El BID identifica los desafíos y las oportunidades de Panamá

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó su informe “Panorama de oportunidades para Panamá”, cuyo crecimiento de los últimos 15 años en promedio fue de 6,7% y cerró 2023 en 7%.

En el análisis, BIDeconomics identificó los principales desafíos que enfrenta el país en tres pilares y compartió las recomendaciones basadas en las mejores prácticas internacionales, para que el país sea inclusivo y sostenible en el tiempo.

El mapa de oportunidades se focalizó en pilares temáticos, como desarrollo humano, impulso a la productividad y modernización institucional; mientras que en los desafíos se encuentran los desequilibrios territoriales, un limitado espacio fiscal, y las deficiencias en el gasto social que han resultado en marcadas y persistentes disparidades en el nivel de vida de los panameños.

Para subsanar estos desafíos, el BID, en el caso del primer pilar de desarrollo humano, promueve un estado de bienestar alcanzable, y para hacerlo realidad, los mayores esfuerzos deben encaminarse a los más desfavorecidos.

En el primer subpunto, el BID destacó que los registros asistenciales carecen de información detallada para evaluar mejor la vulnerabilidad de cada hogar frente a diferentes tipos de choques, como eventos climáticos extremos, crisis alimentarias o pandemias.

En 2021, la pobreza infantil fue menor del 25% en mayores de 19 años; 40% en menores de 18 años. El 90,8% se ubica en las comarcas indígenas.

Con una tasa de dependencia funcional de más de 65 años, el BID notó que Panamá cuenta con una alta proporción de personas de la tercera edad que necesitan de alguien más, y requieren ampliar su cobertura y calidad.

El 4,3% de la población con discapacidad tiene la tasa más alta de pobreza, una baja cobertura y calidad en los servicios de salud y de rehabilitación, y enfrenta desafíos para consolidar el modelo de educación inclusiva y fomento de la autonomía personal. En vivienda se muestra un doble desafío con un déficit cuantitativo de 82.000 casas.

En el mapa de oportunidades, para este primer pilar el BID propone cinco frentes, entre ellos: data social, ampliar la cobertura del registro nacional de beneficiarios; respaldo a la niñez, continuar la expansión de los servicios de educación temprana mediante la construcción de nuevos centros de atención integral a la primera infancia en zonas rurales e indígenas; garantías para la tercera edad, impulsar un sistema integral de cuidados que ofrezca y articule servicios de calidad a la población en situación en dependencia; inclusión de personas con discapacidad, continuar la ampliación del proceso de certificación y el fortalecimiento del registro nacional de certificaciones y, finalmente, viviendas inclusivas y resilientes, implementar políticas y programas para acceder a viviendas dignas.

En el segundo pilar, el BID identificó las bases de la productividad, ya que el crecimiento sostenible es altamente dependiente de qué tan eficientes son las industrias y las estructuras que facilitan (u obstaculizan) su desempeño. Es imprescindible que el país encamine esfuerzos para dar un salto importante en las siguientes áreas: infraestructura estratégica, sectores de tradición y con futuro (turismo, agricultura e innovación) y lazos económicos globales.

El reporte se centra en la ubicación y conectividad, que se subdivide en Canal de Panamá, puertos de Colón, nuevo puerto de cruceros de Amador, ferrocarril y autopista que conecta puertos del Atlántico y el Pacífico. Según el BID, en el transporte integral, intensificar la conectividad intermodal impulsaría el desempeño logístico; en energía, modernizar el marco legal y regulatorio para promover la incorporación de nuevos modelos de negocio y tecnologías; y en las TIC, priorizar en áreas rurales el despliegue de redes 4G, 5G y de fibra óptica. Mientras que en el turismo de vanguardia dijo que es necesario renovar el marco jurídico y normativo del sector, ya que ayudaría a fomentar y proteger el capital natural, cultural y patrimonial del país, y diversificar la oferta de productos y servicios turísticos, más allá de los atractivos en la ciudad de Panamá y el Canal.

El informe también señala que la matriz energética la lidera la generación por petróleo, con el 50%, el resto se subdivide en energía renovable 20%, carbón 14%, gas natural 11% y leña 5%. Sin embargo, unas 100.000 familias no tienen acceso a la red pública de electricidad, principalmente los indígenas. Prueba de ello es apenas el 10,3% de acceso a la red pública de electricidad en la comarca Ngäbe Buglé y 8,7% en Guna Yala.

El turismo tuvo una participación del sector en 2022 de 15,8% del PIB y de 17% del empleo. Al país entraron 1,4 millón de turistas internacionales en 2022, cuando antes de pandemia ingresaron 1,7 millón de turistas internacionales. El BID urge diversificar y desconcentrar la oferta de productos turísticos, donde el 58,5% de las habitaciones y 49,4% de las inversiones en alojamiento se dan en la provincia de Panamá, 80% de los atractivos están al interior del país.

El tercer pilar es la modernización institucional donde el desempeño de las entidades públicas, especialmente de aquellas encargadas de velar por las finanzas del Estado y de administrar e invertir recursos del tesoro nacional, es esencial para que los logros económicos se transformen en conquistas sociales. Panamá puede aprovechar las oportunidades de mejora en estos frentes de trabajo: finanzas responsables y administración pública técnica y transparente.

El país también registra la recaudación más baja de América Latina y el Caribe. Los ingresos tributarios como porcentaje del PIB 2014-2021 están en 8,5% en Panamá, cuando en la región de América Latina y el Caribe es 16%.

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