Iglesias buscan apartar a jóvenes de las pandillas

Unos 200 jóvenes pertenecientes a parroquias del corregimiento de Puerto Caimito, en La Chorrera, participaron ayer del convivio ‘Parqueando con Cristo’.

La actividad fue organizada por la Iglesia católica, con el fin de orientar a los jóvenes para que se alejen de las pandillas.

Ayer en la capilla La Sagrada Familia de Nazareth, se reunieron jóvenes de entre 10 a 18 años de parroquias y capillas de El Progreso, Villa Nazareth, Puerto Caimito, San Francisco de Paula, Lourdes y El Limón.

Ivette Almanza, del grupo organizador, señaló que el interés de la Iglesia es llevar a la juventud a tener un acercamiento con Dios y evitar que tomen rumbos equivocados a través de pandillas.

Señala Almanza que aunque en el sector donde se ubica la capilla Sagrada Familia de Nazareth no se han identificado estos grupos delincuenciales, en las áreas aledañas sí existen, por lo que se busca que la juventud tengan otra visión de la vida a través del tema ‘Madre, acompáñanos hacia Cristo’.

Según Domingo Espitia, comisionado de la Zona de Policía de La Chorrera, en el distrito hay grupos delincuenciales, pues muchos miembros están llegando a estos sectores desde diversos puntos de la capital.

Indicó que en cinco barriadas del distrito se efectuaron investigaciones de parte de la Fiscalía para detectar posibles pandillas, pero solo en dos se logró identificar a algunos miembros por el tatuaje que llevan.

También se encontraron jóvenes identificados en bandas y en las demás barriadas no se conoció presencia de estos jóvenes como residentes o visitas. ‘Son casi 20 mil personas que viven en este corregimiento, pero la seguridad ciudadana se ha reforzado, dando con la detención de más de 15 ciudadanos que pertenecían a bandas delincuenciales provenientes de otros sectores como la capital o Arraiján’, dijo Espitia.

Isaac Atencio, quien trabaja en la parroquia Virgen de la Medalla Milagrosa, señala que lo principal para que los jóvenes no se expongan a las pandillas es el apoyo de la familia, a la que le toca enseñar la importancia de la obediencia.

‘Cuando hay obediencia, los jóvenes no entran en estos menesteres, pues cumplen con sus obligaciones sin tener espacios de ocio’, dijo el comisionado.

Manuel Rosario, un joven que participó en el convivio, contó que no esperaba que tantos chicos atendieran el llamado, pero es un logro para llevarles el Evangelio a través de la música, el baile y las palabras que los fortalece para apartarlos de las tentaciones.