Ciclistas, atletas, patinadores y paseantes de la capital colombiana tienen una cita infaltable desde hace 50 años: la ciclovía de los domingos y festivos,...
- 15/08/2014 14:12
- 15/08/2014 14:12
Del sorprendente vínculo entre la construcción del Canal de Panamá, el destino del pueblo hebreo y la creación del Estado de Israel, se puede rastrear sus raíces a los primeros intentos de construir la vía interoceánica.
La concesión para construir un canal, una carretera transístmica y un ferrocarril de costa a costa a través de la franja de tierra panameña, fue otorgada por el gobierno granadino a varios entes, uno de ellos, en 1838, a un consorcio encabezado por el empresario judío, Agustín Salomón, un ciudadano francés que radicaba en la isla Guadalupe.
Salomón recibió una concesión por 60 años para operar el canal y 40, para operar una carretera y un ferrocarril, pero no construyó ninguna de las tres cosas, sin embargo, tanto el canal como el ferrocarril están atados en una historia asombrosa con Israel.
De acuerdo a algunos conciudadanos, él, Salomón, no era la suficientemente “cristiano” para emprender tal proyecto, esto fue lo que aseguro un oficial francés, en una carta enviada a Paris desacreditando al caribeño.
Colombia revocó a Salomón el acuerdo para la construcción del Canal en 1843.
La extraña hermandad entre el ferrocarril de Panamá y el de Jerusalén
El ferrocarril de Panamá fue construido por una empresa norteamericana con sede en Nueva York, La fiebre de oro de California daría a la obra el empuje que le faltaba y fue inaugurado en 1855.
En Jerusalén también se impulsaba la construcción de un ferrocarril que uniera a la ciudad bíblica con la milenaria ciudad de Yaffo en las costas del Mediterráneo. La concesión de la obra, otorgada por los otomanos, pasó de mano en mano hasta que llegó a una compañía de capitales francesa. El caballo de Hierro llegó finalmente a Tierra Santa en 1892.
La revista de sellos y estampillas de Israel, Boeliem. bo boalim, asegura que gran parte del material para el tren fue adquirido de la compañía de Ferdinand de Lesseps, vinculada a la construcción del Canal de Panamá y la operación del ferrocarril de Panamá.
Otras publicaciones aseguran que rieles, incluso locomotoras construidas para el tren de Panamá, fueron destinadas finalmente a Jerusalén.
El profesor de historia Israel, Anthony Travis, asegura que los rieles no pudieron ser del tren de Panamá porque estos eran de Bélgica y no norteamericanos, sin embargo el sitio en Internet de la actual compañía del ferrocarril de Panamá especifica que los primeros rieles del tren de Panamá fueron belgas.
Quien fuera la cónsul de Estados Unidos en Jerusalén para aquellos años, Selah Merril, escribió en un artículo que el ingeniero encargado de las obras del tren, era un suizo que había trabajado en el ferrocarril de Panamá.
De cómo el fracaso del Canal Francés impulsó el nacimiento del Estado de Israel
La historia de cómo la debacle francesa en las fauces de las selva panameña fue uno de los motores para que terminara los más de 1,800 años de exilio del pueblo hebreo hay que entenderla también a través del papel que jugaron tres personajes, el ingeniero y soldado francés y cristiano Jean Philippe Bunau Varilla, el ingeniero y militar judío de Alsacia (región alemana francesa), Alfred Dreyfus y el abogado y periodista austro-húngaro, Theodor Herzl, también judío.
J.P. Bunau Varilla nació en julio de 1859 en Paris, hijo de humilde madre soltera, logró por sus buenas calificaciones y una beca entrar a la prestigiosa Ecole Polytechnique. Dreyfus en cambio nació en el seno de una familia de origen judío del Alsacia dedicada con éxito a la fabricación de textiles y también entró a la Ecole Polytechnique.
