Isaías Ramos: La paz social en Azuero está en riesgo con el proyecto cerro Quema

Organizaciones ambientales consideran una “contradicción” que a las puertas de una sequía como resultado del fenómeno de El Niño, se abra la posibilidad de retomar la minería en cerro Quema, península de Azuero. Un proyecto que pondría “en peligro” las fuentes de agua.

“Esa zona, de acuerdo con los propios informes del Ministerio de Ambiente, muestra que va a presentar una disminución en la cantidad de agua, esto sin ningún proyecto minero”, advirtió en “Portada” de La Estrella de Panamá, Isaías Ramos, biólogo y técnico del Centro de Incidencia Ambiental (Ciam).

El ambientalista considera que el gobierno “desbarata con los pies lo que hace con las manos”, en referencia a los $35 millones destinados a atender la emergencia por sequía para proteger la producción agropecuaria. En el caso de Azuero, es una región que sufre carencias en sus fuentes de agua.

Ramos explicó que la parte alta de los cerros en Macaracas y Tonosí, son zonas de alto estrés hídrico que oscila entre la sequía más aguda y graves inundaciones. Una situación que, recalcó, se agrava al tratarse de un área de alta productividad agrícola y con poblaciones cercanas. Según el biólogo, este panorama ya se advertía en el estudio de impacto ambiental, elaborado hace ocho años.

Puntualizó, además, que en el estudio se establece la relación entre las toneladas de tierra que se moverán por día para la operación y la cantidad de cianuro utilizado en el tratamiento de las pilas para extraer oro y plata. En el documento se indicaba que para este tipo de operación “el gobierno no tenía la capacidad técnica para darle seguimiento”.

El estudio, además, detallaba las repercusiones en las zonas alta, media y baja de toda la cuenca, hablamos de los ríos: Tonosí, Güera, Oría; incluyendo el área protegida de Cañas y todas las áreas costeras que son altamente turísticas, dijo. Agregó que el especialista que hizo el estudio consideró que todos esos aspectos no hacían posible el proyecto, y que se debía revaluar.

A esto se suma, argumentó Ramos, la carencia histórica de políticas de Estado en seguridad alimentaria, y que el proyecto cerro Quema “ahondaría” el riesgo alimentario del país, porque Azuero es una de las principales zonas productivas.

“Que tipo de apoyo siente el productor santeño cuando sus fuentes de agua están en riesgo. Si no tiene agua, ¿cómo van a sembrar?, se preguntó.

Ramos pidió al gobierno “recapacitar” y rechace el proyecto. Dijo que los “beneficios económicos” de una explotación de este tipo “no van a compensar” el daño social y ecológico en el área.

“Se habló de una frase de que se estaba comprando paz social, ahora la paz social en Azuero está en riesgo por un proyecto que no comprende los mejores intereses para esa región y, a su vez, va a traer un problema a mediano y largo plazo”, dijo. Una mayor escasez de agua y alimentos podría llevar a mayores tensiones sociales en el área, remarcó.