El número de víctimas mortales por la dana en la provincia de Valencia se eleva a 212, de las que 183 están ya plenamente identificadas, según el último...
- 07/06/2016 02:02
EE.UU. arbitrario
Urge tomar acciones para perfeccionar nuestra soberanía. Los últimos acontecimientos sobre Mossack y Fonseca, y caso Waked, sitúan a nuestro país como nación tutelada por EE.UU. Solo faltó que invocaran la Enmienda (¿reserva?) de Concini y su confirmación, la Enmienda Church. Ambas aceptadas por nosotros como fórmula para que se aprobara el Tratado Torrijos-Carter... Estas ‘enmiendas ' autorizan a EE.UU. a intervenir en Panamá en caso de que estuviera en peligro el tránsito por el Canal, aunque no nos guste. No los autoriza a intervenir en asuntos internos ni decidir si las sociedades anónimas son ilegales ni cerrar empresas por ‘orden administrativa ' del Departamento del Tesoro.
En Panamá no hay pena de muerte para persona natural ni para persona jurídica... Sin embargo, el citado Departamento del Tesoro decretó pena de muerte comercial para Félix B. Maduro, La Riviera, WISA, La Estrella de Panamá , sin juicio en derecho y violando presunción de inocencia. No les importan los daños colaterales infligidos a los trabajadores que perderán sus puestos de trabajo luego de largos años de sacrificio.
Ahora no podrán pagar la escuela, medicinas, comida, la hipoteca de la casa... Todo ocasionado por una ‘orden administrativa ', producto de una sospecha de fiscales foráneos miembros de una estructura judicial extranjera.
¡Cuánto irrespeto y prepotencia! ejerce sobre Panamá esta ‘orden administrativa ', que encuentra a su principal vocero procónsul en la persona del embajador de EE.UU., pareciese emulando la política del Gran Garrote de Theodore Roosevelt. Desconociendo que esas épocas ya pasaron, y que los pueblos democráticos y libres de América no permitiremos que vuelvan.
Estas acciones groseras e injustas son las que radicalizan a las naciones ofendidas y surgen los Chávez, Morales, Ortega, Correa, y otros que encuentran la fórmula de confrontación económica, política, bélica, como instrumento de rechazo a las políticas hegemónicas que pretenden imponer EE.UU., Francia y Alemania, y algún otro descarriado país.
Oportuno señalar que no conocemos —ni nos interesa conocer— a Mossack y Fonseca ni a Waked en cualquiera de sus versiones. Nuestra opinión vertida en este escrito corresponde exclusivamente a la percepción que constituye una grave ofensa contra Panamá lo actuado por el Departamento del Tesoro y su vocero local, el embajador de EE.UU. Su argumentación de ‘orden administrativa ' es indigna de una nación que se jacta de ‘causas justas ', como paladín de la justicia y de la democracia... Causa más indignación el ‘bullying ' contra países pequeños como el nuestro, pero con gran voluntad y decisión de defendernos.
Todo lo anterior contrasta con el hecho de que aún con pleno conocimiento de las implicaciones de corrupción de la cleptocracia de Ricardo Martinelli, mantengan su Gobierno escudo de protección sobre el fugitivo escondido en Miami. ¿Quién duda que los servicios de inteligencia, incluyendo embajadores pasados y presentes de EE.UU., conocen todo lo actuado por Martinelli en sus años de Gobierno? ¿Por qué lo protegen con el subterfugio de que hay que presentar solicitud judicial con pruebas? ¿Qué parte no entienden de las siete denuncias por corrupción presentadas ante la CSJ, de la solicitud de extradición en curso, del recién llamado a imputación por la compra de comida deshidratada por 44 millones¡ ¿O es que sus fiscales son mejores que los nuestros? ¿Por qué impiden que leyes de Panamá transiten los caminos de justicia?
Para ser más claro, Waked es condenado vía orden administrativa, sin juicio, y sin presentar pruebas... Acá están pruebas de la implicación en corrupción de Martinelli, la orden de detención, la solicitud de extradición en trámite, el llamado a imputación por malversación de $44 millones, y ustedes todavía le dan protección. Cuando debían haberlo deportado por indeseable... ¿Constituye esto doble discurso? ¿Son o no son arbitrariedades las acciones de ustedes en ambos casos?
¿¡Usted, señor embajador, nos va a decir que el Departamento de Estado, y su JUSTICIA, desconocen lo actuado por Martinelli, y que por eso no lo deportan por visitante indeseable? Panamá juzgará a Martinelli en derecho, con equidad y salvaguardando presunción de inocencia. Usted, señor embajador, representante de EE.UU., debe transmitir a su Gobierno que al darle protección son cómplices de las implicaciones de corrupción por las cuales será juzgado Ricardo Martinelli Berrocal.
Así lo percibo, así lo escribo.
CIUDADANO JUBILADO.