‘Es fácil darle palo al perro que está en el piso’: excontralor Solís

Actualizado
  • 31/12/2025 10:12
Creado
  • 30/12/2025 19:52
El hoy excontralor defendió su gestión y argumentó que hizo 649 auditorías con una afectación económica de $45 millones, un trabajo a costa de su “salud“ y afecto de su familia.

“Mis números demuestran lo que yo hice”, así defendió su gestión Gerardo Solís, hasta hoy contralor general de la República ante las críticas de instituciones que dijeron ver mermado su rol, supuestamente por el bajo rendimiento de la Contraloría a su cargo.

Luego de culminar su último día de trabajo en la Contraloría General de la República (CGR) ayer, con aplausos y calle de honor ofrecida por los funcionarios y ante los ojos de los transeúntes en la avenida Balboa, Solís llamó a La Estrella de Panamá para pedir rectificación de lo que considera una noticia redactada con “mala fe”, referente a su gestión entre 2020 y 2024. (Ver nota “Auditorías pendientes, el legado de Solís; recuperar la credibilidad de la Contraloría, el reto de Flores”, publicada el lunes 30 de diciembre).

Primeramente, Solís compartió un reporte de su “verdad”. Se trata de un cuadro estadístico en su cuatrienio, en el cual revela que se hicieron 649 auditorías que tuvieron 168 incorrecciones y de las cuales 133 se encuentran aún en ejecución por un monto de $45 millones.

Es decir, que Solís superó con creces, según sus datos, las auditorías de los tres contralores que los antecedieron: Carlos Vallarino, Gioconda Torres de Bianchini y Federico Humbert, quienes en su conjunto sumaron 588 auditorías.

Pero la productividad descrita por Solís pareciera ser de una ‘contraloría paralela’ respecto a la versión del Tribunal de Cuentas, de la Fiscalía General Electoral, así como el informe del Ministerio Público que precisaron con detalles cómo se perjudicó su rol con la Contraloría liderada por Solís.

“El envío de auditorías sí bajó respecto a lo que nosotros requeríamos. Sí afectó al Tribunal, porque esas auditorías son la materia prima con la que iniciamos nuestros procesos...”, dijo Álvaro Visuetti, magistrado presidente a La Decana.

“Se nos cuestionó el estar solicitando la rendición de cuentas del estatus de las auditorías, ya que según el contralor Solís, la ley le daba esas facultades...”, dijo la exfiscal general de Cuentas Waleska Hormechea.

“Todos ellos hablaron de boca, dijeron lo que piensan y tienen en la boca lo que yo te mando es real” y son los mismos auditores, se defendió Solís.

Según su cuadro, su gestión es la que hizo más auditorías respecto a las gestiones anteriores, entonces ¿a qué se deben las quejas de las tres instituciones? De la Fiscalía de Cuentas solicitaron 52 auditorías y ustedes apenas mandaron un informe...

Yo te estoy dando la verdad, la queja es algo subjetivo, yo te estoy dando la verdad, es un dato que está aquí impreso, acabo de reunirme con diez auditores jefes y les pedí: ¡denme los datos y pónganme el sello de la Contraloría!

También se criticó la calidad de los informes de 235 solicitadas por el Ministerio Público; apenas cuatro fueron “efectivas” para condenas.

Si miras las incorrecciones, soy el que más incorrecciones tuvo en cuanto a dinero.

A excepción de Federico Humbert, porque las obras del expresidente Ricardo Martinelli eran más cuantiosas.

A su juicio, las críticas se deben a que no salió a comunicar.

“Pero te estoy dando la verdad en un cuadro. Es fácil agarrar y darle palo al perro que está en el piso”, añadió.

Aseguró que todos los informes se mandaron a las autoridades como el Ministerio Público y al Tribunal de Cuentas.

Además, defendió la ley propuesta para modificar la ley orgánica de la institución porque “fortalece la independencia y la institucionalidad”, y aseguró que se verá en la gestión de su sucesor Anel Bolo Flores, ley que según organizaciones ciudadanas, Hormechea y Visuetti, le dio la potestad para decidir qué auditaba y qué no.

“De todo corazón te lo pido que publiques la aclaración. Ahora que venga Bolo, puedes pedirle cada auditoría”, dijo, porque por normas internacionales solo los contralores pueden revelar estos detalles y él optó por dar solo las estadísticas.

Solís evitó detallar a este medio los casos a los que se referían las auditorías.

“A mí me tocó vivir lo que no le tocó a ninguno. Una cosa impresionante, el trabajo a costa de mi salud y el afecto de mi familia. ¿Tú sabes lo que es tramitar 5 millones de documentos y que 600.000 tengan incorrecciones? Eso no se hace mirando para el cielo, todos los días 10, 12, 14 y hasta 16 horas trabajando”, narró.

“Hagan una reflexión un segundo y miren eso, que las cosas no son como parecen... Ningún contralor ha mandado al Ministerio Público y al Tribunal de Cuentas 168 auditorías”.

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