Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 24/07/2024 11:13
- 23/07/2024 19:44
Luego de que el presidente de la República, José Raúl Mulino, anunció el nombramiento de Miguel Antonio Bernal, como coordinador de un equipo que se encargará de “reformar el tamaño” del gobierno panameño, el abogado constitucionalista le explicó a La Estrella de Panamá, la visión que posee sobre el proceso constitucional.
El presidente me ha honrado con la labor de contribuir a la modernización del Estado, mediante un proceso de reconstitucionalización y reinstitucionalización.
La reducción del tamaño del Gobierno va de la mano con la modernización del Estado, mediante una nueva Constitución, son dos alas de un mismo pájaro. No se puede modernizar el tamaño del gobierno si no se corrigen cosas como el abultamiento burocrático, la desigual redistribución de la riqueza, la impunidad, la falta de herramientas que incentiven la participación ciudadana y la corrupción.
No, porque la actual Constitución es la matriz de la corrupción en el país. Este país tiene casi 52 años de no poseer una Constitución Nacional, porque una Constitución impuesta no puede ser Constitución. No estamos en el siglo XVI. Se han hecho múltiples reformas a la Constitución de 1972 y no han servido para permitir el progreso que el país necesita.
No he tenido tiempo de sentarme a conversar con el presidente sobre este tema. La idea sería un equipo con designados de todos los ministerios.
Por el momento, sería una comisión gubernamental, pero la idea es, que en su momento, se incluirán a todos los sectores de la sociedad.
Hay que hacer el diagnóstico de la situación, para luego determinar el procedimiento. Esto no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana, se debe abordar sin prisas, pero sin pausas.
Definitivamente, originaria. Para mí, la paralela no existe y yo no voy a cambiar mi postura.
Él lo dijo en campaña ya varios periodistas. Estamos hablando de un proceso originario, que va a ser muy similar al que Panamá ya conoció en 1946.
Se tiene la intención de establecer un calendario que arrancaría en 2025, ya que, en estos momentos, tenemos problemas más urgentes, como la falta de agua, el tema de la Caja del Seguro Social y la minería.
Es importante recordar que todo esto es un borrador, pero la idea es iniciar con un proceso mínimo de nueve meses, al cual se denomina “alfabetización constitucional”, en el que divulgaremos todo lo que se tenga que divulgar para que la población esté bien informada. , para hacer nacer un sentimiento constitucional que en este país no existe.
Los ciudadanos quieren participar en este debate y lo han demostrado, solo que no se les dan las herramientas para hacerlo, sin necesidad de salir a las calles y vamos a dárselas. Si no hay participación de la ciudadanía, nadie va a estar en capacidad de que esto salga adelante.
La población necesita saber sus derechos, deberes y responsabilidades en todo esto y, partiendo de eso, entonces podremos trabajar.
La Constitución que se va a hacer tiene la obligación de ser de todos, para todos y hecha con todos. Ningún sector de la sociedad puede estar excluído.
Viene la fase de diseñar el procedimiento que vamos a establecer para elegir a los constituyentes, que no son diputados, sino que son constituyentes y hago mucho énfasis en eso.
La idea es que todos los ciudadanos que llenen los requisitos puedan participar en la escogencia de quienes van a conformar la Asamblea Constituyente, electa democráticamente.
Tenemos que establecer los requisitos necesarios para que haya un principio básico de igualdad ante la ley. No se le puede dar privilegios a los partidos políticos, las candidaturas tienen que ser por igual, es algo que se debe conversar.
La idea es que sean provinciales y nacionales, con un número mucho menor al que conforma la actual Asamblea Nacional. Si depende de mí, yo creo que con 41 estamos bien.
Yo sé que esto no va a caer bien, pero me gustaría evitar que quienes hayan tenido algún tipo de mando o autoridad, en los últimos años, puedan ser constituyentes. Permitir eso sería llevar el veneno a un proceso que no queremos que termine envenenado. Podrán participar gente de partidos, sí, pero siempre que no hayan tenido algún cargo con mando y jurisdicción. Todo el que haya sido alcalde, diputado u otro cargo, debería quedar fuera.
Esas ideas están andan circulando por allí, pero son mentira. Los constituyentes solo van a tener la potestad de debatir sobre el proyecto del nuevo texto constitucional, durante un periodo que, para mí, no debería rebasar los 60 días. Una vez que terminen su mandato, se van para su casa.
Es más, me gustaría que no pudiesen ocupar un cargo público durante los próximos 10 años, pero reitero que estas ideas son solo un borrador.
La idea es arrancar el próximo año y tenerla lista en el 2027, después de que se someta a votación popular. Vamos a utilizar el 2028 para divulgarla y que entre a regir en el 2029, con el nuevo gobierno. Así no creamos traumas, en los adversarios de este proceso.
Lo que queremos es respetar los resultados electorales de 2024. No le vamos a cortar el mandato a nadie y eso hay que divulgarlo, para evitar que se piense que esto va a alterar el orden.
Lamentablemente, sí, se le pueden hacer algunos cambios, pero sería la actual.
Porque en esta ocasión no estamos en manos de 'Nito' ni de Varela. Pienso que Mulino sí entiende la importancia del tema.
Creo que hay un sentimiento generalizado de que en el país deben cambiar muchas cosas, solo es cuestión de calibrarlo. Esto no va a ser fácil, pero creo que el panameño sabe que es necesario manejar el Estado con otra metodología, una más transparente y con rendición de cuentas.
Pienso que el saqueo perpetrado por el anterior gobierno es motivo suficiente para que las personas sepan que las reglas del juego deben cambiar.
Es evidente que habrá algo de incertidumbre, pero nosotros somos parte de una sociedad mundial y tenemos la responsabilidad de administrar el Canal, bajo los estándares del mundo moderno, no los que establece una Constitución de 1972.
En nuestro equipo de trabajo van a haber personas del Ministerio de Economía y Finanzas y avanzaremos paso a paso.
Lo que queremos es una Constitución que respete la dignidad ciudadana, ya lo del modelo económico o político es otra cosa. Buscamos que las cosas se hagan como decidir las grandes mayorías.
La actual Constitución establece un modelo ultra presidencial, queremos avanzar hacia algo semipresidencial. Acá no se puede promover la autocracia, pero esa decisión le corresponderá a la ciudadanía.
Mi deseo es que caminemos hacia una verdadera república, para que las instituciones sirvan al ciudadano, en lugar de servirse de él.