La posición enérgica -muy acorde con su actuar- del gobierno de José Raúl Mulino en defensa de recuperar el prestigio de Panamá y lograr la salida de las listas discriminatorias parece estar dando resultados. Francia anunció, durante la visita de Mulino a París, que apoyará el proceso de “salida rápida” de nuestro país de la lista europea de paraísos fiscales, una raya que sin duda ha atentado contra los principios de multilateralidad y respeto a la soberanía. Es necesario recordar que Panamá ha cumplido con las normativas a cabalidad, por encima de lo requerido, y así lo ha reconocido la Comisión Europea que recomendó excluirnos de la citada lista; lo irónico es que el Parlamento Europeo decidió dejarnos quizá por razones políticas. Mulino ha mantenido su postura de no permitir que las empresas de los países que avalan y acompañan esas listas participen en licitaciones con Panamá, sin embargo el presidente ha aprovechado su ida a París para tocar bases con empresas francesas, lo que denota- más allá de una contradicción- que tiene la firme convicción de que Francia cumpla su palabra. Que no se olvide nunca que el país ha sufrido de una estigmatización injusta tras los ‘Panama Papers’ y recuperar su reputación debe ser prioridad. Que el mundo mire lo que hacen en otros países que son los verdaderos actores de la opacidad y que por ahora son intocables. Panamá merece ser visto con buenos ojos, para que la inversión y el desarrollo vayan en ascenso.

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