• 09/07/2024 23:00

Sin consumo no habrá ‘chen chen’

En una economía donde el 70% de los empleos son presenciales, hay menos gente movilizándose

Hay menos “chen chen” en la calle. Panamá enfrenta un déficit de liquidez y una contracción del consumo, síntoma de incertidumbre en el clima de negocios y una crisis de confianza.

Síntomas de la contracción del consumo: Según la Asociación de Restaurantes y Afines de Panamá (ARAP), en el primer trimestre del año, las ventas en los restaurantes fueron 15% a 20% inferiores al mismo período del 2023. Reportes más recientes señalan una caída de 30% a 40%.

La Superintendencia de Bancos informó que el saldo en las tarjetas de crédito entre mayo 2023 y mayo 2024 aumentó en más de $212 millones (+10%), en contraste con una disminución de $41 millones (-2%) entre mayo 2022 y mayo 2023.

El Índice de Actividad Económica Mensual (IMAE) muestra una marcada desaceleración entre agosto 2023 y abril 2024, mientras que el Producto Interno Bruto (PIB) apenas creció 1.7% durante el primer trimestre del 2024, en comparación al 9.3% del mismo período del 2023.

En una economía donde el 70% de los empleos son presenciales, hay menos gente movilizándose. Entre enero y mayo 2024 hubo 18,500 menos pasajeros diarios en el Metro y Mi Bus que en mismo período del año pasado (-3%), y 368 mil por debajo (-35%) de la cifra registrada en los primeros cinco meses del año prepandemia (2019)

Coincidencialmente, entre enero y mayo 2024, Mitradel tramitó 23,043 nuevos contratos laborales por mes, versus 37,718 en el mismo lapso del 2019, una caída del 39%.

Algunos factores que inciden sobre la contracción de la liquidez y el consumo: Algunos elementos que están incidiendo sobre este fenómeno incluyen:

1. Deuda del Gobierno con sus proveedores, que ronda los $1,700 a $2,000 millones, pero cuyo monto real se desconoce.

2. Nuevos financiamientos bancarios al sector productivo nacional entre enero y abril 2024 $1,274 millones por debajo de los del mismo período del 2019 (20% menos), indicativo de un mayor nivel de incertidumbre para la inversión privada.

3. Colapso de los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED). Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), en el 2023 totalizaron $2,014.6 millones, cifra 30.7% inferior a la del 2022 y prácticamente la mitad de los $3,921 millones recibidos en el 2019.

Adicionalmente, según Mitradel, el cierre de la mina aumentó el desempleo en 1.5%. Es decir, se perdieron 31,413 empleos, agravando el ya deprimido consumo a nivel nacional.

Corto plazo: Pagar deuda a proveedores. No se sabe con certeza cuánto se le debe a los proveedores del Estado (sí se sabe es que no hay plata para pagarles). Se ha creado una oficina para cuantificar y documentar estos compromisos.

Esta deuda hay que cancelarla de manera inmediata. El sistema bancario nacional pudiera jugar un papel importante, quizás con el Estado respaldando estas transacciones bajo la figura de “fiador solidario”.

Mediano plazo: Financiamientos bancarios al sector productivo nacional. Hay liquidez en la banca, pero canalizar estos recursos hacia el sector productivo requerirá que mejore la confianza en el clima para la inversión privada, particularmente en MiPymes, que representan 21% de los financiamientos bancarios.

Recuperar los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED), el gran reto. El fiasco minero aceleró el colapso de la IED. Eliminar 5% del PIB, 14% de la IED en el país y 21% de toda la IED que entró en los últimos 14 años ocasionó un fuerte impacto económico, financiero y laboral.. Revertir la tendencia será un gran reto que llevará tiempo.

Evitar leyes contraproducentes. El 17 de marzo del 2021, la Unidad de Inteligencia de The Economist publicó un informe titulado “Politics, populism and policy: operational risk in Latin America”, donde advirtió que la pérdida de confianza y la inefectividad del Gobierno del Presidente Cortizo para manejar efectivamente presiones de corte populista representan un grave riesgo para las inversiones extranjeras en Panamá.

Con el fiasco minero y consecuente pérdida del Grado de Inversión, en gran parte debido al deterioro de la gobernabilidad (según el Informe de Fitch Ratings del 28.3.2024), “se cumplió la profecía” de The Economist.

En este contexto, iniciativas legislativas como la Ley 438 del 14 de junio de 2024, que aumenta el impuesto de las bebidas alcohólicas para el pago de bonificaciones a los jubilados y pensionados, mandan un mensaje de incoherencia.

Estoy de acuerdo con el beneficio a los jubilados, pero su fuente de financiamiento es un contrasentido en la coyuntura actual.

Sin consumo no habrá empleo, ni “chen chen” en el bolsillo de nadie

El autor es asesor empresarial
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