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Sobre el diálogo socio-laboral en Panamá
- 09/07/2020 00:00
- 09/07/2020 00:00
El 12 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió el genoma secuenciado del virus causante de una nueva enfermedad, que en febrero denominó covid-19, que se extendió por el mundo causando una pandemia sin precedentes.
Panamá no escapó de esa realidad. El virus llegó al país en marzo de 2020, provocando la declaratoria de estado de emergencia nacional, y la adopción de medidas como la restricción de movilidad y la suspensión de actividades económicas.
Este fue el escenario para que el Presidente de la República constituyera la mesa tripartita de Diálogo por la Economía y Desarrollo Laboral, con la finalidad de que los actores de las relaciones laborales y de la producción del país dialogaran, para acordar juntos, medidas y soluciones para recuperar y mejorar las condiciones laborales existentes en el país, antes de la pandemia de la covid-19.
La Universidad Especializada de las Américas (Udelas), asume la moderación de la mesa, con el apoyo de la Universidad de Panamá, y como facilitadores académicos externos cumplen un compromiso de país, valorando el sentido democrático del diálogo, su vocación social y extensionista, que implica mantenerse en sintonía y vinculación con la realidad nacional.
Instalada el 1 de mayo de 2020, con las ocho organizaciones “más representativas” (de acuerdo con el uso de la OIT) de los sectores de trabajadores y empresarios, y una representación del Gobierno Nacional, la mesa contó con la participación de 77 personas en plenaria, de las que el 26,2% fue mujeres y 73,77% hombres. Además, se establecieron tres comisiones técnicas, a saber: comisión socio laboral; comisión de asuntos económicos y jurídicos del trabajo, y comisión de retorno gradual laboral y sanitario.
La mesa sesionó por 60 días, donde sus actores propusieron, analizaron, negociaron y defendieron sus posiciones, y finalmente acordaron medidas para preservar la salud, el empleo y el funcionamiento gradual de las empresas.
No fue un diálogo fácil. No podía ser de otra manera, al convocar a actores tripartitos, luego de muchos años en la historia de este país, con posiciones disímiles; frente a una situación histórica de afectación a la salud de la población panameña, y a la economía nacional; y además, realizado de forma virtual.
Sin embargo, en palabras de su moderador Juan Bosco Bernal, “este diálogo tripartito, que empezó lento para algunos, desorientado para otros, fue tomando progresivamente la coherencia y la agilidad necesarias para entregar productos, que no son resultado de la imposición ni del autoritarismo, sino de la convicción, la convivencia democrática y la experiencia”.
Era la ruta correcta. Según la OIT, el pilar No. 4 de la recuperación es el diálogo socio-laboral; que además el de Panamá fue único en la región.
La mesa finalizó su mandato con puntos de consenso incluidos en el informe entregado por el equipo de moderación, que, en síntesis, se refieren a las “reglas del diálogo”, que sirvieron para poder encauzar de forma efectiva y democrática las discusiones; así como a los 28 acuerdos para la conservación de los empleos y la recuperación económica del país.
Y es que más allá de los resultados listados, probablemente la mayor ganancia que ha tenido Panamá con este diálogo, es la búsqueda de la paz social, haber logrado sentar a representantes de organizaciones con intereses y posiciones muy diferentes, para dialogar de manera amplia, respetuosa y libre sobre asuntos fundamentales, que pueden llegar a constituir un nuevo pacto social en nuestro país.
Tal vez nos recuerde este diálogo social, lo que somos, y que hoy más que nunca nos tiene que unir: personas tolerantes, respetuosas, y con vocación mediadora, una nación de paz, que busca siempre un mejor Panamá. Esta huella y esta ruta eran, y es, la aspiración del equipo de la moderación.