Protestas en Panamá tienen impacto en Centroamérica

La Federación de Cámaras del Istmo Centroamericano (Fecamco) expresó su preocupación por la situación política y social en Panamá desde octubre.

En un comunicado, el gremio destacó la interconexión regional y afirmó que cualquier perturbación en la paz y desarrollo de un país impacta directamente en los demás. “Centroamérica es una región interconectada y todo lo que afecte la paz y el desarrollo de un país golpea directamente a los demás”, aseguró Fecamco en un comunicado difundido este sábado por la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá (CCIAP).

Las carreteras internacionales en Panamá han estado bloqueadas por más de 20 días, con cierres intermitentes en otros puntos.

Esto afecta negativamente la educación, salud y productividad de la población, generando pérdida de clases, citas médicas y afectando la distribución de medicamentos a nivel nacional.

La Federación señaló que estas acciones, que impiden la libre circulación de personas, tienen implicaciones en el comercio regional y afectan a transportistas centroamericanos en Panamá, retenidos a lo largo de la carretera panamericana sin acceso a servicios básicos.

La región centroamericana, señala la misiva de la Federación, “se encuentra en un proceso de recuperación económica y este tipo de situaciones (la crisis panameña) impiden que alcance los niveles de crecimiento necesarios para ese desarrollo sostenido”.

Como Federación, hicieron un llamado al Gobierno de Panamá y a los diferentes actores políticos y sociales a buscar un dialogo de forma inmediata, que permita encontrar una solución en favor del pueblo panameño y de la región.

La Cámara de Industrias de Costa Rica también expresó su preocupación por las protestas en Panamá, destacando demoras en los traslados marítimos y terrestres, así como un aumento en los costos.

El director ejecutivo de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR), Carlos Montenegro, indicó en declaraciones a EFE que el principal problema que están tendiendo las empresas en Panamá son los bloqueos, debido a las complicaciones para abastecerse de materia prima y combustibles, lo que compromete la continuidad de las operaciones.

“Si se toma el tiempo entre el envío de planta al puerto, carga, tránsito marítimo y liberación del puerto en total se demora 7 a 8 días mientras que el terrestre es 1 día y medio en promedio”, comentó Montenegro.

El director ejecutivo de la CICR agregó que la tarifa terrestre es de 1.375 dólares por un furgón donde se colocan 30 tarimas de exportación, mientras que el costo marítimo es de 2.678 dólares y en ese contenedor van solo 20 tarimas.

“Ahora tenemos 6 días más de tránsito y 2,9 veces más caro por tarima”, explicó Montenegro.

El director ejecutivo de la CICR también indicó que la movilidad de los trabajadores hacia las empresas en Panamá se ha convertido en una labor “muy riesgosa” y muchos de los productores del sector agropecuario e industrial se están perdiendo demanda por no poder salir a los puntos de venta.

Los bloqueos comenzaron hace casi un mes en medio de protestas masivas contra el contrato que renueva la concesión a Minera Panamá para explotar la mina de cobre a cielo abierto más grande de Centroamérica. Esta crisis interna ha generado desabastecimiento de alimentos, combustible, gas y medicamentos.

El Gobierno panameño ha intentado paliar la situación importando gasolina y gasolina desde Costa Rica.

Ayer, comunicó que tras diversas coordinaciones se ha logrado trasladar desde Costa Rica otro contingente de combustible (gasolina de 91 y Diésel) para el abastecimiento de Chiriquí (23 cisternas) y Bocas del Toro (4 cisternas: 3 Almirante; 1 Changuinola)), afectadas por los cierres de vías.

Como ya es conocido, este suministro temporal busca aliviar la situación en ambas provincias, sin embargo, este mecanismo no es suficiente para lograr la regularidad y estabilidad diaria de las entregas por depender de la disponibilidad del producto en Costa Rica.

Las exportaciones de Costa Rica a Panamá alcanzan los 607 millones de dólares, mientras que las importaciones suman unos 236 millones de dólares, incluyendo productos como concentrados para bebidas, empaques plásticos, medicamentos y alimentos para animales.

Por otro lado, la Alianza Evangélica de Panamá (AEP) se congregó este sábado 18 de noviembre en las instalaciones del Parque Urracá con el propósito de hacer un “Clamor de Oración” por la paz y abordar la situación social, económica y política que enfrenta Panamá en la actualidad.

La Alianza Evangélica de Panamá convocó a autoridades del país, representantes del sector privado y miembros directivos de los partidos políticos, que tiene como fin busca promover la unidad.