Uno que es el grupo de Bohuslan Big Band fue en el Centro de Convenciones de Ciudad del Saber
En la plaza toca:
Porque Puma Zumix Grupo juvenil que interpreta...
PANAMÁ. Negándole cualquier relevancia a la posible extradición del ex dictador Manuel Antonio Noriega, el padre Fernando Guardia Jaén, manifestó: ‘El impacto de Noriega en Panamá ya pasó. Es distinto el impacto que tuvo por la fuerza, al que tiene ahora sin la fuerza’.
Guardia, quien fue miembro de la Cruzada Civilista (grupos de la sociedad que se organizaron contra el régimen de Noriega), afirmó con toda seguridad: ‘No creo que haya problema en que lo traigan a Panamá ni levantamiento popular a favor de él, porque no tiene arraigo popular... Nunca lo tuvo’.
Las declaraciones del sacerdote se dieron en una entrevista concedida a LA ESTRELLA en conmemoración de los 50 años de ordenación sacerdotal que celebra hoy.
En referencia a los muchos viajes que ha realizado, el presbítero confesó: ‘Como vivencia de vida eclesiástica y política, el viaje que más me marcó fue cuando asistí al Congreso Eucarístico Bolivariano, en Lima 1988. Me tocó denunciar la crisis que estaba viviendo Panamá con la dictadura de Noriega’.
Han pasado dos décadas desde la caída de Noriega, quien actualmente enfrenta un proceso penal en Francia.
Al ser preguntado sobre el perdón a Noriega, Guardia reconoció la necesidad de perdonar, pero aclaró: ‘Es distinto perdonar que olvidar. Hay una ley, conforme a eso, que se cumpla lo establecido’.
FALLAS VETUSTAS El actual director del Instituto Panameño de Educación por Radio (IPER) considera que: ‘En la educación hay fallas vetustas. Por muchos años se ha concebido la misma para ir a la universidad y eso ha hecho crisis’.
Guardia agregó: ‘La educación requiere algo más vivencial’. Es que, además de ser sacerdote, Guardia hizo votos perpetuos de obediencia, pobreza y castidad como religioso perteneciente a la congregación de la Compañía de Jesús, dedicados a la propagación de la fe a través de la educación.
‘Por radio estamos tratando de llegar a personas que han quedado al margen de la educación. No es una gran respuesta, pero sí es un aporte. Estudiar abre la cabeza y el corazón’.