• 12/08/2009 02:00

Ex convicto y sociedad

La sociedad a través de la ley tiende a regular el resto de las actividades, al sustentar y adjetivizar con las normas para conceder los...

La sociedad a través de la ley tiende a regular el resto de las actividades, al sustentar y adjetivizar con las normas para conceder los derechos particulares por medio de las autoridades. Si nos referimos al aspecto penal, las condenas con prisión tiene el objeto advertido de corregir comportamientos, dentro de este someter, debe colateralmente existir en los lugares de expiación, programas de rehabilitación para los reclusos. Tales proyectadas enmiendas deben ser reforzadas con los beneficios que se logran en compensación por el buen comportamiento, como los permisos, visitas, esparcimientos y otros.

La buena conducta debe ser reforzada como parte del tratamiento, con permisos escolares, laborales, trabajos dentro de la cárcel o extramuro, sin convertir este asunto en un hospedaje vacacional.

Se debe prevenir y reconvenir el delito con vehemencia, lo mismo que rehabilitar a los condenados. Nos preocupamos por repeler en vez de prevenir y nos ocupamos muy poco en rehabilitar, pero todavía queda algo más sobre la finalidad social como un aspecto de suma relevancia.

La finalidad social es una tendencia al fin o es el objeto determinado, que en este título compuesto, nos sitúa dentro de la sociedad a la que pertenecemos. Para Aristóteles la finalidad era la clave para los seres animados y los inanimados, con el fin de desarrollar su perfección, como un ensueño o ideal que definió como entelequia.

Si consideramos a los seres humanos en conjunto como sociedad, que al relacionarse comparten una cultura y forman parte de una comunidad extensiva al resto de las otras sociedades, ocupada en regular con tratados la conducta humana, que en algunos lugares se toleran, pero en otros se convierte en delito.

Descuidamos a los ex convictos, que cuando alcanzan la libertad no hay mayor preocupación por el reingreso a la sociedad. Esta debe ser una labor encaminada a prevenir una recaída, que durante su estancia promueve en el centro con el mal trato, la desconsideración y la corrupción galopante, que permite ciertas prebendas como el uso de celulares y otros artefactos, comidas y bebidas, visitas especiales y fuera del penal, la apatía el desprecio o simplemente la falta de finalidad social.

Un ex convicto debe ser un ciudadano ejemplar. Tiene que mostrar un comportamiento apropiado, como el de un buen padre de familia. Debe convivir con un trabajo decente, inclinado a la realización de acciones teleológicas, es decir, al estudio de los fines o propósitos sobre los resultados o en busca del desarrollo de normas o reglas, con la semejanza con otras situaciones precedentes. En nuestras cárceles hay que buscar el equilibrio sobre los beneficios para todos los reos como compensación. Montar cámaras para grabar en el perímetro y antenas para impedir que se hagan llamadas exteriores con el único fin de evitar la corrupción.

El comportamiento ante la sociedad debe ser como el del resto de los ciudadanos de bien. La finalidad social nos intima a cumplir con las obligaciones ciudadanas de una manera ejemplar y para eso el Código Administrativo, regula comportamientos extraños como la vagancia, que no excluye a ningún sujeto por más larga que haya sido la condena, como para refugiarse en una cantina, un billar o simplemente convertirse en un ocioso público.

*Abogado y docente universitario.cherrera@cwpanama.net

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