De alianzas y otras yerbas

Hace unos días fui invitado para hablar sobre los diferentes tipos de alianzas. La verdad, el ejercicio que hago sobre política siempre ha sido personal, pero por alguna razón los amigos Norman Castro y José Chen Barría, Ricardo Landero, Luis Villarreal, Francisco Bustamante, que han creado un grupo que denominan Visión Panamá, para reflexionar sobre el país. Visión Panamá tiene ya muchos invitados y tuve el honor de conversar sobre el tema caliente que es la política electoral.

Tomar a la ligera el tema de las alianzas, parece ser un deporte en Panamá.

Pero las alianzas son más complejas que eso. Las alianzas se tejen no en la recta de las elecciones, sino en la toma del poder del partido.

Para hacerlo más entendible, las alianzas políticas son como el Mundial de Fútbol, que no se empieza a jugar en la fecha que uno cree, sino cuando comienzan las eliminatorias. ¡Ahí empieza el Mundial!

Tom Perdesgast fue un jefe político estadounidense que controló Kansas City y el condado de Jackson, Misuri, de 1925 a 1939.

Su calidad de presidente del Partido Demócrata del condado de Jackson le permitió utilizar su gran red de familiares y amigos irlandeses para ayudar en la elección de políticos, en algunos casos mediante fraude electoral, y para repartir contratos gubernamentales y trabajos de patrocinio. Se hizo millonario en el proceso.

¿Y qué tiene que ver Tom Perdesgast con las alianzas?

Pues, nada más y nada menos que fue el gran mentor de Harry Truman, trigésimo tercer prresidente de los Estados Unidos.

¿Algún parecido con Panamá?

Para hacerles un resumen, en 1922, con la ayuda de la clientela demócrata de Kansas City, Harry Truman fue elegido como juez de la Corte del Distrito Este del Condado Jackson, un puesto administrativo, no judicial, similar a los comisionados del condado en otros lugares.

Truman coordinó el “Plan de los Diez Años”, que transformó el Condado de Jackson y el horizonte de Kansas City con nuevos proyectos de obras públicas, incluyendo una extensa serie de caminos, un nuevo edificio de la Corte del Condado, y monumentos en honor a las mujeres pioneras.

La carrera de Truman fue hechura de Pendergast, quien sin embargo, no lo llegó a ver llegar a la Presidencia.

Tom Pendergast murió menos de una semana después de haber sido juramentado como vicepresidente.

Truman asistió a su funeral y omitió las críticas, diciendo simplemente: “Siempre fue mi amigo y yo siempre lo he sido de él”.

De ese ejemplo que les acabo de dar, imagino que muchos ya están poniéndole rostros a los Tom Pendergast criollos.

Cuando lo hagan, empezarán a vislumbrar cómo pueden ser las alianzas y comprenderán que no necesariamente son las que se dan por la unión de partidos de oposición o por la unión de partidos de gobierno, etc.

Las alianzas son una combinación de intereses y se dan en la alta esferas y bajas esferas.

A diferencia de otros períodos, en el 2024, las alianzas tienen fecha tope.

Esto implica una dinámica diferente al pasado.

En 2009, Martinelli (CD) y Varela (Panameñista) sellaron su alianza a finales de enero y la ratificación de esa alianza se dio en febrero.

La alianza entre Varela (Panameñista) y el Partido Popular se dio a finalizar diciembre de 2013.

En esta ocasión las alianzas tienen fecha tope: ¡El 30 de septiembre!

Hay una presión muy fuerte, porque los partidos políticos no tienen más que dos meses (desde el 31 de julio, hasta el 30 de septiembre), para llegar a acuerdos y es más difícil, por cuando hay 10 candidatos presidenciales y de estos, siete de partidos políticos: Martinelli, Gaby, Rómulo, Martín, Blandón, Toto, Lombana, Zulay, Maribel y Melitón.

Hay candidatos que no llegan al 30 de septiembre, por tanto serán los denominados “candidatos express”, como los llama la periodista Yorlene Morales, porque alguno de ellos o varios de ellos se baja antes del 30 de septiembre.

Según mi cuenta, cinco son los tipos de alianzas y las llamo de la siguiente manera: Natural, Forzadas o Tuti Fruti, Impensables, Atrapa Sueños y las Caballo de Troya.

Natural: Son las que parten de un tronco en común, pero que por alguna razón se separan.

Luego, la unión entre ellas es fácil. Ejemplo, CD y RM; RM y Alianza.

Forzadas o tuti fruti: Son esas alianzas que tienen como único fin ganar o llegar al poder y una vez arriba devienen en lo que Jaime Porcell denomina “Alianzas amargas”.

Y devienen en amargas, porque al final el que resulta presidente larga del gobierno al aliado.

Caso Endara- RAC o RM-Varela. Y es que lo único que tienen en común las alianzas forzadas es llegar al poder.

Impensables: Es la alianza que no se prevé, que parece que no se daría, porque se da entre partidos antagónicos: Esta sería una alianza como la que llevó al poder a Martín Torrijos en el 2004, entre PRD y PDC, hoy Partido Popular. O la que llevó al poder a Endara, en la que el recordado Cuchungo fue candidatizado por el enemigo histórico de los panameñistas, el partido Liberal.

Atrapa sueño: Son aquellas alianzas en la que se simula que no hay alianza, pero un candidato es cooptado por otro para atrapar el voto que no va hacia él, pero impide que ese voto se vaya a un tercer candidato, que es el verdadero adversario.

Caballo de Troya: Son las alianzas que se dan y buscan desde una candidatura, minar la candidatura presidencial de un partido, sacándole votos a través de la división del partido.

Muchos sacan números y hacen cálculos sobre lo que puede pasar en mayo de 2024.

Como ven que el padrón electoral refleja que en Panamá hay 3,033,149 personas que pueden votar en las elecciones y que de esa cantidad 1,706,208 están inscritos se les hace agua la boca porque aducen que el pastel que pueden aspirar es de 1,326,941 votantes y que aquí en Panamá se gana con 700 mil votos.

Sin embargo, para para mi esa lectura es incorrecta y así lo reflejan los números.

Y es que históricamente, la votación panameña está por el orden del 75 por ciento, lo que indica que 25 por ciento de los aptos para votar, no lo hace.

Los números también reflejan que el PRD en su peor momento que fue en el período de la dictadura, en las elecciones de mayo de 1989, sacó 28.4 por ciento de votos y que en los siguientes ejercicios electorales ha superado esta cifra.

Esto indica que el PRD tiene un sólido 25 por ciento de votos. Por otro lado, las diversas encuestas reflejan que el ex presidente Ricardo Martinelli tiene una intención de votos que va entre 32 y 40 por ciento, lo que a nuestro juicio, tiene un sólido 25 por ciento de voto duro.

Si sumamos los porcentajes refleja que entre los que no votan, PRD y Martinelli, hay 75 por ciento del padrón electoral.

El restante 25 por ciento se reparte entre los demás partidos y candidatos por la libre postulación.

De estas cifras y promedios se pueden hacer los ejercicios.

Sin duda, los Tom Pendergast lo manejan al dedillo y al final, jugarán un papel importante en la conformación de las alianzas y otras yerbas.