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El dinero que colectó Jaime Lasso de Odebrecht conecta con 'Cachaza'
- 10/08/2020 00:00
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El dinero que colectó el médico Jaime Lasso, entre 2009-2013, de la empresa Odebrecht, conecta con el sujeto que los exejecutivos de la constructora apodaban 'Cachaza'.
El galeno, descrito en voz del expresidente Juan Carlos Varela (2014-2019) ante la Fiscalía Anticorrupción el pasado 2 de julio, tenía una estrecha amistad con su padre, Luis José Varela. El hijo describió que a lo largo de 22 años, su papá y Lasso sostuvieron una relación financiera, de amistad y negocios. Como prueba de ello, mostró a la fiscal Ruth Morcillo, quien tomó indagatoria al exmandatario acusado por el supuesto delito contra el orden económico en la modalidad de blanqueo de capitales, por el caso Odebrecht, un cheque con fecha de 1998, indicativo de la larga relación entre ambas familias.
La información judicial que emanó de las autoridades brasileñas reveló miles de movimientos bancarios efectuados a través de la Oficina de Operaciones Estructuradas, conocida como Caja 2, que empleó la constructora para pagar las coimas a políticos en más de 12 países, a quienes identificaban con apodos; dichas transferencias se efectuaron por medio del sistema Drousys.
Cachaza, un supuesto político panameño, fue uno de los más beneficiados. El término en portugués refiere a una bebida a base de caña, y por las actividades económicas de la familia Varela, dedicada a la producción de ron, surgieron especulaciones de que podrían tener conexión con él.
El expresidente no sabe quién es Cachaza, “desconozco ese apodo, lo vi en los medios y niego categóricamente cualquier tipo de vinculación a razón de ese pseudónimo”, exclamó tajante a la fiscal cuando ella le indagó al respecto.
De acuerdo a revelaciones del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, este personaje recibió $16,057,923 en coimas.
Este monto se transfirió supuestamente a través de diez sociedades anónimas, dos de ellas conocidas y relacionadas a Lasso: V tech Ltda y Poseidon Enterprises Llc.
El doctor contó a la fiscalía en el año 2017 los inicios de su relación con André Rabello, representante de la filial de la constructora en Panamá. Recordó que nació en 2009, momento en que solicitó colaboración para un plan de reproducción asistida que practicaba el ginecólogo, para el que recibió un aporte de $700 mil, en varios pagos, a su cuenta personal a nombre de la Fundación Don James.
Para gestionar temas de lobby entre la empresa y el Partido Panameñista, se abrieron dos cuentas en el Meinl Bank, el banco de la constructora, a nombre de las sociedades Poseidon Enterprises y V Tech, a través de las cuales se canalizó el dinero para el colectivo Panameñista.
Varela se desvincula de las sociedades anónimas: “Desconozco de las sociedades y los bancos, la información que tengo la escuché por los medios”, respondió a la fiscalía.
Lo dicho por Varela contrasta con la versión de Lasso, quien indicó a la fiscalía que con los únicos que conversaba sobre los aportes económicos de la constructora, era con los hermanos Varela: “Yo no me relacionaba con más nadie, ni hablaba esto con más nadie”, manifestó en la ampliación de indagatoria del pasado 17 de febrero por supuesto delito de blanqueo de capitales.
La fiscal insistió a Varela sobre su relación con las sociedades anónimas de Lasso. “Todas las donaciones que realizó Lasso a mis campañas fueron a través de cheques de él o de su fundación (Don James), y así fueron reportadas al Tribunal Electoral”, contestó.
A continuación se sacudió del manejo que Lasso tenía con las cuentas por medio de las cuales se transfirieron los fondos de la constructora: “Era un asunto entre ellos”, aseguró el expresidente. A renglón seguido reconoció que dichos aportes fueron un apoyo importante para su campaña como vicepresidente y luego para el fortalecimiento de las estructuras del colectivo.
“Jaime Lasso, por su cercanía y vínculo de confianza siempre fungió como parte del equipo de finanzas para gestionar fondos en las seis campañas políticas”, contó Varela a la fiscal Ruth Morcillo durante la indagatoria.
Además de las contribuciones que Lasso hizo en efectivo, gestionó importantes colaboraciones en especie para la estructura del partido y proyectos sociales, respondió el expresidente ante el cuestionamiento de la fiscal que buscó conocer la razón sobre la triangulación de los fondos.
Por ejemplo, entre enero y noviembre de 2010, V Tech recibió un total de $279,913.68, según un reporte de inteligencia efectuado por la Unidad de Análisis Financiero (UAF) al que tuvo acceso este diario.
En ese mismo periodo de tiempo, Lasso giró de su cuenta personal a Varela $110 mil en cuatro transacciones, una de $10 mil, otra por $50 mil y dos por $25 mil, que ingresaron a diferentes bancos: BBVA, Global Bank y Banco Aliado.
En paralelo, en enero de 2010, la administración de Ricardo Martinelli y Juan Carlos Varela, presidente y vicepresidente, respectivamente, adjudicó a la constructora el proyecto habitacional renovación Curundú por un valor aproximado de $94 millones. Luego, en octubre de 2010, se adjudicó la línea 1 del Metro al consorcio formado por FFC y Odebrecht por un valor inicial de $1,443 millones.
En total, el informe de la UAF recoge que entre abril de 2009 y marzo de 2013, Lasso giró $310 mil a Varela, provenientes de las cuestas Fundación Don James y la personal del médico.
