Casi 2.000 hectáreas de cultivos han dañado las lluvias

Actualizado
  • 14/11/2024 00:00
Creado
  • 13/11/2024 20:13
El MIDA reveló las cifras preliminares, el arroz es el producto que más dañaron los aguaceros; se prevé que el fin de semana arrecien las lluvias

Lluvia, lluvia y más lluvia. Los residentes del occidente del país no han visto el sol en los últimos seis días. A veces las precipitaciones son intermitentes, pero otras persistentes. Por si no ha sido suficiente, los pronósticos meteorológicos indican que las lluvias se intensificarán el próximo fin de semana en todo el territorio nacional.

El Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) emitió una cifra preliminar de los cultivos afectados por las precipitaciones. Más de 1.500 hectáreas de arroz se dañaron, unas 142 de maíz, 69 de cucurbitáceas, 40 de raíces y tubérculos, así como 20 de plátano, 12 de tomate y 69 de café. En total suman 1.934 hectáreas estropeadas por los aguaceros.

Ahora bien, 1.500 hectáreas de arroz no causarán un desabastecimiento del producto por el momento. Sin embargo, el estado de los caminos de producción y de las carreteras, anegados, con hundimientos que presentan riesgos por los hondos precipicios, han provocado el cierre de las vías principales que conducen a Chiriquí. Eso podría variar el precio del producto en el mercado. En los puestos del Merca ya se sienten los cambios: la papa está a dólar la libra, lo que representa un incremento de 20 centavos por libra. Subió también el tomate de 1 dólar a $1.50 la libra. La cebolla se mantiene, pero la lechuga romana, redonda, rizada, subió de $1.25 a $1.75. Un vendedor consideró que el plátano verde también va a subir de precio porque las plantaciones están inundadas.

La Estrella de Panamá conversó con Carlos Saldaña, productor de tierras altas en Chiriquí, quien dijo que en este momento los costos de producción se le dispararon entre 40 % y 50% por la necesidad de incrementar la fumigación para prevenir los hongos y otros daños en los cultivos, lo que representa pérdidas para el sector.

Saldaña calcula que el aumento también lo sentirá el consumidor, puesto que las lluvias han dañado el 30% de los inventarios que se tenían previstos para estos meses. Entre ellos, la papa, que aunque se encuentra lista para la cosecha, requiere de clima seco. La lluvia impide ingresar la maquinaria en el campo, por lo que prevén una merma importante en las ventas. No obstante, a principios de octubre, la cadena agroalimentaria aprobó un contingente de 23 contenedores del tubérculo, lo que suplirá la demanda y se complementará con la producción que logren rescatar los productores. Por ahora, la papa ha subido de precio hasta 33 % en los últimos días y se espera que siga al alza porque las lluvias no cesan.

Para quienes viven del campo la realidad es desoladora.

Uno de los vegetales más afectados es la lechuga en todas sus variedades. Ya escasea, y la que hay está al doble del precio. “Simplemente, no se consigue y la existente no cumple con el tamaño y peso que piden los supermercados”, señaló Saldaña. El hombre de campo parece repetir la misma historia cada vez que se presenta un temporal. Por eso pide al Gobierno abordar el tema robusteciendo al Instituto de Seguro Agropecuario e incentivar la siembra de invernaderos con facilidades crediticias. “Que presten los medios a través del Banco de Desarrollo Agropecuario o del Banco Nacional”, solicitó Saldaña.

“Después de analizar los daños, no somos muy dados a pedir insumos y abono al gobierno, mejor que nos arreglen los caminos de producción”, exigió Lorenzo Jiménez, otro productor de la región. Explica que así como la lechuga, productos como el apio, brócoli, coliflor y zanahoria pueden correr la misma suerte. Recientemente, se autorizó una importación de cebolla de 35.000 quintales para noviembre y otra de 25.000 para diciembre, que totalizan 60.000 quintales. Tomando en cuenta que el consumo nacional se aproxima a los 100.000 quintales, los productores podrían aportar el 40 % restante y salvar parte de sus ingresos.

Fin de semana de lluvias

La directora del Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá, Graciela Calzadilla, no trae noticias alentadoras. “A partir del 14 de noviembre el sistema que la entidad mantiene en vigilancia empieza a desplazarse a las costas de Nicaragua y Honduras, lo que provocará una intensificación de las lluvias en todo el territorio”, precisó.

Calzadilla no puede determinar con certeza la intensidad de las lluvias, pero asegura que no darán tregua y probablemente se acompañen de vientos, no tan significativos. La meteoróloga prevé que del 18 al 22 de noviembre es posible que las condiciones mejoren. Sin embargo, mientras tanto, alerta sobre la saturación de agua en los suelos en las provincias de Darién, Colón, las comarcas, Panamá, Panamá Oeste y Coclé, “aunque han mejorado un poco, siguen saturados, lo que eleva la alerta ante las lluvias que se aproximan”, zanjó.

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