El número de víctimas mortales por la dana en la provincia de Valencia se eleva a 212, de las que 183 están ya plenamente identificadas, según el último...
Cuando se tiene un hijo, no sé cómo
decirlo, se abren las compuertas del
amor hecho sangre; todo se contamina
de una dulce ternura y el horizonte
claro se siente en las entrañas.
¿Por qué será que entonces todo se ve
distinto: la hormiga que murmura en su
débil corola, la blanca flor de armiño
que estremece la aurora y la pupila
abierta que arrulla nuestro espíritu?
Tener un hijo cambia la vida de las vidas,
es como renacer y sentirse de nuevo
como un capullo blanco, inocente y
eterno, tal como niño sano corriendo en
la llanura.
Y en esa idea fecunda de mareas y de
ensueños, en el alumbramiento de
años y de días, va la madre en silencio
cubriendo los altares de los nuevos
retoños abiertos a la vida.
Lo Nuevo