Con respecto a Poseidon Enterprises, un informe de la Dirección de Investigación Judicial refleja las declaraciones de los exejecutivos de Odebrecht, quienes detallaron al menos tres transferencias entre enero y septiembre de 2011 que suman $1.1 millones.
A esto se añade una más por $400 mil que hallaron las autoridades brasileñas, fechada el 21 de julio de 2012 procedente de Klienfeld Services Ltd, empresa que utilizó Odebrecht para el pago de sobornos a funcionarios y políticos.
Mientras que el consorcio de periodistas reporta movimientos por $5.7 millones a la cuenta Poseidon Enterprises.
La fiscalía debe contar con un informe de inteligencia preparado por la Dirección de Investigación Judicial, en el que señala que Luiz Mameri era el responsable de supervisar y liderar a los directores de las filiales de la constructora en Latinoamérica, y quien autorizaba los pagos al equipo de Operaciones Estructuradas.
Cuando la fiscal interrogó a Varela sobre Mameri, este indicó que no lo conoce, así como tampoco le eran familiares los nombres de Olivio Rodrigues, quien controlaba la cuenta Constructora Internacional del Sur por la cual se transfirieron millones de dólares, o el de Fernando Migliaccio, ejecutivo encargado de pagar los sobornos.
No obstante, en el caso de André Rabello, Varela recordó que lo conoció en 2007 en un evento cultural en la escuela donde los hijos de ambos eran compañeros. Explicó que mantuvo una “relación normal” mientras fungió como vicepresidente y canciller (2009-2012). Una etapa en que la relación con el brasileño no fue tan frecuente, por la naturaleza de su cargo. No obstante, en 2013 por asuntos personales del extranjero, siguieron en contacto.
“La comunicación con Rabello era en persona o por medios electrónicos”, describió.
Durante su mandato como presidente, hubo un mayor acercamiento producto de las obras que desarrollaba la constructora para el Estado. Varela mencionó que intervino en la reestructuración del financiamiento de la línea 2 del Metro, el Aeropuerto Internacional de Tocumen y la autopista Santiago-David.
Con respecto a la agilización de pagos para favorecer a la empresa, el exgobernante manifestó que su rol era conocer sobre el avance de la ejecución de las obras y que se encontraran en tiempo de ejecución para garantizar los fondos para el pago, aunque estos trámites recaían en otras instituciones del Estado.
Los ejecutivos de la constructora, liderada por Marcelo Odebrecht, diseñaron un mecanismo para plantar su semilla en los partidos políticos de la región, para luego conseguir la adjudicación de infraestructuras, hasta crear la mayor red de sobornos extranjeros de la historia.
Con esa fórmula, los brasileños aprovecharon la oportunidad en el segundo semestre de 2009 cuando Lasso promovió una reunión con líderes del colectivo Panameñista. Es así como conocieron a José Luis Varela, hermano del vicepresidente Varela, diputado y líder de la bancada panameñista, quien se puso a disposición de la empresa para apoyarlos en cualquier proyecto que estuvieran desarrollando en ese momento y a futuro.
Odebrecht pagó directamente a los proveedores de artículos promocionales que requirió el Partido Panameñista para las elecciones que llevaron a Juan Carlos Varela a la Presidencia de la República.
Durante la ampliación de la indagatoria del 20 de julio pasado, el exmandatario admitió a la fiscal especial Anticorrupción, Ruth Morcillo, que a lo largo de seis campañas políticas en las que participó desde 2009 a 2013, recibió dinero de Jaime Lasso, enlace financiero entre la constructora y el colectivo.
Las investigaciones judiciales apuntan a que André Rabello, gerente de la filial de la constructora brasileña en Panamá, efectuó pagos por $2 millones a la empresa Rekhatex HK Limited, radicada en Hong Kong, a pedido del médico Lasso.
Varela, no obstante, intenta tomar distancia de estas transacciones. Siendo candidato presidencial para las elecciones de 2014, dijo a la fiscal que era María Calviño, del equipo de campaña, respaldada por el grupo a cargo del inventario, quienes manejaron las contribuciones en especie de la empresa radicada en Asia.
El colectivo se había quedado sin plata para asumir los pagos de la campaña, la ayuda era urgente. Pero Lasso advirtió a sus copartidarios que no quería que esos fondos llegaran a su cuenta personal. Así que se dirigió a la oficina de Rabello y le pidió ayuda para sufragar los gastos. La reunión duró cinco minutos, y el brasileño se encargó directamente de hacer los pagos al proveedor en China.
La fiscal intentaba esclarecer la relación de Varela respecto a estos pagos, pero este se desligó del asunto achacando a Calviño y su equipo el pago de servicios y artículos promocionales adquiridos fuera de Panamá. Alegó que esos detalles no los manejó personalmente.
Lo que sí recordó es que se decidió hacer la gestión con Lasso para cubrir el saldo que había dejado el colectivo en la adquisición de banderas, anteojos, crocs, paraguas, botellas de plástico, y otros artículos. “Como he dicho anteriormente, ninguna donación política compromete mi lealtad ante el Estado. En ese momento, al igual como lo he mencionado, Odebrecht guardaba estrechas relaciones con importantes empresarios de la localidad, dueños de canales de televisión, aseguradoras, bancos, firmas de abogados, y no tenía conocimiento de algún acto de investigación sobre la empresa”, dijo Varela. Enseguida indicó que después de la campaña de 2014, que le mereció la Presidencia, no solicitó más nada de la empresa.