La reunión de este miércoles 13 de noviembre en la Casa Blanca entre el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario electo, Donald...
Integración y alineación de equipos a través de un proceso de coaching sistémico
- 22/10/2023 00:00
- 22/10/2023 00:00
En este artículo busco ilustrar los logros y resultados positivos para un equipo en formación, al realizar una intervención de coaching sistémico. La intervención se realizó en una provincia del interior, donde existe un grupo de mujeres cuya pasión por el folklor las ha unido a las que llamaremos “sistema folklórico” y fue con ellas que se realizó la intervención de formación y coaching sistémico.
¿Que entendemos por un sistema social? Es el encuentro de al menos dos personas que tienen un propósito común en el marco de esa relación. Las personas participamos de diferentes sistemas sociales, cada sistema social tiene un propósito por el cual existe, cada sistema social requiere que las personas asuman roles funcionales, y que esos roles generen contribuciones para darle vida al propósito.
El sistema folklórico, necesitaba tener más claridad sobre el propósito para estar unidas y entender cuáles acciones deberían tomar como sistema para alcanzar el objetivo de salvaguardar las tradiciones y la cultura.
Para clarificar su propósito se les plantearon tres preguntas esenciales: ¿qué hacen?, ¿Para quién lo hacen? Y ¿para qué lo hacen? Una vez definidas estas tres preguntas esenciales, se les presentó los conceptos a utilizar tales como: personas, sistema, roles, propósito y contribuciones, y dos estados relacionados a cómo juegan estas relaciones, uno llamado “suficiencia” que es cuando la persona se siente apta para estar en esta relación y construir con el otro, y “desamparo”, cuando la persona tiene la sensación de no sentirse seguro en la relación, ni en condiciones de co-crear con los demás.
Si la persona está en desamparo se alejará del propósito del rol para tratar de balancear el propósito del autocuidado. En el caso del sistema folklórico, las mujeres se perciben en suficiencia para co-crear entre ellas y se acordaron comportamientos para cuidarse mutuamente y así cuidar el clima del sistema para poder desempeñarse cada uno según su rol.
Construyendo las bases del equipo, un elemento clave de éxito es fortalecer la autoconfianza en las capacidades y destrezas para seguir construyendo el “sistema” y co-crear juntas una identidad cada vez más fuerte. A través de un ejercicio llamada “Los Tesoros”, se les invita a mirar el pasado y aquellos momentos claves de su vida y reflexionar sobre qué aprendieron de esas experiencias, enumerar los logros y aprendizajes obtenidos, lo que les dio recursos y herramientas útiles para construir el futuro del sistema y su vida personal.
Concluyeron que juntas son más fuertes para cuidar y proteger las tradiciones folklóricas y proveer a sus familias. Se reconocieron como mujeres resilentes, luchadoras y reconocieron el valor de haber hecho el alto para pensar en esas lecciones aprendidas y contribuir así a la consolidación de este sistema folklórico.
El paso final del proceso fue alistarse para los siguientes pasos, enumerando dos, máximo tres acciones como objetivos específicos, con un límite de tiempo y delimitando el resultado deseado.
El plan de acción fue co-creado y consensuado entre todas las mujeres. Se finalizó esta hermosa intervención con un ritual donde todas las integrantes del sistema folklórico, formando un gran circulo hicieron un compromiso individual de cómo cuidar el sistema, ahora más fortalecido, alineado e interconectado.
Realizar una intervención grupal utilizando herramientas del coaching sistémico, permite a los equipos tener claridad sobre el propósito común y su identidad, la contribución de sus miembros, definiendo de forma intencional comportamientos para autocuidarse, valorar las contribuciones de cada persona y acordar acciones para lograr los objetivos establecidos y celebrar juntos los logros.
La autora es miembro de ICF Capítulo Panamá.