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- 07/10/2024 00:00
La resistencia del docente al cambio en Panamá: un desafío para la educación
En Panamá, la educación enfrenta importantes desafíos debido a factores económicos y la falta de continuidad en las políticas educativas. Uno de los mayores obstáculos es la resistencia de algunos docentes al cambio, influenciada por condiciones salariales y laborales, así como por la inestabilidad en las reformas impulsadas por los gobiernos, que tienden a cambiar cada cinco años.
La situación económica es determinante en la resistencia de los docentes al cambio. Muchos priorizan su estabilidad económica debido a los bajos salarios en comparación con las exigencias del sistema educativo. Según un informe de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), “el nivel salarial de los docentes en Panamá no corresponde con las exigencias que el sistema educativo les impone, lo que reduce su motivación y disposición a cambiar” (OEI, 2020). Esto provoca que los docentes, sobrecargados y mal remunerados, se resistan a adoptar nuevas metodologías o capacitarse en prácticas innovadoras. La búsqueda de mejores condiciones laborales ha llevado a que muchos se enfoquen más en su estabilidad personal que en mejorar la calidad educativa. Esto se agrava cuando las reformas implican mayores responsabilidades sin beneficios económicos claros.
Otro factor que influye en la resistencia es la falta de continuidad en las políticas educativas. Cada cinco años, con el cambio de gobierno, se introducen nuevas reformas que, en muchos casos, no tienen tiempo suficiente para implementarse adecuadamente antes de ser reemplazadas. Según Luis López (2019), “la falta de continuidad en las políticas públicas en educación genera frustración y confusión entre los docentes, que no ven una dirección clara ni coherente a largo plazo”. Este ciclo de reformas improvisadas, guiadas más por intereses políticos que por un análisis profundo del sistema educativo, dificulta la adopción de nuevas estrategias pedagógicas y genera incertidumbre, afectando la calidad del sistema educativo.
Es urgente alinear los objetivos de la educación panameña, no solo implementando los aspectos cognoscitivos y procedimentales, sino también fortaleciendo los aspectos actitudinales y aptitudinales. Estos componentes son fundamentales para la formación integral del individuo, ayudándolo a actuar de manera ética y competente en la sociedad. La Ley 34 de 1995, que establece los fundamentos de la educación en Panamá, insta a los docentes a formar profesionales críticos, analíticos y reflexivos, capaces de enfrentar los desafíos de la sociedad. Sin embargo, la situación actual parece contradecir este objetivo, ya que los resultados no corresponden con lo normado, y el enfoque educativo ha sido insuficiente en el desarrollo de estas competencias.
La Unesco ha destacado que “los sistemas educativos deben adaptarse continuamente a las necesidades de los estudiantes en lugar de estar condicionados por cambios políticos cortoplacistas” (Unesco, 2021). Incluir estos aspectos en la educación permitiría formar ciudadanos no solo con conocimientos, sino con valores y habilidades que contribuyan al bienestar social y al desarrollo sostenible de Panamá.
Para superar esta resistencia, es necesario un enfoque integral que considere mejoras salariales para los docentes, así como la continuidad y estabilidad de las políticas educativas. Las reformas deben diseñarse para garantizar que los cambios en el sistema educativo beneficien directamente a los estudiantes y estén alineados con las necesidades actuales del contexto educativo, promoviendo tanto el desarrollo intelectual como el humano.
La resistencia de los docentes al cambio en Panamá está influenciada por factores económicos y la improvisación en las políticas educativas. Superar este obstáculo requiere prestar atención a las condiciones laborales de los docentes y aplicar políticas educativas sostenibles centradas en la formación integral del estudiante. Solo así se podrá garantizar una educación de calidad, formando ciudadanos críticos y responsables que actúen para el beneficio de la sociedad.