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FAO: “Urge adoptar medidas efectivas para mitigar los efectos de las sequías”
- 17/06/2023 00:00
- 17/06/2023 00:00
Este 2023 la sequía afectó a varias regiones del mundo. Panamá no fue la excepción. Esto representa un grave problema para la economía y el desarrollo de los pueblos, sobre todo, en los países donde la siembra y la producción agrícola representan una de las principales fuentes de ingresos, que permiten que las personas de escasos recursos puedan llevar el sustento a sus hogares. Aunque bien es cierto que cada vez son más las naciones ricas afectadas. De hecho, las previsiones estiman que para 2050 las sequías afecten a más de las tres cuartas partes de la población mundial, según datos oficiales de la Organización de las Naciones Unidas.
Por esta razón, hoy más que nunca se requiere de la adopción de políticas de Estado que ayuden neutralizar la degradación de los suelos y donde todos los organismos involucrados asuman el compromiso para el logro de este objetivo que garantice el disfrute de todos los recursos que la madre naturaleza brinda.
Durante los primeros cinco meses del año, Centroamérica se enfrentó a un fenómeno de El Niño (fenómeno océano-atmosférico que se caracteriza por el calentamiento anormal de las aguas superficiales del mar) de “severo a moderado” que exacerbó la sequía, lo que supuso un riesgo de inseguridad alimentaria de millones de personas, declaró la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En Panamá este fenómeno afectó varios puntos del país. Debido a las altas temperaturas y la falta de lluvias hubo una disminución de la producción de agua para el consumo humano y la actividad agrícola, así como también para el Canal de Panamá.
Ante esta situación el pasado mes de mayo, el Consejo de Gabinete declaró Estado de Emergencia Ambiental en todo el territorio nacional frente a la sequía prolongada como consecuencia de la crisis climática que afecta al mundo.
La resolución del Ministerio de Ambiente advirtió que los lagos artificiales Alhajuela y Gatún que abastecen de agua a más de la mitad de la población del país y a la vía interoceánica, fueron afectados de manera drástica por la prolongación de la estación seca.
Ligia Castro, directora de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), destacó que estos escenarios permiten tomar decisiones basados en la ciencia para enfrentar los efectos del fenómeno y señaló que Panamá es uno de los países altamente vulnerables a los cambios climáticos a pesar de ser uno de los tres países del mundo carbono negativo en el mundo.
Los Escenarios de Cambio Climático para Panamá (2030, 2050, 2070), desarrollados por el MiAmbiente establecen claramente que las temperaturas del país aumentarán y las precipitaciones en cuatro regiones climáticas van a disminuir.
Destacó que la región Occidental, en la provincia de Chiriquí, centro de producción agropecuaria del país, se pronostica disminución de precipitaciones.
En cuanto al ascenso del nivel del mar en 2050 identificó las poblaciones que se verían afectadas en las costas panameñas con este fenómeno, pero advirtió que naciones como Países Bajos han podido enfrentar este fenómeno sin perder parte de su territorio, por lo que propuso un convenio con este país para conocer más de su experiencia.
El Arco Seco panameño, que abarca áreas del suroccidente del país, es el territorio con menor precipitación anual en Panamá. Se le considera parte del Corredor Seco Centroamericano aunque no tenga una continuidad territorial con este, de acuerdo con la FAO.
América Central tiene “un potencial agrícola grande” y fenómenos como El Niño suponen “un reto y una oportunidad”, destacó a EFE, Adoniram Sanches Peraci, coordinador subregional para Mesoamérica y representante de la FAO en Panamá y Costa Rica.
La sequía en esta zona del país ha sido dura y se ha prolongado más de lo habitual, explicó a la agencia el vicepresidente de la Asociación de Ganaderos (Anagan) Ramiro Barrios, en un potrero de Azuero, lleno de pasto amarillento y seco, y de vacas en los huesos.
“Ya se nos han terminado todas las reservas de comida, se nos está acabando el agua en los potreros (…) queremos ver cuáles son las opciones que tenemos para estas semanas que vienen todavía secas, para poder prevenir y no nos pase lo mismo el año que viene”, agregó.
Según un comunicado, Mario Lubetkin, subdirector general y representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe, dijo que las sequías, inundaciones, tormentas y plagas han existido desde siempre, pero en los últimos años, está sucediendo con mayor frecuencia e intensidad. La necesidad de adoptar medidas efectivas para mitigar los efectos de estas amenazas en la agricultura es imperante; y la cooperación sur-sur y la cooperación sur-sur y triangular brindan grandes oportunidades de soluciones compartidas más eficientes e innovadoras.
“Estamos frente a grandes desafíos que requieren una combinación de enfoques que van desde la investigación y la educación hasta la implementación de políticas; y debemos actuar de manera preventiva y colaborativa” señaló.
Berta Alicia Olmedo, subdirectora del Comité Regional de Recursos Hidráulicos, realizó un monitoreo sobre el comportamiento de las lluvias en el país y destacó que en algunas regiones del país se mantiene una prolongación de la estación seca afectando la producción agropecuaria.
Reconoció que la desertificación y la sequía son cuestiones que tienen una dimensión mundial y que afectan a todas las regiones del mundo.
Por ello, la Organización de las naciones Unidas al conmemorarse el Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía este 17 de junio, hace un llamado para que toda la población mundial cree conciencia de la importancia que tiene para la humanidad abordar y dar soluciones a estos dos problemas, los cuales representan graves desafíos para el presente y futuro del planeta.
Este año, el tema es: “Mujer. Sus tierras. Sus derechos” y hace especial hincapié en la idea de que invertir en la igualdad en el acceso de las mujeres a la tierra y a los bienes asociados es una inversión directa en su futuro y en el futuro de la humanidad.
Es hora de que las mujeres y las niñas se sitúen a la vanguardia de los esfuerzos mundiales en la recuperación de la tierra y en la resiliencia a la sequía.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 17 de junio “Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía” mediante su resolución A/RES/49/115, aprobada en diciembre de 1994.