Meduca paga $57 millones en sobrecostos por construcción de colegios

Actualizado
  • 17/02/2025 00:00
Creado
  • 16/02/2025 15:20
Un total de 51 acuerdos de sobrecostos o equilibrios contractuales representaron un incremento promedio de 14% al costo original de adecuaciones en los colegios. Más de 31 mil estudiantes están matriculados en ellos

¿Cuánto le cuesta la ineficiencia al Estado?. Aunque parezca una pregunta abstracta la respuesta es concreta y onerosa, en las últimas dos administraciones gubernamentales el Ministerio de Educación (Meduca), por ejemplo, ha pagado $57 millones en equilibrios contractuales o compensaciones a las constructoras, suma que representaría un sobrecosto de 14% en las obras de diversos centros escolares.

Los trabajos cuestan más al erario, principalmente por incumplimiento de los contratistas o demoras administrativas en los pagos que efectúa el Estado, explicó Gastón Regis, expresidente de la Cámara Panameña de la Construcción (Capac).

Por ello se hacen estos equilibrios contractuales, una polémica figura establecida en la ley de contrataciones públicas que permite “suscribir acuerdos y pactos necesarios” en el que se incluyen pagos adicionales que reconocen los costos financieros e intereses.

En este caso las 51 adecuaciones y construcciones de centros escolares del país, licitadas entre 2014 y 2025, iniciaron costando en su conjunto $404 millones, pero el Estado terminó pagando $462 millones.

“A mí no me gustan los equilibrios contractuales, no de ahora sino de siempre...es un pretexto de que no alcanza la plata, de que subió el cemento, el acero y las razones que siempre plantean...,pero está en la ley”, se lamentó el presidente José Raúl Mulino en noviembre pasado y se comprometió a modificar la ley de contrataciones públicas.

La Estrella de Panamá analizó las licitaciones del Meduca en el periodo entre el 1 de julio de 2014 al 14 febrero de 2025, publicadas en el portal de compras públicas Panamá Compra y el resultado fue que 51 actos públicos tienen equilibrios contractuales.

A pesar de que estas demoras y equilibrios se gestionaron en las administraciones pasadas buena parte de los estudiantes continúan sufriendo al día de hoy las consecuencias que se traducen en sobreprecios, adecuaciones y proyectos inconclusos.

Por ejemplo, en el corregimiento de la 24 de diciembre en la ciudad capital, 3 mil 500 estudiantes del Centro Educativo Francisco de Miranda llevan esperando con seis años de retraso que concluyan los trabajos de construcción, remodelación y mantenimiento adjudicados en 2017 por $15,8 millones. El nuevo plazo para su entrega es a mediados de este 2025, con un equilibrio contractual de $3,9 millones adicionales.

Una situación parecida vive uno de los principales colegios de la provincia de Panamá Oeste, el Moisés Castillo Ocaña, donde 4 mil alumnos tienen otros seis años de espera por las adecuaciones, que debían estar listas en 2019.

Para evidenciar la falta de mantenimiento y mejoras en las infraestructuras, las diputadas Yuzaida Marín, Patsy Lee y Lilia Batista, de la Comisión de Educación, Cultura y Deportes de la Asamblea Nacional, lo inspeccionaron el pasado 4 de febrero y encontraron trabajos por terminar, a pesar de que el costo final de la obra fue de $17,9 millones, es decir, $4,3 millones más que su precio original.

Y es que se trata de una situación que se repite en todo el país.

En la provincia de Coclé, desde 2018, esperan que culmine la construcción del colegio Mariano Prados Araúz. “Están trabajando, pero siempre paran y dejan de trabajar, pasan seis, siete meses, un año. Queremos que terminen para que los muchachos tengan buena educación”, señaló un padre de familia que pidió no ser identificado.

Ernesto Pérez, director del citado centro explicó que “entra una compañía y otra, una deja la obra, toma la aseguradora, el ministerio asigna nuevamente otra compañía...y bueno, seis años llevan en eso. Todavía faltan algunos componentes del contrato como los servicios especiales, las cámaras, la adecuación de un laboratorio, el dispositivo de almacenamiento de agua”,explicó.

Los atrasos llegan hasta la comarca Ngäbe Buglé, donde se pagó $3,1 millones en equilibrio contractual por la construcción de cinco planteles en los distritos de Besikó y Nole Duima, adjudicados en 2017 a Calypso Investment Corp. y que aún no se han entregado, solo por mencionar algunos casos.

“Podemos afirmar y garantizar que los equilibrios contractuales que recibimos cumplen con todos los requisitos que se exigen para ello”, aseguró Fabián Alonso, director de Ingeniería de Calypso Investment Corp.

El aumento se debió a la falta de caminos y disposición del gobierno para construirlos, así como condiciones laborales y aumentos de los costos de mano de obra, materiales y suministros, a juicio de la compañía.

Añadió que estos aspectos no contemplados en la obra original “incidieron fuertemente en el costo de la obra”, que el equilibrio contractual es solo una parte de los trabajos que asumieron y que aún no han cobrado ni el 50% del proyecto.

Con estos $57 millones de los equilibrios contractuales se pudieron construir 1.900 aulas de clase, 2.850 cocinas para escuelas o proveer de leche fortificada a los estudiantes del programa de alimentación complementaria escolar del país por los próximos cinco años.

Del total de estos acuerdos, $51,7 millones se pactaron en la administración del expresidente Juan Carlos Varela (2014-2019) y $5,3 millones en la del exmandatario Laurentino Cortizo (2019 - 2024). A pesar de que son 51 equilibrios contractuales en las dos administraciones anteriores por $57 millones, el Meduca informó que investigan unos cinco casos y extendieron el tiempo de entrega, para su culminación, de lo contrario se resolverán los contratos administrativamente.

“Todas esas obras que están paradas es porque hay gente que está esperando seis, ocho y más meses para que le paguen la cuenta. Son ocho meses de cuenta aguantados. El banco te deja de financiar cuando ve que no le pagan las cuentas”, defendió Regis a las constructoras.

Los padres de familia, por su parte, esperan maestros en las aulas y que se cuiden las obras, “las escuelas tienen problemas de reparación, pero por lo menos que estén lo mejor posible. La burocracia de las compras demora todo y cuando se asignan los recursos del presupuesto, ya se está venciendo el plazo para iniciar clases”, comentó Abdiel Bedoya, secretario general encargado de la Confederación Nacional de Padres de Familia.

A mí no me gustan los equilibrios contractuales. No de ahora sino de siempre. Es un pretexto de que no alcanza la plata, que subió el cemento... pero está en la ley.”
José Raúl Mulino
Presidente de la República
Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones