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- 18/03/2024 00:00
- 17/03/2024 18:30
Una mujer (36 años) apareció desnuda, en un cementerio, en la provincia de Chiriquí. Había perdido parte de la masa encefálica después de haber sido golpeada y abusada sexualmente.
Transeúntes la trasladaron a un hospital, pero perdió la vida. Era madre de seis niños. Es es una de las 211 historias de femicidio que se han dado en la última década. Su asesinato ocurrió en junio de 2019.
Por cada mujer asesinada, un niño, niña o adolescente queda huérfano. Un poco menos de la mitad de las víctimas de femicidio tenían niños. Otra parte importante no tenía registros. Así que no se sabe si tenían o no. Pero, al menos, 216 perdieron a su mamá por crímenes de género. Así lo establecen las estadísticas del Observatorio de Femicidios de Panamá.
Además del dolor de la pérdida de la víctima, los parientes deben enfrentarse a la crianza de los niños y adolescentes. La guarda y custodia de los menores cuyas madres son asesinadas se le asigna a un familiar cercano. Uno que esté en la capacidad de cuidarlo y garantizar sus derechos, explicó Teresita de Arias, quien como diputada impulsó importantes leyes para la protección de las adolescentes embarazadas y la paternidad responsable.
Los niños y adolescentes que presencian la muerte de la madre requieren de atención y terapia psicológica. Los que no presencian la pérdida también requieren el tratamiento. Las autoridades deben darle seguimiento a estos para garantizar el bien superior del menor, recomienda De Arias.
La patria potestad se adjudica a un miembro de la familia que se ofrezca como voluntario y que sea avalado por un juez. En muchas ocasiones son las abuelas o tías maternas. En caso que no existan familiares quedan bajo la tutela del Estado, quien los coloca en albergues.
Un 73% de los femicidios – según las estadísticas del observatorio – son causados por parejas o exparejas. Otro 17% por un conocido o familiar cercano. El resto son provocados por otros. La mayor parte de los crímenes de género ocurren en la provincia de Panamá (30%), Panamá Oeste (18%), Colón (13%) y Comarca Ngöbe Buglé (8%).
El femicidio es reconocido como la forma más extrema de violencia de género. Es entendido como un acto de los hombres para obtener poder, dominación o control de la mujer. Están asociados a la postura dominante del hombre sobre la mujer, un tema cultural que viene de los antepasados y que aún permanece arraigado en la sociedad panameña.
“Los cambios y libertades que están experimentado las mujeres rompen con los modelos patriarcales del pasado, donde existían un conjunto de roles con los que tenía que cumplir la mujer. Las reacciones machistas a esto generan violencia doméstica, que puede conllevar al femicidio”, explicó José Lasso, sociólogo y catedrático universitario.
La tipificación de femicidio fue incluida en el Código Penal en 2013, mediante la Ley 82 del 24 de octubre. En dicho artículo se especifica que la condena por femicidio es de 25 a 30 años de prisión.
Aunque, las 19 mil unidades de la Policía Nacional están preparadas para intervenir en este tipo de casos, la violencia de género persiste como una sombra nefasta que amenaza la vida de las mujeres.
Según el informe anual: “Femi (ni) cidios bajo la lupa en América Latina y el Caribe”, en el año 2023, se documentaron 4599 tomando en cuenta 16 países de América Latina. Esto equivale a al menos 12 por día en la región. Es decir, un feminicidio cada 2 horas.
Brasil encabeza la lista con la mayor cantidad de crímenes registrados, alcanzando 1706, lo que representa el 37.1%. Le sigue Guatemala con 601 casos, abarcando el 13% del total y Colombia con 524 durante el 2023, siendo el 11% del total. En contraste, Panamá presenta la menor cantidad de casos registrados (15), es decir, un 0.33%.