Los efectos de 'El Niño' en el servicio de agua potable

El Fenómeno de “El Niño” reduce la oferta hídrica del país. El Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) tiene un plan de contención para enfrentar la temporada seca y garantizar el consumo de agua a la población panameña. Invertirá $10 millones, que fueron aprobados para paliar la emergencia ambiental del clima.

La institución contempla mejoras en la captación de agua con la adquisición de bombas flotantes para la potabilizadora de Chilibre, que abastece la ciudad de Panamá. Se plantea triplicar la capacidad de reparación de fugas para optimizar el servicio y adquirir válvulas de presión para regularlo y evitar roturas de tuberías.Para finales de noviembre, empezará a implementar una campaña de ahorro para concienciar a la población del uso racional del agua. Los lagos Alajuela y Gatún, que permiten las operaciones del Canal de Panamá y el consumo de 2 millones de personas, continúan por debajo de sus niveles óptimos a casi 30 días de concluir la estación lluviosa.

Alajuela y Gatún están en 9 y 5 pies por debajo de lo ideal. No está lloviendo lo suficiente en el área de los embalses para alcanzar los caudales que permitan enfrentar la estación seca, que se prevé entrará más rápido (a mediados de diciembre) de lo acostumbrado y se extenderá por más tiempo (hasta junio de 2024), de acuerdo con el comportamiento del Fenómeno de El Niño, en años anteriores, explicó Bertha Olmedo, subdirectora del Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá.

Este octubre 2023 – según la meteoróloga – ha sido el más seco de los últimos 41 años. Los pronósticos indican que noviembre también experimentará déficit de lluvias. “Se esperaba que en la temporada lluviosa (los lagos) ascendieran y eso no ha ocurrido. Para el año pasado, en esta misma época, Gatún estaba a 87 pies de altura”, explicó Gabriel Alemán, secretario de la Unión de Prácticos del Canal de Panamá. Agregó que el nivel mínimo de operación del lago podría ser 75 pies sobre el nivel del mar. Ahora estamos en 80, a la entrada de una temporada seca.

La situación – según Alemán – es preocupante considerando que apenas deje de llover los lagos van a empezar a bajar sistemáticamente por el uso del agua para los tránsitos y consumo humano.El Canal de Panamá, la pieza estelar de la industria logística del país, redujo el tránsito de buques de 35 y 38 diarios a 24. Con esta medida, se reducen 52 millones de galones de agua por esclusaje.

Esto “le da un respiro a los embalses para que puedan recuperarse...”, agregó una fuente vinculada al sector. Este es un intento por ahorrar agua y garantizar el suministro a la población en la estación seca.

La administración de la vía interoceánica se proyecta continuar reduciendo escalonadamente sus tránsitos y ahorrar agua. Para febrero, proyecta reducirlos a la mitad (18 diarios), a la espera de las primeras lluvias. “Estamos ante un escenario crítico y para el que no tenemos una solución a corto plazo”, concluyó Alemán.

La escasez de lluvias no solo afectará los ingresos procedentes de los tránsitos del Canal de Panamá. Además, impactaría la industria logística (puertos, por ejemplo).