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- 01/01/2011 01:00
Desigualdad de género en Panamá, una realidad
Según el Índice de Desarrollo Humano Ajustado por la Desigualdad (PNUD, 2011), Panamá pierde un 24.6% de su logro inicial en el IDH (0,768) y cae 15 posiciones (0,579), del lugar 58 al 73 entre 187 países. Esto de por sí ya es my preocupante, pero resulta que el Índice de Desigualdad de Género hace que Panamá, pase del lugar 58 (IDH) al 95 entre 145 países. Es decir nuestro país pierde 37 posiciones cuando se trata de medir la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
Incluso el valor del mencionado índice (0,492) para Panamá, es peor que el promedio para América Latina y El Caribe (0,445).
El Índice de Desigualdad de Género (IDG), que abarca tres dimensiones (Salud sexual y reproductiva, Empoderamiento y Mercado laboral) y cinco indicadores (Mortalidad materna, Fecundidad adolescente, Escaños en el Parlamento, Nivel de instrucción, Participación en la fuerza laboral) indica menor desigualdad cuando se acerca al 0, y mayor desigualdad cuando se acerca al 1. Es calculado oficialmente por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) desde el año 2010.
Las dimensiones y los indicadores señalados forman parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que deben ser alcanzados en el año 2015. Lo que indica que es poco probable que nuestro país pueda cumplir con las metas mencionadas. Sabido es que la situación de las mujeres y su posición en la sociedad están relacionadas no sólo con el Objetivo N° 3, sino con todas las metas y objetivos del Milenio en su conjunto.
Además de estos señalamientos, Panamá es signataria de todos los convenios y acuerdos internacionales que promueven el empoderamiento y la igualdad de oportunidades. Sin embargo nuestro país no ha logrado pasar de la igualdad formal (declarada), a la igualdad real (concreta). Queda mucho por hacer en este sentido. Una de las vías para lograrlo es la paridad política en los cargos de elección popular y de designación en los órganos de gobierno.
En la medida en que las mujeres panameñas puedan insertar en la agenda pública sus necesidades prácticas no resueltas (porque no coinciden con las de los varones que han detentado el poder), habrá mayor financiamiento para problemas que todavía son vistos como un estorbo o una perdida de tiempo.
Me refiero a la salud sexual y reproductiva, la violencia, el acoso sexual, la educación no sexista, el reconocimiento del trabajo doméstico no remunerado que mantiene en funcionamiento toda la sociedad, en especial a las féminas vulnerables a las problemas sociales debido a su falta de preparación . No es posible seguir asignando a las mujeres toda la responsabilidad en el cuidado de la niñez, del hogar o la educación de los hijos, en las enfermedades, ahora también la atención de las personas adultas mayores.
Esta es una responsabilidad de toda la sociedad y del Estado que debe ser compartida.
Mucho se habla de qué país queremos ser y del desarrollo económico que está alcanzado con el pasar de los años. Sin embargo, Singapur ocupa el lugar número 8 en el mundo según el Índice de Desigualdad de Género, Los Emiratos Árabes el número 38 y Panamá el número 95. ¿Estamos en el camino correcto?