Colón, una ciudad que emerge sola

“El honor debe comenzar en el corazón, pero si termina allí, no es honor. El honor debe expresarse a través de palabras, símbolos, acciones”, Douglas Wilson. “El servicio a los demás en su momento de necesidad es un privilegio y un honor”, Harley King.

Estas frases bien pueden ser consideradas aforismo para muchas personas que desvinculen la esencia de la verdad colectiva y se sujetan a un criterio definido en un entorno particular, vislumbrando una actitud ensimismada, sin medir las imprecisiones provocadas al intentar practicar el bien común.

Confieso sorpresa al tratar de asimilar el comportamiento folclórico de muchos actores políticos que hoy ven con preocupación la intentona de retomar el liderazgo sucumbido en el olvido de una provincia tan beligerante y determinante como Colón. Mas, vemos que, en una acción solidaria, una gran cantidad de ciudadano respalda las acciones de las autoridades de turnos que aspiran a canalizar cambios estructurales de una ciudad sumergida históricamente en el abandono económico, cultural y, sobre todo, alejado de cualquier crecimiento tangible que propicie el desarrollo de esta porción terrestre de Panamá. “Ayudar al que lo necesita no solo es parte del deber, sino de la felicidad”, José Martí.

Rolando Alexis Lee Delgado y Jairo Salazar Ramírez, ambos con tres periodos de representante de corregimiento en los últimos años, uno en el Barrio Sur y el otro en el Barrio Norte. Aunado a esto, ambos logran paralelamente dos cargos electorales adicionales, el primero como alcalde del distrito de Colón y el segundo como diputado del Circuito 3-1. Esta referencia biográfica política no suprime el origen de lucha de ambos ciudadanos, hoy convertidos en autoridades. Lee proveniente de calle 12, avenida Meléndez, en los edificios de las Cuatro Potencias y Salazar de la calle 3, avenida Herrera.

Aquel que verdaderamente conoce la provincia y las calles de la ciudad, pudiendo sin problemas ubicar el callejón Martínez, la avenida Portobelo, sabrá que estos lugares descritos reflejan limitaciones económicas sujetas a las aspiraciones de superación de sus moradores, hoy reflejadas por las autoridades mencionadas.

Indiscutiblemente, habrá posiciones encontradas, algunos respaldarán el crecimiento anhelado por los colonenses, otros dirán en democracia, respetando las diversidades de opiniones, que no están de acuerdo con la forma de y actuar de Lee y Salazar en relación con la recuperación del prestigio y respeto de la provincia necesario para el desarrollo de sus habitantes.

Somos seres imperfectos en pleno y constante crecimiento, estas premisas se relacionan con el siguiente enunciado: “Me he dado cuenta de que imperfecto es perfectamente cómodo para mí. Ya sea una ciudad o mi apartamento, me siento más como en casa cuando las cosas están algo defectuosas”, Hoda Kotb.

Colón merece los aportes de todos sus ciudadanos, más ahora que mantenemos la atención del Gobierno de turno, quizás las acciones emprendidas por Lee y Salazar no son vistas con agrado por aquellos que en acción defensiva puntualizan politiquerías, pero no debemos desperdiciar la oportunidad de provocar una discusión propiciadora de soluciones paulatinas para la región, donde los actores sean genuinos y legítimos, sin demeritar ni excluir a nadie.

El progreso de esta provincia no debe ser vinculante a la inacción, indistintamente de versiones encontradas, donde sean trasladadas las responsabilidades a Gobiernos pasados; el escenario está conforme para que el Gobierno de Laurentino Cortizo mire hacia este territorio y en acción de mancomunidad, con sus habitantes y autoridades regionales, pasemos del dicho al hecho y permitamos que la ciudad emerja por sí sola.