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- 12/06/2010 02:00
- 12/06/2010 02:00
PANAMÁ. ‘Metamos un gol... erradiquemos el trabajo infantil’.
Ese es el eslogan que une a distintas organizaciones del orbe al conmemorarse hoy el Día Mundial contra el Trabajo Infantil; sin embargo, según la última Encuesta de Trabajo Infantil —realizada por la Contraloría General de la República— en Panamá la niñez activa en jornadas laborales asciende a 89 mil 767, lo que representa un 10.8% de la población total de infantes y adolescentes entre los 15 y 17 años.
En comparación con el año 2000, cuya tasa fue de 6.4%; en la actualidad se registra un aumento de 4.5 puntos porcentuales; siendo las comarcas indígenas las zonas de más alta incidencia: 35%. El 60% recibe menos de 100 dólares mensuales.
Las cifras podrían ser prueba de que algunos funcionarios e instituciones del Estado no están jugando en las posiciones o con las técnicas adecuadas para anotar los ‘goles’ que lleven a la erradicación del trabajo infantil.
Para Angélica La Vitola, directora de Casa Esperanza, ONG dedicada a la lucha contra el trabajo infantil, si se toma en consideración las estadísticas, ‘la situación es ¡alarmante! Hemos encontrado alta incidencia en provincias como Chiriquí, Veraguas y las comarcas indígenas’.
La Vitola afirmó: ‘Niños que antes se veían en las ciudades de Panamá y Colón —vendiendo periódicos— se están moviendo hacia otras áreas; movilidad que atiende a nuevas tendencias que el gobierno y la sociedad civil van detectando’.
Como ejemplo de eso, La Vitola reveló: ‘Nos hemos encontrado con situaciones de infantes trabajando dentro de las áreas urbano-marginales donde los tienen escondidos, porque los patronos saben que es ilegal’.
CONCIENCIACIÓN
La directora de Casa Esperanza sustentó que una de las mayores debilidades del país es la falta de concienciación. ‘Existe mucho la mentalidad de que el trabajo infantil puede ser positivo y evita que el infante esté metido en pandillas’.
La Vitola es de la corriente de que hay que distinguir entre lo permisible y lo que no lo es. ‘Existe un trabajo que es formativo, por un par de horas, que no debe afectar los derechos fundamentales del infante en los aspectos físico, moral y social. Ejemplo: una niña que ayude por dos horas a su madre a vender legumbres, pero que asista a la escuela y no afecte su salud, está bien. Es más, le está creando una mentalidad microempresarial; que es muy distinto a un niño que trabaja por nueve horas en un tomatal. Ese menor al llegar a la edad adulta va a tener la espalda reventada’.
La Vitola concluyó que el trabajo infantil es grave porque ‘mantiene un círculo de pobreza, deserción escolar, salud precaria y desnutrición’. En materia legal, el Artículo 70 de la Constitución Política panameña estipula que la jornada máxima para las personas mayores de 14 años y menores de 18 podrá ser reducida hasta seis horas diarias.
La legislación prohíbe el trabajo a las personas menores de 14 años.
En tanto, la representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en Panamá (UNICEF, por su sigla en inglés) Una McCauley, expresó: ‘El combate efectivo al trabajo infantil pasa por una política del Estado que enfoque integralmente las estrategias. Se aplica legislación que protege a los niños y niñas contra la explotación laboral; el Estado castiga a quienes explotan a los niños y niñas, y los que tienen esa práctica enfrentan la certeza de ese castigo’.
PELIGROSO Y PERJUDICIAL
Según el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC, en inglés), se entiende por trabajo infantil el que ‘es peligroso y prejudicial para el bienestar físico, mental o moral del niño; e interfiere con su escolarización puesto que: les priva de la posibilidad de asistir a clases; les obliga a abandonar la escuela de forma prematura, o les exige combinar el estudio con un trabajo pesado y que insume mucho tiempo’.
En las peores formas, el IPEC señala: ‘Son sometidos a situaciones de esclavitud, separados de su familia, expuestos a graves peligros y enfermedades y abandonados a su suerte en las calles de grandes ciudades, con frecuencia a una edad muy temprana’.
En el mundo trabajan 218 millones de infantes y adolescentes. De ellos, 5,7 millones lo hacen en América Latina y el Caribe, según estadísticas del IPEC.
COMPROMISOS
Panamá es signataria de nueve acuerdos internacionales sobre el trabajo infantil. Entre ellos están: Convención sobre los Derechos del Niño, Protocolo CDN relativo a la participación de los niños en conflictos armados, entre otros (Ver tabla de acuerdos).