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- 31/08/2011 00:00
- 31/08/2011 00:00
La mañana del 7 de enero de 1941, el Embajador de EU en Panamá, William Dawson, fue a conversar con el Presidente Arnulfo Arias. ¿Tema original? El gobierno de EU quería colaborar para mermar la campaña de propaganda que, contra el Gobierno de Panamá, malherían algunos periodistas norteamericanos. ¿Tema final de la conversación? El Gobierno de los EU buscaba que el Gobierno de Panamá firmase los contratos de arriendo para el establecimiento de bases aéreas, reflectores, detectores, etc. en territorio panameño, fuera de la jurisdicción de la Zona.
--Señor Presidente, nos urge firmar esos contratos, emplazó el Embajador.
--Panamá no puede firmar esos contratos, repuso Arias sin tapujos.
El Presidente recriminó que, de ninguna manera, puede firmar eso, y menos por plazos perennes como los quería el Departamento de Estado y las autoridades militares de la Zona del Canal. Esto no significaba que el Gobierno de Panamá se rehusase a prestar la colaboración que creía de rigor, en la obra de defensa del Canal. ¿Qué fundamentaba la propuesta de EU? Resulta ser que, si bien, Harmodio Arias, hermano mayor de Arnulfo, había logrado el Tratado de 1936, con la eliminación de la intervención militar de EU en Panamá, también fueron aparejadas otras cuestiones que, con la entrada de la guerra, EU vendría a interpretarlas ahora. En noviembre de 1940, es decir, dos meses antes de la citada conversación entre Arnulfo Arias y el Embajador de EU, ya el diplomático norteamericano había iniciado negociaciones tendientes a obtener áreas dentro del territorio panameño, para construir bases. De acuerdo con la propuesta, las tierras serían devueltas a Panamá, cuando EU no las necesitara más. Y eso podría durar casi mil … sí … casi mil años. La oferta inicial proyectaba 999 años y luego declinó a 99. La insólita propuesta hace pensar que se corrigió un error mecanográfico. Ya en diciembre de 1940, Arnulfo Arias había objetado las pretensiones del gobierno de EU. Argumentó que en caso de conflagración bélica, nuestro territorio devendría en ‘campo de combate’, y que no era aceptable consentir en un número indeterminado, la cantidad de hombres norteamericanos alojados en las instalaciones; exigía además, que EU pavimentara una carretera, y que, en lugar de 99 años, se debían pactar ‘términos de arrendamiento cortos’, que no sobrevivieran más allá del periodo presidencial.
Esa mañana, en la conversación (que no superó la media hora), el Embajador de EU también se dispuso a ser franco y directo cuando prosiguió:
--El Departamento de Estado no está dispuesto a dar al Gobierno de Panamá ninguna compensación económica.
Su posición definitiva fue que esa decisión de Washington, sería la última. Entonces Arias, muy directo y sin mayores miramientos también, exclamó que ‘el Gobierno de Panamá tampoco puede acceder a la cesión solicitada en las condiciones propuestas por las autoridades norteamericanas’; Y ya con menos circunspección, retrucó que en estas circunstancias, siendo Panamá un pequeño país, sin ostentosos recursos materiales, ni medios adecuados para defenderse, las autoridades militares de la Zona del Canal podían --si lo creían conveniente y si querían romper con la solidaridad internacional--, vulnerar los derechos de Panamá como República, libre e independiente y ‘efectuar la ocupación solicitada por la fuerza’. Arias resintió como inadmisible, que EU a más de desconocer los derechos libres y soberanos de Panamá, se negase a conceder una compensación razonable o juiciosa, por la cesión de terrenos solicitados por los EU y que Panamá estaba dispuesta a consentir pero sin menoscabo de su soberanía y en condiciones razonables. El Embajador desapareció por la puerta.
Cuarenta días después de esta conversación (el 18 de febrero de 1941), el gobierno de Arias formalizó al Presidente Roosevelt, un racimo de ‘12 demandas’ planteadas por el gobierno de Panamá a EU. Arnulfo no alcanzó a verlas cumplidas durante su gobierno porque, ocho meses más tarde, fue arrojado de la Presidencia; pero el 18 de mayo del año siguiente (1942) las demandas fueron aceptadas. En esta fecha, anunció la Cancillería panameña la firma de un convenio con EU, por el cual Panamá concedía en arrendamiento, ciertas áreas de terreno pero también, de manera paralela y por un canje de notas, el gobierno de EU accedía a las ‘12 solicitudes’ formuladas por Panamá. Una de ellas, por cierto, era la construcción de un puente sobre el canal. Debió crecer toda una generación de jóvenes de 20 años, para que esta promesa se viera cumplida. Dos décadas después de estas enrevesadas negociaciones, finalmente un Puente sobre el canal de Panamá, fue inaugurado a inicio de la década de los sesenta. Arnulfo Arias lo revivió en su discurso de regreso a Panamá, en 1978: ‘El Puente de las Américas aún estaría en veremos si no hubiéramos recibido el apoyo del pueblo cuando presentamos los ‘doce puntos’ a los Estados Unidos de América.’