Diabetes, un desafío en salud pública altamente prevenible

Actualizado
  • 16/11/2023 00:00
Creado
  • 16/11/2023 00:00
La diabetes es una enfermedad metabólica cuya incidencia mantiene un aumento sostenido y que, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la padecen alrededor de 420 millones de personas en el mundo.

La diabetes es una enfermedad metabólica cuya incidencia mantiene un aumento sostenido y que, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la padecen alrededor de 420 millones de personas en el mundo. Sus causas son multifactoriales y por tanto los retos a nivel de la salud pública deben enfocarse en la prevención, diagnóstico temprano y el seguimiento al tratamiento para reducir las complicaciones que son causa de discapacidad y muerte temprana en adultos.

Existen diferentes formas de esta enfermedad, sin embargo, la diabetes tipo 2 es la más común y se caracteriza por la presentación de niveles elevados de glucosa en la sangre a causa de una resistencia de distintos órganos a los efectos de la insulina, una hormona pancreática responsable de mantener el equilibrio de la glucosa en sangre.

En Panamá, al igual que el resto de los países de América, la diabetes sigue aumentando su prevalencia, hasta casi dos veces si la comparamos con las cifras de los últimos 30 años, con una tendencia a iniciarse en edades cada vez más tempranas en la vida adulta.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo de Panamá (Inec), la diabetes ocupó el cuarto lugar entre las principales causas de mortalidad en adultos para el año 2021. Al igual que la mayoría de las enfermedades no transmisibles, hay factores de riesgo como el sobrepeso, la inactividad física, la hipertensión arterial, el tabaquismo y las dietas malsanas que están fuertemente asociados a la presentación de diabetes tipo 2 y que deben ser abordados con estrategias de prevención para transformar estas conductas.

El sobrepeso y la obesidad, definidos por un índice de masa corporal por arriba de 25 y 30 kg/m2 respectivamente, se ha señalado como el principal factor de riesgo para esta enfermedad. Panamá tiene un porcentaje de adultos en sobrepeso por arriba del 73% y una de cada cinco personas es obesa, lo que evidencia la magnitud del problema. Preocupan aún más las cifras de obesidad infantil, ya que un informe reciente de Unicef arrojó que 30% de los niños y adolescentes entre 5 y 19 años sufren obesidad o sobrepeso, lo que los condiciona desde temprana edad a estar bajo efectos a nivel metabólico que condicionen a la diabetes.

Un estudio realizado en Udelas entre estudiantes universitarios realizado por el Dr. Carlos Chávez y que tenía como objetivo medir factores de riesgo cardiovascular, reveló que menos del 20% de los estudiantes realizaba actividad física de intensidad moderada semanal y que apenas un 10% de ellos incluye una dieta balanceada con porciones de frutas y vegetales todos los días, otro factor que condiciona a la diabetes y a altas cifras de sobrepeso y obesidad.

Por otro lado, el tabaquismo es un factor que siempre se ha asociado a enfermedades crónicas debido a los efectos tóxicos de los productos químicos que contienen los cigarrillos. Aun cuando en Panamá la prevalencia de tabaquismo es de las más bajas del mundo, es importante considerar los cambios que se puedan dar en esta práctica por la introducción de dispositivos electrónicos que representan otras formas de consumo de tabaco. Una investigación de un estudiante graduando de terapia respiratoria en la Udelas, está iniciando a medir la frecuencia de consumo en estudiantes universitarios de estos dispositivos electrónicos.

Las complicaciones de la diabetes se pueden clasificar, según su tiempo de desarrollo, en agudas y crónicas. Estas últimas producen daños a largo plazo a nivel cardiovascular, neurológico, a nivel de la visión causando la llamada retinopatía diabética que es causa de ceguera, la nefropatía diabética que es insuficiencia renal y las amputaciones que causan limitación física.

Ante este panorama y en el marco del llamado que hace la OMS y la Federación Internacional de la Diabetes cada 14 de noviembre para concienciar sobre esta enfermedad, es fundamental que se establezcan acciones prioritarias para reducir la incidencia de diabetes y la carga de complicaciones asociadas a esta enfermedad. Las universidades deben contribuir a dirigir investigaciones a nivel de la prevención de este problema, especialmente en la caracterización de factores de riesgo desde la infancia, adolescencia y en adultos jóvenes. Como universidades promotoras de la salud, es esencial que en estos espacios se promueva la actividad física, se brinden menús saludables, se desarrollen programas de prevención del tabaquismo en jóvenes, además de estrategias de educación para fortalecer las conductas saludables.

El tamizaje de los niveles de glucosa en sangre en ayunas es una herramienta diagnóstica que debe estar disponible en toda la red de servicios de salud para identificar tempranamente la diabetes, especialmente en personas con factores de riesgo. La disponibilidad de tratamientos farmacológicos, el seguimiento multidisciplinario para favorecer la adherencia, la reducción de factores de riesgo y evitar complicaciones son en conjunto las acciones que nos llevarán a reducir el impacto que tiene esta enfermedad a nivel mundial.

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