“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
El equilibrio perfecto: comunicación y habilidades técnicas en el mundo actual
- 05/08/2024 00:00
- 05/08/2024 00:00
Según el Foro Económico Mundial, la habilidad de comunicar será una de las más importantes durante los próximos 15 años.
Las personas que no adquieren la habilidad de comunicar están perdiendo oportunidades laborales o podrían perder la oportunidad de un ascenso si se encuentran en una posición laboral.
Con el avance tecnológico que estamos viviendo, es necesario fortalecer la comunicación y el trabajo en equipo, porque estas son habilidades que no pueden ser reemplazadas por la inteligencia artificial o la robótica. Hoy en día, las empresas valoran más a los empleados que además de ser inteligentes y aplicados en diversas habilidades técnicas, también dominan las habilidades blandas.
Las habilidades técnicas son aquellas capacidades que se adquieren mediante la formación académica y la experiencia práctica. Estas capacidades van desde la programación y el análisis de datos hasta el manejo de software especializados y el conocimiento de sistemas financieros complejos. En Panamá, existe mucha demanda en este tipo de competencias por ser un país de servicios financieros, con un desarrollo en áreas relacionadas a la tecnología y la logística.
Estos conocimientos generan una gran ventaja porque optimizan los procesos, mejoran la eficiencia, facilitan la innovación y fortalecen la capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías.
Por ejemplo, en los trabajos del sector bancario donde se maneja un alto volumen de información, estos conocimientos facilitan el análisis de datos para desarrollar modelos que pueden transformar la forma en que se gestionan los riesgos y se toman decisiones estratégicas.
Sin embargo, en un entorno profesional, las habilidades técnicas no son suficientes por sí solas. La comunicación efectiva, la cual forma parte de las habilidades blandas, es también imprescindible.
La comunicación implica escuchar, aprender, recopilar conocimientos y transmitirlos. Además implica ser considerado con tus palabras y acciones, y hablamos de acciones porque la comunicación no verbal también es comunicación.
La comunicación también es ser organizado, conciso y claro, especialmente cuando se trata del teletrabajo. Es saber cómo comunicarse por medio de un correo electrónico, una videollamada o una reunión.
La resolución de conflictos, el saberse vender en una entrevista de trabajo y desarrollar el liderazgo son habilidades para ascender en todos los ámbitos de la vida. Sin embargo, nos comunicamos de manera automática y no prestamos atención en cómo lo estamos haciendo. Saber comunicarse es expresar lo que sentimos, pensamos y lo que somos.
El verdadero desafío está en encontrar un equilibrio entre estas dos competencias: la sinergia entre las habilidades técnicas y la comunicación efectiva. Naturalmente nos hemos abocado en aprender habilidades técnicas para lograr facilitar el trabajo, pero es necesario potenciar la comunicación para trabajar en equipo. Si no se realiza una comunicación adecuada y asertiva se pueden generar conflictos y reducir la productividad.
Para lograr este equilibrio, es importante invertir en la educación continua. Esta formación se debe dar desde el momento en el que identificamos cuál es la profesión que queremos emprender.
Se deben desarrollar en paralelo tanto las competencias técnicas como las habilidades de comunicación, y para esto existen diferentes plataformas que ayudan a desarrollar estas competencias como Udemy, Coursera y LinkedIn, que brindan una gama de cursos a costos accesibles y certificaciones que se pueden utilizar para fortalecer la hoja de vida.
En el mundo actual, el equilibrio entre las habilidades técnicas y la comunicación efectiva es una necesidad, no una opción. Los estudiantes y profesionales deben reconocer la importancia de desarrollar ambos aspectos para alcanzar el éxito en sus respectivas áreas.
Al fomentar una cultura organizacional que valore esta dualidad, estaremos mejor preparados para enfrentar los desafíos del futuro y mantenernos competitivos en un mercado laboral en constante evolución.