La importancia de la motivación en la enseñanza del idioma inglés

La motivación es un factor determinante que influye poderosamente en el aprendizaje del idioma inglés. A lo largo de mis años de carrera, como docente en la Universidad Especializada de las Américas, he notado que al mantener constantemente motivados a nuestros estudiantes, el proceso de enseñanza-aprendizaje es más espontáneo, dinámico, eficaz y duradero.

A continuación describiré la importancia de la motivación durante la enseñanza del idioma inglés en tiempo de pandemia, desde dos grandes perspectivas: la motivación intrínseca y la motivación extrínseca.

Primero, la motivación intrínseca son aquellos elementos propios del individuo, como el esfuerzo, el deseo de aprender y de enseñar. Segundo, la motivación extrínseca es cuando el docente anima, orienta al estudiante a aprender, felicita sus logros y lo guía a superar sus debilidades.

Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje trato siempre de analizar qué tan motivados están los estudiantes durante mis clases. He observado que la mayoría sienten temor las primeras semanas, por dos grandes razones: primero, la gramática, y segundo, el temor a equivocarse cuando hablan frente a sus compañeros.

Si no existe motivación al momento de hacer algo, no se obtendrán grandes resultados. Muchas teorías del aprendizaje sostienen que la gramática debe enseñarse de forma natural, es decir aprender tal cual se aprende la lengua materna.

Por ejemplo, cuando estamos pequeños, decimos “la casa blanca”, jamás nos damos cuenta de que (la) es un artículo, que (casa) es un sustantivo y que (blanca) un adjetivo.

1. Utilizar recursos visuales donde los alumnos puedan relacionar el uso y forma de la gramática por medio de imágenes. Por ejemplo, en los estudiantes de licenciatura en doctorado profesional en optometría, cuando enseño el presente progresivo les presento una imagen con una situación específica relacionada con la carrera, y logran reconocer de forma visual partes de la oración y aprenden la gramática de forma más fácil y divertida.

2- A través de actividades orales aplicando lo aprendido: ellos logran internalizar el contenido y reforzar la fonética (pronunciación). En este punto, leemos, analizamos lecturas cortas y a partir de una pregunta general básica, se logra que los estudiantes puedan aplicar la gramática de forma sencilla y dinámica.

3- Creando juegos didácticos online según el tema y la especialidad. En este punto utilizo una herramienta didáctica online y desarrollo una actividad basada en gramática técnica, y ellos, por medio del juego y la repetición, logran internalizar y aplicar contenidos.

Sin embargo, ¿qué pasa cuando los estudiantes se equivocan al momento de estructurar una oración gramatical de forma oral? En este caso, motivarlos y enseñarles que del error se llega al aprendizaje óptimo y duradero. Es decir, les demuestro a través de la motivación, que estamos en una etapa de aprendizaje colaborativo-colectivo donde somos un solo equipo y así podemos aprender juntos.

Si no motivamos a nuestros estudiantes, ¿cómo lograrán aprender? La motivación influye también en los procesos cognitivos y afectivos durante una acción educativa. Al estar desmotivados, será difícil asimilar un contenido e impedirá que el cerebro realice su trabajo.

Al estar desmotivados, los estudiantes se aprenden un tema determinado, simplemente para el momento, y a largo plazo, ya lo han olvidado. A modo muy personal, considero que no solo se debe planificar una clase basada en el conocimiento o contenidos de aprendizaje, sino también incluir actividades motivadoras y afectivas que ayuden a los estudiantes a fortalecer sus ganas y deseos de aprender inglés, como por ejemplo ¿por qué estoy aprendiendo? ¿Para qué lo estoy aprendiendo? ¿Cuáles serán mis resultados a mediano plazo?

Debe haber motivación de ambas partes, pasión por enseñar, deseos de aprender y ser conscientes de que no solo aprendemos para el presente, sino para el futuro.