Herzl nació en mayo de 1860 en el seno de una familia burguesa judía germano parlante de Hungría, él se hizo abogado y mas adelante, periodista.
Tanto Bunau-Varilla como Dryfus avanzaron en sus carreras como ingenieros y soldados, se conocieron y entablaron una insipiente amistad. Un día en un encuentro casual en París, o Bunau Varilla le contó a Dreyfus que quería ir al Congo.
Pese a su interés en seguir la carrera militar, Dreyfus le escribió a Bunau Varilla, interesado en la aventura del Congo. Pero J.P quería irse ahora a otro destino.
Dreyfus alcanzó el grado de oficial de artillería y ascendió capitán en 1889, un año después, entró en la Escuela de Guerra y tres años más adelante ya estaba en el Estado Mayor del Ejército en el Ministerio de la Guerra francés.
Bunau-Varilla no se fue al Congo, se marchó a Panamá a unirse a los trabajos de construcción del Canal que adelantaba la compañía del célebre francés, Ferdinand de Lesseps, pero la compañía es declarada en quiebra en 1888.
Al tiempo que se destapaba la trama de corrupción que rodeaba la empresa de Lesseps, en 1890 surgen falsas acusaciones de espionaje contra Dreyfus.
A finales de 1894 el Capitán Dreyfus, fue acusado de haber entregado a los alemanes documentos secretos y enfrentó a un tribunal militar que le condenó a prisión perpetua y lo desterró a la Colonia penal de la Isla del Diablo.
La prueba de la supuesta traición de Dreyfus era una carta escrita, se dijo, por la mano del capitán en la que pasaba información a los alemanes sobre el ejercito francés.
El periodista Herzel asumió en 1891 la corresponsalía en París del influyente periódico liberal de Viena, Neue Freie Presse, entonces se volcó de lleno al periodismo cubriendo el caso del escándalo Dreyfus, pero además pudo estar al tanto del juicio que se le hizo a Lesseps y otros implicados en el escándalo de corrupción sobre la obra de construcción del Canal en Panamá.
Herzl constató el creciente antisemitismo que teñía los dos casos.
Sobre el escándalo de corrupción en las obras del canal de Panamá, varios medios franceses aseguraron sin pruebas, que los judíos estaban detrás de la trama de corrupción que llevó a la quiebra la compañía del Canal.
Herzel constató además lo fácil que fue culpar a un judío de “traición”, de cómo la prensa, los tribunales y la población no dudaron en dar por culpable al capitán sin pruebas contundentes.
Posteriormente se descubriría que Dreyfus no escribió la carta de traición, que fue otro militar francés. El Periodista Emile Zola denunció toda una cadena de corrupción y mentiras alrededor del caso.
El periódico Le Matin, de Maurice Bounau Varilla, Hermano de J.P publico la carta escrita por Dreyfus a J.P sobre su interés de ir al Congo, como prueba de que la carta escrita a los alemanes, no la escribió Dreyfus, ya que no se trataba de la misma letra. Dreyfus fue liberado y exculpado.
J.P en su libro “de Panamá a Verdum” recuerda el caso y se coloca él mismo como quien salvó a Dreyfus. Sus críticos en Estados Unidos, asumieron que utilizó ese episodio para conseguir simpatía de judíos norteamericanos para que le ayudaran a convencer al gobierno estadounidense que desarrollara el canal por Panamá y comprara lo que quedaba de la empresa de Lesseps.
Mientras J.P trataba de convencer a los norteamericanos que Panamá era la mejor ruta para construir un canal, Herzel por otro lado comienza a visionar el «problema judío» asume que para el antisemitismo no hay solución ni cura, que es una enfermedad social que padecen las sociedades occidentales y que la los judíos deben crear su propio estado.
Herzel murió en 1904, justo cuando los norteamericanos ya han sumido la construcción del canal de Panamá, 43 años después Naciones Unidas declaró la creación el Estado de Israel en la tierra de los patriarcas hebreos.