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- 15/08/2024 07:17
- 14/08/2024 20:05
Panamá da un paso decisivo en su lucha contra el narcotráfico con la reciente aprobación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para la remodelación de una antigua galera militar en Cocolí, que será utilizada para incinerar drogas decomisadas.
La galera, que anteriormente fue utilizada por ramas del Ejército de Estados Unidos, será equipada con tecnología avanzada para la incineración de narcóticos.
El proyecto contempla una inversión de $1.5 millones, destinada a la construcción de obras civiles y al equipamiento necesario.
El corazón del sistema es un incinerador de materiales sólidos de cámara rotativa, con una capacidad de tratamiento de 300 a 500 kilogramos por hora.
Esta tecnología permitirá la eliminación eficiente y segura de las drogas, mitigando los riesgos ambientales asociados a la quema a cielo abierto.
Esta iniciativa, impulsada por el Ministerio de Seguridad Pública (Minseg), en colaboración con Estados Unidos, busca solucionar el problema de la acumulación de sustancias ilícitas incautadas y fortalecer la estrategia de seguridad nacional.
La acumulación de drogas en Panamá había alcanzado niveles críticos, superando la capacidad de las bodegas improvisadas. Con un promedio de 12 a 13 toneladas incautadas mensualmente, la necesidad de una solución definitiva era cada vez más urgente.
El Minseg, en colaboración con la embajada de Estados Unidos, recibió en junio un incinerador especializado que representa un cambio radical en el manejo de sustancias ilícitas en el país. Este equipo no solo mejora la capacidad de destrucción de drogas, sino que también elimina la contaminación derivada de métodos más rudimentarios, como la quema a cielo abierto, que hasta ahora se empleaba en algunos casos.
En los últimos cinco años, las autoridades panameñas incautaron 589.6 toneladas de drogas ilegales en más de 1,953 operaciones policiales.
Estas cifras reflejan la magnitud del desafío que enfrenta el país en su lucha contra el narcotráfico, y el nuevo incinerador será una herramienta clave para mantener el control sobre el volumen de drogas decomisadas.
El EIA sometido por el Minseg es de categoría II y no contempla una etapa de abandono, lo que significa que el proyecto se desarrollará con la premisa de ser una solución duradera y continua. La incineración de drogas es vista como una tarea permanente en la política de seguridad nacional, una función del Estado que no cesará mientras persista la amenaza del narcotráfico.
Panamá, como el único país en la región con un incinerador de este tipo, refuerza su liderazgo en la lucha contra el narcotráfico, enviando un mensaje claro: la eliminación de drogas incautadas es una prioridad para la seguridad y la salud pública. Con la implementación de esta infraestructura, el país se posiciona a la vanguardia en la región, estableciendo un estándar que podría ser seguido por otras naciones en su esfuerzo por combatir el crimen organizado.
En junio de 2023, el Gobierno de Panamá realizó el lanzamiento de la Política Nacional de Cambio Climático 2050, que incluye la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y medidas de adaptación a la agricultura, para hacer frente a la crisis climática.
A través de esa política, se reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero “promoviendo la adopción de tecnologías limpias y la transición hacia una economía baja en carbono” y se impulsarán “medidas de adaptación en sectores clave como la agricultura, los recursos hídricos, la infraestructura y la salud”, según el Gobierno.
Panamá es utilizado como puente de la droga que se produce en Suramérica y que tiene como destino principal EE.UU., el mayor consumidor de cocaína del mundo, y también Europa.