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- 01/04/2016 02:00
Gustavo García de Paredes, ante todo, un docente
La comunidad panameña conoce al Dr. Gustavo García de Paredes como la máxima autoridad de la Universidad de Panamá (UP), no obstante, muy poco se sabe sobre su labor como profesor de esta máxima casa de estudios. El Dr. García de Paredes cursó estudios superiores en la Universidad de Madrid, donde obtuvo los títulos de Licenciado en Filosofía y Letras con especialización en Historia Universal y Doctorado en Filosofía y Letras con especialización en Historia Universal en 1962 y 1963, respectivamente.
Actualmente el Dr. García de Paredes tiene 52 años de docencia en la UP, siendo el profesor de mayor antigüedad. Ha dictado las cátedras de Historia de la Civilización, Panamá en el Mundo Americano, Historia del Arte, Historia de Oriente, Grecia y Roma, Historia del Antiguo Oriente e Historia Contemporánea.
Cuando estudiaba la carrera de Filosofía e Historia, tuve la distinción de tenerlo como profesor del curso de Historia de Oriente, Grecia y Roma. Es un hecho conocido que las carreras de Filosofía e Historia y Geografía e Historia no tienen ningún atractivo para los recién graduados de las escuelas, y consecuentemente, hay pocos estudiantes por aula de clase, de manera que en la asignatura (Oriente, Grecia y Roma) asistíamos solo ocho estudiantes.
Como es usual en los estudiantes, el primer día de clase está lleno de expectativas, porque no se conoce al profesor que dictará el curso, y en el caso nuestro era aplicable. Con mucha sorpresa, nos enteramos previamente de que el rector de la UP iba a ser nuestro profesor. Cuando llegó el rector al salón de clase nos sentimos entusiasmados y excepcionalmente halagados (fue una rareza), pues teníamos al rector como nuestro profesor.
Durante el tiempo que nos dictó la asignatura, apreciamos a un buen profesor. Se preocupaba por compartir sus conocimientos, era respetuoso, paciente, atento a la escucha y al diálogo con sus estudiantes. Sumamente puntual, siempre asistía a dictar clases a menos que tuviera algún compromiso, y para ello enviaba a su asistente. Recuerdo que estaba muy atento al cumplimiento del programa de la asignatura, de tal forma que si faltaban temas por abordar, había que recuperar la clase. No faltaban las preguntas al inicio de clase sobre lo explicado en la clase anterior ni tampoco durante la clase, a fin de comprobar que estuviéramos atentos.
Para terminar, como estudiante al igual que mis compañeros, valoramos las enseñanzas impartidas por nuestro profesor. Sus explicaciones las tenemos presentes, y recordamos su insistencia de que aprendiéramos la ubicación del Mar de Mármara, el descubrimiento de la ciudad de Troya por parte de Heinrich Schliemann, y lo referente al Mito de Isis y Osiris y el barquero taciturno.
LICENCIADA EN FILOSOFÍA E HISTORIA.