Creación de nuevos corregimientos ‘es vivir en la trampa’

No importa que falten menos de tres semanas para las elecciones, o que los diputados estén concentrados en su reelección; cuando se trata de la creación de nuevos corregimientos, el tiempo o la coyuntura no importan.

El proyecto de ley 1138 impulsado por el diputado Rupilio Ábrego, suplente de Benicio Robinson, ambos oriundos de Bocas del Toro, es un claro ejemplo. Con este proyecto de ley –que crea el distrito de Bastimentos segregado del distrito de Bocas del Toro, y los corregimientos de Bahía Honda, Quebrada de Sal y Solarte– eminentemente aumenta los gastos del presupuesto nacional, cuando la contención debe ser prioridad ante las advertencias de las calificadoras de riesgo sobre la capacidad del país para cumplir con los pagos de la deuda externa y la pérdida del grado de inversión.

El martes, los proponentes no lograron los votos necesarios para aprobar el proyecto. Les faltaron seis para completar los 36 necesarios, y 12 diputados votaron en contra. Sin embargo, pretenden retomar la votación, a pesar de que voces parlamentarias independientes advierten de la ilegalidad de recurrir a un segundo intento. Es la segunda vez que el diputado oficialista Benicio Robinson, oriundo de la provincia de Bocas del Toro, insiste en el proyecto de ley.

En los corrillos de la Asamblea Nacional se escucha que el próximo lunes el diputado Robinson asistirá a la Asamblea para discutir el proyecto, que con los días tiene menos votos.

Es la segunda ocasión que la Asamblea intenta crear el distrito de Bastimentos. En 2022 se aprobó la ley que creó el distrito de Bastimentos con tres corregimientos, pero fue vetada por el Ejecutivo por una razón básica y aún no superada: en la isla viven menos de 25.000 habitantes.

Dos años después la situación es parecida. En todo el territorio se cuentan 246 viviendas, pero en Bahía Honda tendrían un representante para 22 viviendas, en Quebrada de Sal sería para 27 casas y en Solarte para 29 hogares, cifras que retrata el último censo de población. En total, en toda la isla no llegan a 3.000 personas.

Pero no es el único proyecto que está en fila. Se cuentan seis más que en total pretenden dar vida a 25 corregimientos y tres distritos nuevos.

“Eso es vivir en la trampa”, asevera Omar Jaén, diplomático y autor de libros sobre geografía, etnohistoria y la historia social de población. Crear nuevos corregimientos genera costos innecesarios y elevados al Estado, “porque cada uno debe tener un presupuesto mínimo, una subvención del Estado de $360.000 al año”. Jaén describe la iniciativa como una especie de repartición de puestos, sueldos y que favorece al clientelismo.

Lo peor, dice, es que la gente lo permite. Se pregunta dónde están los partidos de oposición y las masas en la calle denunciando esto. “No lo sé”, se responde a sí mismo.

Jaén no se equivoca. En la exposición de motivos del proyecto, todo parece estar enfocado en el dinero que recibirán los representantes una vez sean creados los corregimientos.

Lo dicen claro: “un mayor presupuesto para participar de forma directa en el programa de fondos de descentralización”, según se lee en el documento. La debilidad de este programa se manifiesta en la cantidad de dinero que reciben los funcionarios en comparación con las obras que benefician a la comunidad.

Entre los motivos también se destaca que van a tener mayor inversión en infraestructura turística a través del presupuesto general de la nación. En materia ambiental buscan recibir los bienes que se generen de las gestiones privadas o municipales y los rendimientos financieros que estos generen, “más recurso del sistema general del subsidio”.

Otro más, el recaudo por concepto de tributos destinado primordialmente al distrito. Entre las ventajas describe que las comunidades tendrán representantes con partidas mejor distribuidas; un ordenamiento territorial para las localidades, descentralización administrativa y fiscal. El último motivo es el único que resalta las tradiciones culturales, comida y bailes como parte de la oferta del distrito. Todo lo anterior firmado por el ponente Benicio Robinson en enero de 2024.

Crear un nuevo corregimiento permite tener más vínculos a la hora de aprobar contratos con la comunidad. En cuanto a fines políticos, amplía la red del interesado y debilita a los adversarios en caso de que este tenga más votantes en ese sitio. Al partir el territorio disminuyen al contrario. De igual forma, al tener más representantes de corregimiento hay más personal bajo su mando, que funcionaría en este caso para las próximas elecciones.

El diputado independiente Juan Diego Vásquez criticó la intención de su colega y pidió a la ciudadanía “poner atención a quienes forman parte de este tipo de diputados para hacer estos actos que afectan el presupuesto”.

Walkiria Chandler, diputada suplente independiente, también reprochó la intención. “Hemos visto que el Estado no tiene solvencia, se les tiene que asignar más presupuesto, celulares, carros, gasolina, es para colocar más personas”, exclamó.

Bastimentos es una isla de la provincia de Bocas del Toro compuesta por gran vegetación y playas con un gran potencial turístico.