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- 19/11/2023 00:00
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En los tiempos actuales los lideres y las organizaciones han reconocido el papel que juegan las emociones de las personas en la cultura organizativa y cómo estas emociones se transforman en energía vital del clima organizacional.
Pero el verdadero desafío esta en cómo aprovechar esa energía de las personas, para lograr el máximo rendimiento y potencial, impulsando de esta manera movilizar la energía organizacional.
Según Heike Brunch , para liberar y canalizar la energía hay dos estrategias posibles:
Matar al Dragón (moverse hacia la zona de agresión, concentrando la atención, la emociones y el esfuerzo de la gente en una amenaza), o
Conquistar a la Princesa (instalarse en la zona de pasión, desarrollando entusiasmo por una visión excitante de un futuro mejor)
Basándose en la observación de la que energía puede ser positiva si la empresa, proyecto u unidades, se enfrentan a una amenaza existencial como gran dragón, usando al dragón como ilustración de la amenaza.
La amenaza podría ser un competidor peligroso, nuevas tecnologías, bancarrota financiera, un cambio disruptivo en el modelo negocio, entre otros.
Para impulsar a la compañía a la acción, esta estrategia requiere que el dragón y su fealdad sean visibles para todos.Las vulnerabilidades del dragón se definirán, y se establecerá un plan de acción claro sobre quién necesita hacer qué para hacer que el dragón sea derrotado.
Los lideres al usar la energía en este tipo de estrategia primero deben proveer una imagen precisa del problema, cual es el desafío de esa amenaza, de que se trata, cuáles son las implicaciones, proveyendo un panorama muy completo de la amenaza.
La segunda acción deberá ser colaborar con las personas que son capaces de hacer frente a esta amenaza, invitándolos a que se sumen para contribuir a resolver los desafíos.
Ultimo paso: nunca olvidar fortalecer la confianza de las personas que pueden lidiar con esa amenaza y poder canalizar toda su energía en esto.
Esta estrategia se basa en las emociones fuertes y positivas de entusiasmo para impulsar el cambio. Las personas tienen la capacidad de soñar, desear y son capaces de realizar increíbles esfuerzos para lograr sus aspiraciones.
Para involucrar estas emociones fuertes y positivas, los lideres deben crear un claro objeto de deseo (la princesa que se ganará) y hacer que la pasión por la princesa sea lo suficientemente fuerte como para que las personas superen su satisfacción con el status quo.
Esta visión puede ser una gran innovación, un gran crecimiento, una oportunidad excepcional, nuevos clientes, nuevos territorios, entre otros.
Conquistar a la princesa es una forma muy poderosa de desarrollar e impulsar la energía de las personas a realizar logros extraordinarios nunca alcanzados.
La estrategia de conquistar a la princesa requiere del manejo de las emociones al transformar las emociones débiles, negativas, de decepción y frustración en emociones de entusiasmo, lo cual requiere un camino largo y sostenido del ideal.
Matar al dragón requiere de un liderazgo que sea agresivo, de alta energía, valiente, para dar confianza a las personas, a la medida que avanzan contra la amenaza.
Conquistar a la princesa exige un liderazgo más gentil, alentador, empático y sereno, de una visión o ideal claramente definido.
Matar al Dragon o Conquistar a la Princesa no es un estilo de liderazgo, no son rasgos personalidad, no se trata de ser agradable, se refiere a una estrategia para impulsar la energía de las persona , equipos y/o unidades a enfrentar una amenaza o conquistar un ideal.
Como coaches acompañamos a nuestros clientes en procesos de aprendizajes que les permitan liderar a sus equipos y movilizar esa energía de la personas en una energía colectiva, para afrontar los desafíos de los nuevos tiempos
Les comparto estas líneas que representan mi forma de ver el mundo desde “mi mirada”, tomando palabras propias, así como inspiradas por otros, desde un lugar de humildad y empatía, aceptando el desafío de que para poder pensar debo aceptar el riesgo de que podría ser ofensivo a otros, confiando de que este no sea tu caso.
El autor es Coach PCC (Professional Certified Coach) por ICF, Vice-Presidente de ICF Capitulo Panamá.