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- 29/07/2022 00:00
- 29/07/2022 00:00
Una burla más de la justicia panameña hacia la ciudadanía. Es inaudito que después de meses de espera, esta audiencia sea cambiada por presentar los abogados convenientemente incapacidades y, peor aún, es trasladar la fecha para dentro de dos meses. La casualidad es que ya hemos visto en otros juicios a enfermos mientras los juzgan y saltarines cuando los absuelven. Nuestra justicia no es tan ciega.
Por supuesto que son tácticas dilatorias. No es la primera vez que casualmente las enfermedades llegan en medio de un juicio. También estoy segura de que el 12 de septiembre, oportunamente, aparecerá otra incapacidad.
Es la oportunidad de demostrar que es un poder imparcial, el inicio de la transformación de nuestro sistema de justicia. Odebrecht ya fue resuelto en todo el continente, en cada país que participaron fueron sentenciados todos los culpables. Ya ellos declararon todo el dinero que pasó por nuestra banca, nuestro país, y quiénes fueron los involucrados, hay panameños detenidos en otros países. Aquí no podemos tener un resultado muy diferente con tantas evidencias y pruebas de primera mano.
Lo que sabemos es que todos sus contratistas eran parte del esquema de corrupción que estableció la empresa en toda Latinoamérica. Panamá no fue la excepción, los gobiernos han omitido información a la opinión pública, y en estos momentos tan sensibles para el país considero que todos los detalles deben ser conocidos por la ciudadanía, que hoy protesta, levanta su voz y quiere generar un cambio profundo en nuestra sociedad. Por ello, apoyamos las iniciativas ciudadanas en contra de todo aquel que se robe los fondos del país para su beneficio propio y esperamos, sin duda, que luego de este juicio queden tras las rejas todos aquellos que fueron parte de este saqueo al dinero del pueblo, sin importar qué alta posición haya tenido previamente.
La corrupción se ha vuelto un gran cáncer para los países. Panamá no escapa de esta realidad. Funcionarios que se han enriquecido a costa del dinero del pueblo panameño, nepotismo e impunidad. Odebrecht fue una gran universidad de corrupción, despilfarro y enriquecimiento ilícito. Este juicio debe tener un resultado que aliente a toda la ciudadanía a creer en el poder judicial y nuestro sistema. No hay espacio para la impunidad, así lo han demostrado los sistemas de justicia de otros países, y el nuestro debe seguir el ejemplo y realizar un juicio público, transparente, y que demuestre que nuestra justicia no responde a intereses individuales, sino a la verdad.
Lo ocurrido era de esperarse, sin embargo la fecha alterna será para septiembre de este año. Es decir, que la fecha alterna siempre permitirá que todas las partes sean notificadas, y que la misma se pueda realizar. Esto lo permite la ley, y al final esperamos que se realice en esa fecha.
La ley permite el uso de excusas médicas y de instrumentos legales para garantizar el mejor servicio de los intereses de cada cliente por parte de su abogado.
Debe ser un proceso histórico, dentro de los más importantes desde el nacimiento de la República. Se busca sancionar y declarar responsables a todos aquellos que se han enriquecido de los fondos públicos y de los cargos que ejercían dentro de la cosa pública.
Creo que no, pero sin duda no representa algo de qué enorgullecerse, muy por el contrario. Fue un esquema criminal donde muchas personas demostraron desprecio por el pueblo panameño, al ejecutar este delito contra la administración pública.
La justicia panameña está a prueba, con un proceso de esta envergadura. En otras latitudes, presidentes, expresidentes, funcionarios han terminado en la cárcel y con la confiscación de los bienes mal habidos. Si Panamá no resuelve este caso, se irá desmoronando cada vez más la confianza ciudadana en el poder judicial y su función en un país democrático.