La Ciudad de Saber conmemoró su vigésimo quinto aniversario de fundación con una siembra de banderas en el área de Clayton.
- 01/07/2022 00:00
- 01/07/2022 00:00
La medida como tal para suplir las necesidades de la población asegurada parece buena. Siento que la Caja del Seguro Social (CSS) no tiene capacidad para superar los obstáculos que se presentan con las licitaciones para adquirir medicamentos necesarios para combatir ciertas morbilidades consideradas prioritarias para la población asegurada. Sin embargo, no tengo claro cuáles serán los controles que se tendrán para evitar el abuso, sobrecostos y de alguna manera los juega vivos de quienes quieren aprovecharse. Cuánto le costará al sistema está política, que pretende alivio.
Estas medidas no resuelven el problema de desabastecimiento de medicamentos, creo más bien tiende a profundizar la gran brecha que existe entre un inventario necesario y básicos y la inversión financiera que representará pagar - a precio de mercado - medicamentos que son altamente demandados por la población asegurada. Es fundamental el control, el seguimiento y evaluación permanente de su efectividad versus costos.
Nuestro país es experto en diálogos, claro que conversar e intercambiar conceptos y afinar una buena propuesta es parte de la democracia que debemos practicar por la paz y la solución de los graves problemas que vive la población en términos generales. Sin embargo, los resultados de los mismos a veces parecen curitas mal colocadas que no cumplen su misión y se convierten en decepción y falta de credibilidad, que llevan a la población a sentirse frustrada e incrédula.
Creo que, por falta de voluntad política, de manera histórica se perpetua un sistema perverso, en vez de poner el dedo en la llaga, que es la liberación de procesos que permitan de manera más amplia y eficiente la importancia de medicamentos. Tenemos normas legales que deben ser revisadas y actualizadas o cambiadas drásticamente, que realmente impacte en beneficio de la población, seguir con políticas que perpetua la impunidad y el desabastecimiento en la CSS, es lesivo.
Las intenciones del mecanismo de Naciones Unidas, entiendo es tratar de lograr en la región compras al por mayor con el propósito de ser eficientes, eficaces y disminuir costos para contar con el abastecimiento de medicamentos requeridos, creo que esta propuesta es conveniente para el país considerando el desabastecimiento que percibo se producen entro otros elementos, por la presentación de interminables recursos legales, que se dilatan en el tiempo y que considero atenta con las necesidades de salud de la población.
Medicsol es una medida cosmética que no va a la raíz del problema: la existencia de una mafia de importadores y distribuidores de medicamentos que tienen un lucrativo negocio asegurado gracias a un oligopolio producto de la influencia política que tienen en todos los gobiernos sin importar el partido que esté en el poder. Es la fórmula de socializar los costos y privatizar las ganancias sin importar la salud de la población.
En nada se resolverá el desabastecimiento de medicamentos en la CSS. Precisamente el mecanismo que utilizan estas cinco grandes importadoras de medicamentos es controlar toda la cadena de suministros. Como la ley panameña está hecha a la medida para el beneficio de esta mafia, se prohíbe la compra directa a farmacéuticas o fabricantes, entonces el Estado se ve obligado a canalizar todas las compras de medicamentos a través de estas empresas. Esta mafia tiene el poder, usando tácticas legales, de propiciar desabastecimiento artificial con lo que aseguran un negocio que solo el año pasado significó más de 300 millones de dólares en ganancias con las licitaciones en la CSS.
Esa mesa, como la mesa de diálogo para ver el tema de la seguridad social son tácticas dilatorias, que buscan generar algún nivel de legitimidad en la población. En el fondo subyace una economía política donde el Estado, mediante los gobiernos, se convierte en un instrumento para hacer negocios por parte de estos grupos empresariales, ya sea capturando el presupuesto general del Estado a través de proyectos o mediante la creación de leyes que blindan estos nichos artificiales como es el caso de los medicamentos, pero que también aplica para la salud en general, los combustibles, viviendas, educación, alimentos, etc.
Por qué el Estado, en el período posinvasión ha sido secuestrado por clanes familiares, que, usando las instituciones a su voluntad, han convertido lo que son derechos constitucionales en negocios. Esto que describo es uno de los elementos que ha llevado a la desnaturalización del Estado y de la política. Todos llegan de manera directa o usando a testaferros políticos para ver “qué hay pa' mí”, ignorando las necesidades reales de la ciudadanía y sin el más mínimo interés en desarrollar las fuerzas productivas del país.
Para que algo distinto suceda, debe haber un cambio en la matriz del poder político del país. Este cartel de cinco empresas que controlan las importaciones de medicamentos están infiltradas en las instituciones públicas, partidos políticos, diputados por la libre postulación, además poseen medios de comunicación y tienen muchos brazos en la sociedad civil mediante fundaciones y oenegés que hacen el lavado de cara. Solo con un gobierno que ponga a las personas en el centro de la acción política será posible transformar la naturaleza actual del Estado panameño.