• 19/06/2024 23:00

La paradoja de stockdale, clave para enfrentar los retos políticos

Jim Collins explica que para escribir su libro Empresas que sobresalen: Por qué algunas empresas logran el salto... y otras no, examinó lo que separa a las organizaciones más exitosas y duraderas de las otras. Su equipo analizó datos financieros, estrategia, cultura, liderazgo, prácticas de gestión y el índice de innovación de 1435 empresas y eligió a 11 compañías para estudiar y descubrir lo que tenían en común. Muchos de los rasgos superpuestos de estas 11 empresas desafiaron las nociones convencionales de éxito corporativo. Una de las características clave fue un fenómeno que Collins definió y nombró en honor a un famoso líder militar, James Stockdale.

Stockdale era un ex oficial naval y candidato a la vicepresidencia de Estados Unidos. Sirviendo como oficial de alto rango durante la Guerra de Vietnam, fue detenido como prisionero de guerra durante más de siete años. Stockdale fue torturado más de veinte veces por sus captores, y nunca tuvo muchas razones para creer que sobreviviría. Lo que salvó la vida de Stockdale fue su capacidad para procesar la realidad de su situación, mientras equilibraba ese realismo con una firme creencia de que volvería a casa.

Stockdale mencionó que había decidido convertir la prueba en “el evento que definiría su vida que, en retrospectiva, no cambiaría por alguno otro”. Esto llevó a Collins a preguntar quién luchaba más con la carga mental del encarcelamiento. Stockdale respondió “Oh, es fácil. Puedo decirte quién no lo logró: fueron los optimistas”. Cuando Collins expresó incredulidad ante su respuesta, Stockdale continuó: “Ellos eran los que siempre decían: ‘Saldremos en Navidad’. La Navidad llegaría y se iría. Y habría otra Navidad. Y murieron de un “corazón roto”. Ellos preferían el enfoque del avestruz, metiendo la cabeza en la arena y esperando que las dificultades desaparecieran. Ese autoengaño podría haberles facilitado el trabajo a corto plazo, pero cuando finalmente se vieron obligados a enfrentar la realidad, se volvió abrumador y no pudieron manejarlo.

Stockdale abordó la adversidad con una mentalidad muy diferente: aceptó la realidad de su situación. Collins y su equipo de investigación descubrieron que cada una de las 11 empresas que estudiaron había sobrevivido a una crisis existencial. Luego descubrió que el equipo de liderazgo en cada caso respondió con una poderosa dualidad psicológica. Por un lado, aceptaron estoicamente los hechos brutales de la realidad. Por otro lado, mantuvieron una fe inquebrantable y un compromiso de triunfar como una gran compañía, a pesar del enorme desafío. Collins calificó esta dualidad psicológica como la Paradoja de Stockdale.

Panamá se enfrenta a desafíos políticos y económicos que requieren una aplicación moderna de la Paradoja de Stockdale. Los últimos años han sido testigos de una serie de crisis que han puesto a prueba nuestra resiliencia como nación: desde escándalos de corrupción que han sacudido los cimientos de la confianza pública, hasta una economía que, aunque muestre signos de recuperación, aún lucha con la desigualdad y la inestabilidad.

El escenario político actual demanda líderes que puedan equilibrar la aceptación de las duras realidades con una visión optimista y firme de que el país puede superar sus desafíos. La Paradoja de Stockdale nos enseña que no podemos permitirnos el lujo de ser ingenuamente optimistas y que debemos mantener una fe inquebrantable en nuestra capacidad para emerger más fuertes de estas pruebas.

Los líderes políticos de Panamá deben adoptar una postura que reconozca las complejidades y dificultades del momento actual, mientras infunden esperanza y dirección clara para el futuro. Esto significa enfrentar la corrupción con transparencia y firmeza, implementar políticas económicas que fomenten el crecimiento sostenido, y abordar las desigualdades con acciones concretas y medibles.

En lugar de prometer soluciones rápidas y fáciles, debemos estar preparados para el largo camino hacia la recuperación. La honestidad sobre los desafíos no debe ser vista como pesimismo, sino como un primer paso hacia la solución. Al mismo tiempo, mantener la esperanza y la visión de un Panamá más próspero y justo debe ser el motor que impulse nuestras acciones.

Acciones concretas para superar los retos: Adoptar medidas firmes y claras para combatir la deshonestidad, asegurando que los procesos gubernamentales sean transparentes y que los responsables de malas prácticas enfrenten consecuencias.

Desarrollar e implementar políticas que fomenten el crecimiento económico sostenible, enfocándose en reducir la desigualdad y proporcionando oportunidades equitativas para los ciudadanos.

Invertir en la educación de nuestra población, preparando a los panameños para los retos del futuro y asegurando que tengan las habilidades necesarias para competir en una economía globalizada.

Mejorar nuestra infraestructura y adoptar prácticas sostenibles que protejan nuestro medio ambiente y aseguren el bienestar a largo plazo de nuestro país.

Fomentar un sentido de unidad y compromiso entre todos los sectores de la sociedad, trabajando hacia el objetivo común de un Panamá más fuerte.

Al aceptar la realidad de nuestras dificultades mientras mantenemos una visión inquebrantable de un futuro mejor, podemos llevar a Panamá hacia un futuro de prosperidad y justicia para todos.

El autor es consultor en marketing y comunicaciones corporativas
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