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- 03/12/2019 20:41
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La ratificación de los nombrados por el mandatario Laurentino Cortizo al cargo de principales y suplentes de la Corte Suprema de Justicia inició en la Comisión de Credenciales que arrancó sesiones a las 3 de la tarde.
A golpe de pupitre, los nueve integrantes de la Comisión aprobaron las designaciones por unanimidad luego de escuchar las consideraciones de nueve ciudadanos, las de algunos diputados que hicieron uso de la palabra, sin preguntas, y de los propios designados.
Los nueve aspirantes, tres principales, Maribel Cornejo como magistrada penal en reemplazo de Harry Díaz, María Eugenia López, como magistrada de la Sala Penal en reemplazo de Jerónimo Mejía y Carlos Váquez, como magistrado de la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo y Laboral en sustitución de Abel Zamorano, y los 6 suplentes, Otilda Vergara como asistente de Maribel Cornejo, Juan Francisco Castillo como suplente de López, Miguel Espino para asistir a Olmedo Arrocha, Carmen Luz de Gracia quien será suplente de la magistrada Ángela Russo, José Agustín Delgado como suplente del despacho de Carlos Vásquez y Rafael Murgas Torraza del magistrado Cecilio Cedalise, esperaban en primera fila el resultado de ese primer filtro para luego ser conducidos al pleno de la Asamblea Nacional.
Gran parte de los aspirantes proviene de familias humildes, de padres trabajadores que residían en el interior, que forjaron a sus familias con gran esfuerzo. Cuando tocó el turno a los aspirantes para describir sus carreras, sustentar por qué eran meritorios del cargo, confesaron historias de su infancia, de sus familias, de las experiencias en sus estudios y cómo lograron los cargos que ostentan, algunos hace casi tres décadas.
Ábrego abrió el periodo de participación para que los ciudadanos que se habían anotado en la lista de oradores hicieran uso de la palabra: Elia Tulipano; la licenciada Norma González; Luis Ernesto Fields Juárez; periodista y locutor, el abogado Ernesto Cedeño; y el abogado Ricardo Fuller.
El único que trajo a colación un señalamiento directo fue Fuller, quien apuntó directamente contra María Eugenia López. “Yo objeto la designación de la magistrada María Eugenia López porque tiene abierto un expediente de falta a la ética por supuestamente por pertenecer a varias sociedades anónimas y forma parte del órgano Judicial. Ella afirma que las sociedades no están vigentes, pero Fuller que en ese año que presentó las evidencias en las que aparece como tesorera o agente residente, "ella fue corriendo a salirse de la sociedades", llevó constancia de los documentos”, manifestó el ciudadano.
Cuando llegó el turno de López, respondió las inquietudes de Fuller. Defendió que ha ejercido su función pública por más de 29 años. Sobre la denuncia por faltas a la ética, que interpuso un 12 de diciembre, día de su cumpleaños, López explicó que se trata de dos sociedades de las seis que pertenecían a su madre. Registradas en 1984, la hoy magistrada aparecía como tesorera, antes de que ella ingresara al Órgano Judicial. No obstante, añadió, éstas sociedades no cuentan con registro, licencia o aviso de operación comercial. Al momento de interponer la denuncia las dos sociedades, las mismas estaban morosas en el pago de impuestos por más de dos décadas. Por lo tanto, “cuando la sociedad deja de pagar la tasa, queda inhabilitada la sociedad anónima. Yo no corrí a renunciar por miedo o temor, sino porque ese 25 de diciembre que se publicó la noticia, las sociedades eran de amistades mías”, respondió la magistrada.
Otilda Vergara, suplente, habló con voz de Paritilla, su natal tierra en la que vivió una infancia feliz. Orgullosa del sistema judicial al que pertenece, contó que siempre ha tratado de pertenecer al mismo porque aún hay gente honesta, y reconoció que nunca se esperó estar en la tribuna en la cual habló sobre su vida para alcanzar este distinguido cargo. “Usted puede llegar a esta posición desde el interior, no tengo conexiones, pero esto ha sido un trabajo de equipo de toda la gente de Paritilla. Yo me preparo todos los días, entré a ser juez cuando dos testigos que coinciden en plena forma y lugar hacen plena prueba, todo por escrito, sin conocer a los testigos. Ahora tenemos el SPA, que es la inmediación, la práctica de pruebas”, ilustró la magistrada.
José Agustín Espino, contó a los presentes que atestiguaban la sesión en el salón azul de la Asamblea, que tiene sangre veragüense, que es educador, al igual que sus cuatro hermanos, y que nunca pensó ser abogado, profesión que estudió por invitación de un amigo que residía en Antón, y que a los dos años abandonó la carrera. Luego recordó que la primera vez que usó zapatos, la primera vez, subrayó, fue cuando se graduó de primaria. Por eso, al concluir sus estudios básicos, se inspiró para ser educador, porque quería ayudar al resto. Cuando se graduó de Derecho en la Universidad de Panamá, ejerció en una firma que se ocupaba de casos en la rama civil. Luego ingresó al Órgano Judicial en 1984, como abogado de circuito penal, no demoró mucho y pronto fue transferido al circuito civil. Ahí, rememoró, exigió que los secuestros y las inspecciones oculares no se cobraran. Cargo que ejerció por 11 años, y después concursó por la plaza en el Tribunal superior de familia y lo eligieron. Es un magistrado de carrera, su norte ha sido la imparcialidad, la independencia. Aunque admite que no quedó conforme algunos aspectos de la Carrera Judicial, reconoce que su creación es un avance. Prometió independencia, pero dijo que para que el sistema lo sea, es necesario un presupuesto autónomo para su operación.
