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Panamá, al paso con la energía sostenible
- 04/10/2023 00:00
- 04/10/2023 00:00
Las células solares contenidas en una placa solar de tamaño pequeño (50 en total) producen una media de 124 kWh al mes. No es mucho, pero es algo. De media, una familia panameña consume entre 700 y 800 kWh de electricidad al mes, según la Comisión de Libre Competencia y Asuntos del Consumidor (Clicac).
Un televisor apagado consume unos 15 kW al mes. La Clicac recomienda apagar los electrodomésticos cuyos enchufes son de fácil acceso cuando no están en uso, cuando apagarlos no implica inconvenientes (una refrigeradora, por ejemplo, debe permanecer funcionando las 24 horas del día). Una refrigeradora consume unos 500 kW al mes.
Sin embargo, Panamá está al paso con los tiempos, al paso con la energía sostenible. Jorge Rivera Staff, secretario nacional de la Secretaría Nacional de Energía de Panamá, confirma exactamente eso.
“Tenemos que aprovechar el avance tecnológico tan grande que hemos tenido”, dijo Rivera. En los últimos ocho años, los precios de los paneles solares en Panamá han bajado alrededor de un 65%. “Sin embargo, hay unas barreras todavía que como país necesitamos superar. Por eso hemos desarrollado la Estrategia Nacional de Generación Distribuida (Enged)”, la cual fue aprobada por el Gabinete en enero de 2021 y fue elaborada con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En un comunicado del BID se lee: “Panamá ya está por encima del promedio en la región en cuanto al uso de energías renovables para la generación eléctrica (69% desde 2017), en promedio, versus 58% en la región)”.
La Enged es un capítulo más de los lineamientos de la agenda de transición energética 2020-2030, cuyo fin es el desarrollo del autoconsumo con fuentes nuevas, renovables y limpias. Dado que Panamá no es país productor de petróleo o gas, la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles y la variación en sus precios es mucha. El BID calcula que en Panamá la matriz energética está dominada por los combustibles fósiles principalmente dedicados al transporte. En porcentajes, esa matriz está fraccionada de la siguiente manera: Diesel oil, 33%; gasolinas y naftas, 26,3%; gas licuado 7,7%; electricidad, 29,3%.
Por ello se escribió otro capítulo: la estrategia nacional de movilidad eléctrica, que tiene como objetivo potenciar y unificar los programas desarrollados por el gobierno y el sector privado con el fin de enfrentar los desafíos que imponen los temas de movilidad y calidad de vida en las ciudades del país, a través de la movilidad eléctrica, aunado a una visión integral que busca mejorar la movilidad mejorando y promoviendo el uso del transporte público y facilitando la movilidad por medios no motorizados, según se desprende del documento oficial de la Secretaría Nacional de Energía de Panamá.
En Panamá hay unas 20 empresas que venden e instalan paneles solares. Los precios varían según la marca, el tamaño y por ende el número de kW que genera cada panel, y si la instalación está incluida o no, pero por lo general un panel de 585 kW puede llegar a costar tan solo $180 cuando hace 20 años costaba varios miles de dólares.
Con esa accesibilidad económica, de mano con la Enged, el gobierno quiere llegar a esos lugares del país que tienen poco o nada de acceso a la energía eléctrica.
Las estrategias en funcionamiento, explica Rivera, “nos ayudan a entender qué tenemos que hacer para que estas opciones se masifiquen y que permitan entonces 'permear' a la mayor cantidad de panameños, no solo a las casas de playa, a las fabricas o a los hoteles, que también las pueden utilizar”, sino también a los más necesitados para ayudar a “cerrar la brecha de acceso a las áreas donde todavía tenemos panameños que no cuentan con energía eléctrica”.
