidor conoce, pero cuando hablamos de las miles de compras estatales, los centavos se convierten en millones.
En el pliego de condiciones de la compra conjunta se tenía previsto adquirir 22,7 millones de pastillas de loratadina. Si en dicha compra, algún proponente hubiera cumplido el precio de referencia de 1 centavo, el Minsa hubiera pagado 227.964 dólares. Si tuviéramos que pagar el precio unitario de 34 centavos con el que se adjudicaron compras menores, nos costaría 7.7 millones de dólares satisfacer la misma demanda de pastillas.
¿Por qué se canceló la compra original?
El 13 de agosto, por tuit el presidente de la República, José Raúl Mulino, solicitó al director de turno de la CSS, Enrique Lau Cortés, frenar la licitación por 146 millones de dólares. “Si no pudieron abastecer en 5 años, no lo harán repitiendo los mismos ‘procesos’ en el ocaso de su mandato. Desde el 1 de julio, los procedimientos y la transparencia en el uso de dinero público se respetan”, tuiteó el mandatario.
Una fuente cercana al Ejecutivo reveló entonces a La Estrella de Panamá que uno de los motivos de la cancelación se debió a una mera formalidad. En el pliego de condiciones se solicitó la entrega de un informe de abastecimiento, en lugar de las órdenes de compra que es el trámite reconocido por la Contraloría General de la República.
Lucas Verzbolovskis, de la Asociación de Representantes y Distribuidores de Productos Farmacéuticos (Aredis) compartió también su perspectiva sobre esta licitación.
“El problema mayor de esa licitación es que su pliego estipulaba condiciones altamente irregulares. Ejemplo: había la obligación de entregar 30 días después de la adjudicación sin contrato, ni orden de compra y sin partida presupuestaria y como la entrega tendría que hacerse en víspera de caer en vigencia expirada, eso iba a significar que el cobro de esas cuentas podría tomar un año o más”, afirmó.
Añadió que no han sido llamados a una nueva licitación.
¿De dónde vienen las medicinas?
Durante su reciente visita a Naciones Unidas, el ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, habló sobre acercamientos internacionales para la compra de medicamentos.
“Hemos logrado alcanzar varios objetivos, uno de ellos es el de tener una reunión con el canciller de la India para promover el hub farmacéutico que queremos hacer en Panamá. Y una vez tengamos establecidas las reglas podemos ir a promoverlo a las farmacéuticas de la India”, publicó Boyd Galindo en su cuenta de Instagram.
Aunque Panamá produce algunos medicamentos, la mayoría son fabricados en el exterior y son distribuidos por sus representantes autorizados en el país.
En la investigación de La Estrella de Panamá que revisó los actos públicos se encontró la compra de varios fármacos fabricados en la India. Por ejemplo, se adjudicó la compra de fentanilo de 25 mcg fabricado por Sparsha Pharma, acetilsalicílico ácido fabricado por Emil Pharmaceutical Industries y amlodipina fabricado por Medibios, por listar algunos ejemplos.
También pudimos encontrar amoxicilina de Glaxo Wellcome fabricada en Francia y alteplasa de Boehringer Ingelheim Pharma, de Alemania. Se compraron medicamentos fabricados en España, Suiza y otros países, incluyendo algunos fabricados en Panamá.
¿Cuándo van a llegar las medicinas?
El director nacional de Medicamentos e Insumos para la Salud del Minsa, Eric Conte, afirmó a este medio que han dado seguimiento a la compra de medicamentos e insumos, señalando que “se evidencia la apremiante necesidad de generar un proceso de compras urgente para la adquisición de los mismos, al menos para asegurar la disponibilidad en los almacenes de medicamentos del Minsa lo necesario para completar el periodo que resta de este año”.
Conte dio detalles sobre otra compra de medicinas ejecutada en agosto para suplir la demanda. “En efecto, se realizó la compra para la adjudicación de los renglones de medicamentos, cuyo monto total es por $4.682.247,64.” Detalló que se adjudicaron 80 renglones de medicamentos, entre los que se encuentran antihipertensivos, antibióticos, vitaminas, diuréticos, antidiabéticos orales, insulinas, broncodilatadores, analgésicos, antidepresivos, sales de rehidratación oral, hipocolesterolémicos, soluciones parenterales, entre otros. “Este proceso de adquisición de medicamentos mediante esta modalidad (procedimiento excepcional de contratación), que se inició a finales del mes de agosto del 2024, se espera que la entrega de los medicamentos se haga efectiva en el Almacén de Medicamentos e Insumos Sanitarios del Minsa a más tardar a finales del mes de octubre del presente año, según lo estimado, para luego ser distribuido a los almacenes regionales de salud y estos a su vez a los hospitales y centros de salud”.
Pacientes
Para Enma Pinzón, de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermedades Críticas, Crónicas y Degenerativas, se están repitiendo los mismos defectos que el presidente Mulino cuestionó en la licitación previa.
Enfatizó que son los pacientes quienes sufren las consecuencias de los retrasos.
“Todos los actos demoran. Entre más se demoren en empezar, más demoran en llegar a la farmacia”, apuntó.
En una carta dirigida al ministro de salud, Pinzón listó cientos de medicamentos que se necesitan, muchos en estado crítico de desabastecimiento.
“Es importante recalcar que estos medicamentos no tienen actos públicos desde hace más de dos años, por lo que si esperamos no estar en sobresaltos por desabastecimiento en el 2025, debemos empezar el proceso este mismo mes (septiembre)”, manifestó Pinzón en la misiva.
Para los distribuidores de medicamentos, el problema va más allá de convocar actos públicos.
“El desabastecimiento que existe en la CSS se debe a causas administrativas: no tienen un sistema informático robusto, el sistema burocrático es extremadamente complejo y lleno de detalles absurdos y la administración del Recurso Humano es muy deficiente”, comentó Verzbolovskis, presidente de Aredis. “Así que de nada sirve hacer compras conjuntas o hacer compras a quien sea si la institución no tiene la capacidad de saber cuánto pedir y cuándo pedir. Porque recuerde que a diferencia de lo que sucede a nivel familiar donde si hace falta algo uno puede ir a comprar a la abarrotería de la esquina, aquí esto es imposible porque esos medicamentos - que tienen vida útil definida - necesitan tiempo y programación para ser fabricados y enviados de acuerdo a los estándares de seguridad establecidos”.
Mientras el gobierno abre licitaciones, evalúa propuestas, resuelve apelaciones... los pacientes esperan las medicinas que pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte.