Y llegó el lobo...

Fueron casi cuatro meses del 2016 sin lluvias, durante los cuales se esperó —e incluso algunas autoridades hablaron de trabajo intermunicipal para evitar en lo posible las inundaciones una vez llegaran las lluvias— que se estuviera trabajando en serio, con planificación, haciendo pininos en la cultura de prevención. Pero llegan las lluvias y, además de inundaciones, se ven imágenes vergonzosas de basura bajando con la corriente del río Matías Hernández y ciudadanos diciendo que temen inundaciones en sus áreas de residencia. Por lo visto con las primeras lluvias, ni las autoridades fueron efectivas en la limpieza ni los ciudadanos cooperaron, tratando de sacarle algo bueno a la sequía que nos castigó. Ahora, a acomodar la carga durante el viaje... y a resolver. Bueno es que la ciudadanía se involucre de una vez por todas, primero dándole el destino correcto a la basura y segundo, limpiando lo que ayuda a ensuciar. Punto y aparte: ¿qué pasó con las paradas? Tampoco se hicieron y ahora, la gente mojándose. ¿ALGUIEN SABRÁ AQUÍ LO QUE SIGNIFICA ‘PREVENCIÓN '?