Maribel Cornejo es una mujer de 55 años de edad, proveniente de una familia de seis hermanos oriunda de Veragüas. Habló sobre su amor por la justicia: “tengo casi 30 años como abogada”. Su carrera la inició en el Tribunal de Menores, y después fungió como asistente de la magistrada Aura Emérita de Villaláz a quien considera una gran maestra. En su despacho elaboró proyectos de varios casos con la prerrogativa de que a los dos días el proyecto debía estar en circulación. Con esa inmediatez promete trabajar en la Corte.
Luego, recordó sus pasos por el Ministerio Público y dijo que José Antonio Sosa la nombró como fiscal y laboró en varias fiscalias ejerciendo la acción penal. Sus últimos años ejerció como fiscal anticorrupción. Fue una de las aspirantes que dijo conocer lo que es el ejercicio privado y el público, ambas tareas las desarrolló.
El abogado Carlos Alberto Vásquez habló de su carrera con emoción. En su rostro no podía ocultar la felicidad de llegar a ese puesto. De raíces veragüenses y coclesanas, hijo de dos abogados, supo desde pequeño que el derecho era su vocación. Ha sido presidente del Colegio Nacional de Abogados. Presidió la academia del Derecho Administrativo. He estado tanto en el sector privado como el público en distintas tareas al servicio del Estado.
También se escuchó a Juan Francisco Castillo, servidor judicial de carrera, quien ha ocupado casi todas las posiciones. Es la segunda vez que lo postulan para la sala civil, esta vez la definitiva. Su discurso se limitó a lo más sencillo, el trabajo y la forma en que lo hace. Dijo que siempre ha trabajado con honradez, y que nada debe cambiar en su nueva posición. “Voy a seguir trabajando con tesón, con honestidad, y con empeño y más responsabilidades ahora que voy a hacer suplente de la Sala Penal.
Hay muchas cosas por hacer, seguiremos apoyando en una evaluación del Sistema Penal Acusatorio, así como de una verdadera evaluación de la carrera judicial”, manifestó.
“En la prensa han salido acusaciones de que soy mala paga por atrasos de tres cosas de mantenimiento, no puedo decir que no es así”, reconoció Miguel Espino. “Pero las cosas correctas que uno hace, a veces parecen ser mal interpretadas”, dijo al explicar un conflicto con una vecina. “Nosotros en la administración de justicia sabemos que nuestras resoluciones tienen consecuencias, a veces desagradables en los medios, pero nos persigue la consciencia de hacer lo correcto.
Estudio en el extranjero y consiguió un doctorado en derecho bancario, informático, post grado en derecho procesal por la universidad Del Rosario. Espino ha sido magistrado suplente en el primer Tribunal Superior, posición que logró por meritocracia en 2008 cuando se sometió a concurso la posición y salió electo. “Me comprometo a seguir trabajando por la institución con transparencia”, concluyó.
La candidata a suplente Carmen Luz De Gracia es una mujer que viene de abajo. Confesó que en su época de estudiante universitaria se sacrificó mucho para honrar a su padre quien no logró culminar sus estudios. Cuando se graduó litigó por dos años, y después le ofrecieron una secretaria en un juzgado civil, pero corto tiempo después, pasó a ser juez de trabajo por un periodo de tres años. Más tarde volvió a la privada por un año, y después regresó al sistema. Actualmente tiene 19 años como magistrada del Tribunal Superior en materia penal.
“De ustedes ratificarnos, vamos a seguir laborando como hemos hecho hasta ahora, trabajar de manera honrada e integra, no aceptar llamadas de ninguna persona, llegaría como asistente de la magistrada Ángela Russo”, sentenció.
Finalmente tomó la palabra Rafael Murgas Torraza, oriundo de Tolé, Chiriquí, es un hombre especialista en temas de resolución de conflicto laboral. Con gran experiencia en el tema, Murgas recordó a los diputados que lo escrutaban algunas frases: “El poder público emana del pueblo, eso es importante para el órgano legislativo y la ciudadanía. También hay que resaltar el principio de que todos somos iguales ante la Ley. La justicia se fortalece con la bondad de las leyes del órgano legislativo. También hay que resaltar el principio de que todos somos iguales ante la Ley. La justicia se fortalece con la bondad de las leyes del órgano legislativo. El abogado ha trabajado por más de 13 años en el Ministerio de Vivienda en la rama contencioso administrativo donde veía constantemente la resolución de este tipo de conflictos.