Empleados y visitantes de la Casa Blanca honraron este 31 de octubre a sus difuntos con una ofrenda del Día de Muertos que estará abierta al público en...
- 10/08/2024 09:02
Inversión federal en Puerto Rico y las elecciones presidenciales
[Según publicado en El Nuevo Día en San Juan el 9 de agosto de 2024]
En 87 días, los electores boricuas en estados claves como Ohio, Pennsylvania, Florida, Georgia y Carolina del Norte pueden hacer la diferencia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
El proceso de decisión de cómo votar le corresponde a cada cual, y debe incluir el sopesar una gama de asuntos fundamentales, incluyendo los derechos y las libertades del ser humano, y las posiciones de los candidatos en temas variados. Sin embargo, más allá del tema del “estatus”, los boricuas también deben tomar en cuenta que la influencia del presidente de Estados Unidos se extiende mucho más allá del continente, y el impacto de las políticas y decisiones de financiación federal en Puerto Rico es significativo y tangible.
Es crudo decirlo, pero sin dinero no hay obra pública. La distribución de fondos federales actualmente bajo el programa de recuperación de desastres de Asistencia Pública de FEMA es impactante e importante. Las masivas inyecciones de dinero asignadas por la administración Biden-Harris a varios proyectos en Puerto Rico subrayan la importancia de tener un presidente que priorice nuestras necesidades y comprenda los desafíos fiscales únicos que enfrentamos. Comparto aquí una pequeña muestra de la inyección masiva de algunos proyectos comprometidos a la isla:
- Fondos para pagar los equipos y materiales de postes y cables del sistema eléctrico, $1,400 millones.
- Para subvencionar proyectos de reconstrucción para las escuelas de Puerto Rico, $1,200 millones.
- Para infraestructura de medición avanzada en el sistema de telecomunicaciones de Puerto Rico, $876 millones.
- Un total de $790 millones para adquirir e instalar nuevos medidores de agua.
- Para la planificación y diseño de proyectos de agua, $294 millones.
- Para pagar mejoras en el edificio Guillermo Arbona del Recinto de Ciencias Médicas, $256 millones.
- Para pagar la planificación y diseño de proyectos de carreteras y puentes, $135 millones.
- Para pagar la rehabilitación del embalse La Plata, $115 millones.
- Para el pago de la rehabilitación de la planta de tratamiento de agua en Mayagüez, $107 millones.
- Para el pago de ingeniería, construcción y contratación en la subestación de Sabana Llana, $100 millones.
- Para el dragado del embalse Carraízo y ampliar reservas de agua en toda la Isla, $98 millones.
- Para la rehabilitación de la planta de tratamiento de aguas residuales en Guayama, $77 millones.
- Para el pago de proyectos en la Universidad de Puerto Rico en Bayamón, $75 millones.
- Para los arreglos en la subestación de Aguirre, $82 millones.
- Para el alumbrado público en Caguas, $76 millones.
Hay cientos de proyectos más financiados con dólares federales, cruciales para la recuperación y desarrollo de Puerto Rico. Cubren una amplia gama de áreas, desde infraestructura energética y gestión del agua hasta instalaciones educativas y de salud. Proyectos como la rehabilitación de plantas de tratamiento de aguas residuales, alumbrado público e infraestructura de medición avanzada resaltan la escala de la inversión federal en nuestra isla y son vitales para mejorar la calidad de vida de todos los puertorriqueños.
A pesar de no tener el derecho a votar en la isla, debemos mantenernos comprometidos y vocales en el discurso político. Es crucial que los puertorriqueños en los 50 estados aboguen por nuestros intereses y aseguren que nuestras voces sean escuchadas, para influir en la narrativa y presionar por políticas fiscales que beneficien a nuestra isla. Un presidente que entienda las necesidades únicas de Puerto Rico, como Kamala Harris, y priorice la recuperación de desastres y el desarrollo de infraestructura puede hacer una diferencia profunda en nuestras vidas. Por el contrario, una administración que descuide o no priorice nuestras necesidades, como ya demostró Donald Trump y el Partido Republicano el cuatrienio pasado, puede detener proyectos críticos y retrasar nuestro progreso.