• 26/01/2025 17:15

Telenovelas, entretenimiento y violencia contra la mujer las telenovelas

... como fenómeno cultural (las telenovelas), constituyen un desafió en materia de violencia contra la mujer, y como entretenimiento tienen un gran poder para implantar modelos, valores, estereotipos [...]

La telenovela, también conocida como culebrón, telerromance o telesserie, soap opera, entre otras, es un entretenimiento para las personas de todas las edades, es un género producido para la televisión de contenido melodramático desarrollada a través de varios capítulos que narra hechos reales o ficticios, que se hicieron populares en Estados Unidos, en la década de 1930.

Pero antes de la llegada de la televisión, con la radio, que se ha ido adaptando a los nuevos sistemas digitales, al streaming y a los podcast; ya habían entrado a los hogares en nuestro país (1950-1970), las radionovelas, dramatizadas por actores como Gladys Vidal de Arbesu, Harry Iglesias, que con sus libretos, guiones y voces dieron vida a los personajes del “Derecho de Nacer”, “Kadir el Arabe”, entre otros (Ceballos, 2019), transmitidas por RPC que mantuvieron a la radioaudiencia entretenida e informada.

En lo que respecta a la telenovela como industria del entretenimiento, se ha internacionalizado, hay países productores de telenovelas como: México, Brasil, Colombia, Turquia, entre otros, se constituyen como un producto cultural de exportación. Como dice el dicho o La rosa de Guadalupe, de Televisa (Vargas/Cuitlahuac,2020), influyen en la construcción de identidades imaginarias, provocan adicción al consumidor, se idealiza el amor romántico, son generadoras de reproducción de estereotipos de género, entre otros, aunque pueden ser educativas, como es el caso de las micro novelas para abordar problemas de embarazo infantil (Unicef), para inculcar valores, o simplemente para que ganen premios como avidoras consumidoras que todo lo saben sobre estas, como ha sucedido recientemente en un canal televisivo del país.

Pero, lo cierto es que en este melodrama se presentan discursos de violencia de género que perpetúan la desigualdad entre hombres y mujeres, naturalizan la violencia física, emocional o simbólica contra la mujer por su pareja, expareja, por los padres, como un fenómeno de agresión deliberada, que a la vez impone poder y sumisión a sus víctimas, desde formulismos sentimentales, que es asumida por su teleaudiencia. Y, con sus narrativas audiovisuales, su lenguaje discursivo sobre el sentimiento del amor, sobre lo irracional de la pasión, y con este ensueño, de que para ser felices el dominado cede, mientras que la pareja amante se siente y actúa como el propietario del otro, con frases como soy “el dueño de tu vida”, “todo por ti”, sin ti no puedo vivir (Batista Ralle,2002), se representa a la mujer como una figura subordinada o inferior al hombre dispuesta a aguantarlo todo por amor, mediante ese discurso sentimentalista, en la mayoría de las situaciones.

Y, así con ese discurso sentimental exagerado, desde el melodrama imaginario televisivo e irreal, se representa a la mujer en su papel sumiso, pasiva, como en el caso de Golden Boy, de Kazym, padre de Seyran y esposo de Esme, que las maltrata no solo física, sino psicológicamente sin empatía desde su postura narcisista y controlador, mientras estas callan en silencio, perpetuando el rol del hombre fuerte y proveedor, y de la esposa, ama de casa, subordinada, sin dejar de mencionar, la tradición de matrimonios concertados o matrimonios arreglados.

También, la serie de TV One love, es otro ejemplo, de la narrativa audiovisual sentimental que representa un machismo invisible en una pareja que contrae matrimonio de culturas y estilo de vida diferentes, en la que su protagonista perdidamente enamorada se casa con Fatih, y a partir de ahí el personaje masculino, narcisista, controlador, arrogante violenta emocionalmente a su pareja, justifica sus acciones de infidelidad y la coacciona e intimida y la fuerza para que regrese a vivir con el, a cuidar a su bebe recién nacida, luego de haberle quitado la custodia mediante manipulaciones ilegales y desde su poder económico. Como todos sabemos, este tipo de entretenimiento engancha psicológicamente a su teleaudiencia y se deleitan con su trama, su música, el escenario, se identifican con los personajes, generalmente de familia adinerada, y quedan enganchado con la siguiente serie, puesto que se promueve repetidamente la nueva, con antelación.

En resumen, las telenovelas como fenómeno cultural, constituyen un desafió en materia de violencia contra la mujer, y como entretenimiento tienen un gran poder para implantar modelos, valores, estereotipos machistas, racistas o clasistas, por lo que los espectadores de ese mundo irreal, deben estar conscientes de que si bien es un entretenimiento, también tiene efectos negativos, ya que se representa la violencia física y psicológica, así como de los efectos de la violencia simbólica y mediática, tan sutil, que pasa desapercibida en la sociedad.

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