Le tomamos la palabra, señor presidente...

En el marco de la conmemoración de la tragedia del bus 8B-06 en La Cresta el 23 de octubre de 2006, el presidente de la República, Juan Carlos Varela Rodríguez, además de suspender provisionalmente la importación de ‘diablos rojos’, dio ‘la seguridad (de) que estamos trabajando este tema con seriedad y lo vamos a resolver’... ‘Lo vamos a resolver...’, una promesa ya antes escuchada y no cumplida, pero que de seguro los miles de usuarios del sistema de transporte público de pasajeros esperan que comience a cristalizar. Para comenzar, que se ponga orden en las calles, solo ver circulando, cada vez más, ‘diablos’ de todos los colores, ahora con los ‘diablillos’, ‘encarnados’ en los buses pequeños que se diferencian llamándose ‘piratas’, deja la sólida impresión de que la solución está muy lejos. Esta impresión se asienta cuando se llega a una parada, muchas inadecuadas aún, y se pasan hasta 45 minutos —o más— esperando por uno de ‘los metrobuses’, servicio que no ha llenado las expectativas. Hay mucho desorden. Se ha abusado de la inagotable paciencia de los usuarios, pero ¿hasta cuándo, el abuso... y la paciencia?