En 2021 y 2022 Enel Green Power Panamá (EGPP) inauguró dos plantas solares, una en Jagüito de Coclé y una en Esperanza de Chiriquí, ambas conllevando una inversión de $30 millones. Enel Green Power, S.A. es una multinacional italiana que opera en el mercado de las energías renovables, con sede en Roma, y los proyectos que desarrolla en Panamá entran en el marco del compromiso de impulsar fuentes de energía renovable en toda Centroamérica.
Según el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), se calcula que la planta solar fotovoltaica Jagüito, con una capacidad instalada de 13,12 MW (megavatio), genere 20,19 GWh (gigavatio por hora) anuales de energía limpia, evitando la emisión de más de 11.800 toneladas de CO2 por año, y que cubre un área de 13,17 hectáreas, con el uso de 32.130 paneles fotovoltaicos monocristalinos, mientras que la planta solar Esperanza, con una capacidad instalada de 26,24 MW, genera 39,46 GWh anuales de energía verde, evitando la emisión de más de 23.600 toneladas de CO2 en la atmósfera, cubriendo un área de 40 hectáreas, donde se han instalado 64.440 paneles fotovoltaicos monocristalinos. Un GWh es una unidad de energía equivalente a mil millones de vatios por hora, mientras que un MW equivale a un millón de vatios.
Por otro lado, Celsia, una empresa colombiana, inauguró en 2015 una granja solar en Llano Sánchez, en Coclé, con una capacidad instalada de 9,9 MW, que se estima evitará la emisión de 4.140 toneladas anuales de CO2, y una en Chiriquí inaugurada en 2021, con una capacidad instalada de 10,55 MW, que se estima evitará la emisión de 3.400 toneladas de CO2 al año.
Estos son algunos ejemplos entre los más importantes. Panamá cuenta con un total de 31 plantas solares, según indica Miguel Bolinaga, presidente de AES Panamá, una compañía de energía que mira a acelerar el futuro de la energía renovable en Panamá.
Y Panamá mantiene el rumbo. El Consejo Mundial de la Energía ha anunciado recientemente que Panamá será el anfitrión oficial de la Semana Mundial de la Energía 2025, un evento bianual que “conecta diversas realidades y prioridades regionales con la agenda energética global para mostrar soluciones prácticas, viables e impactantes a medida que construimos un mejor futuro energético para todos”, según se lee en un comunicado del Consejo. Es una excelente oportunidad para Panamá, ya que el evento es una poderosa plataforma que une a la comunidad global del Consejo de más de 100 países.
Además, la Semana Mundial de la Energía 2025, que tendrá lugar en Panamá, brinda la oportunidad de hacer un balance de los avances realizados durante y después del próximo congreso, el vigésimo sexto, que se celebrará en Rotterdam del 22 al 25 de abril de 2024. La idea es impulsar el impacto de la comunidad energética mundial año tras año.
“La Semana Mundial de la Energía es una poderosa plataforma que conecta la agenda energética global con las realidades y prioridades de las transiciones energéticas aquí en Panamá”, dijo Rivera. “Estamos encantados de albergar este importante evento energético en 2025 y convocar a la comunidad global del Consejo Mundial de Energía para avanzar en transiciones energéticas más rápidas, más justas y de mayor alcance”.
Panamá, considerada como la conexión entre el norte y el sur globales, desempeña un papel clave en la energía y en las industrias adyacentes a la energía.
“Convocar y conectar a líderes visionarios de todo el ecosistema energético mundial para mantener conversaciones impactantes es esencial para hacer realidad las transiciones energéticas. Acelerar la descarbonización con justicia y resiliencia es la mejor manera de asegurar más energía para una vida mejor y la salud del planeta que todos llamamos hogar”, afirmó Angela Wilkinson, secretaria general y directora ejecutiva del Consejo Mundial de la Energía. “La Semana Mundial de la Energía es una plataforma importante para conversaciones y colaboraciones que aprovechan la diversidad, flexibilidad y escalabilidad de la red comunitaria global del Consejo”.